ESPERAR

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Capítulo 30

Después de pensar un buen rato bajo él árbol.
Suena él timbre del colegio, indicando él fin del receso.

Me pongo de pie para dirigirme a mi curso.

En él camino recuerdo lo que le he hablado con Dios.

"Dios, mi corazón está confundiendo a mi cabeza, me agrada llevarme con los jóvenes de la iglesia, pero no quiero dañar nuestra amistad confundiendola con otros sentimientos.
No sé que sentirán Matthew y Dereck por mí, sólo se que me alegra compartir con jóvenes como ellos, atentos, preocupados por los demás y divertidos.

Cada uno de ellos son diferentes.

Dios, no quiero sentir nada hacia ellos.
Sabes que aún me duele lo de Brad y no quiero que me vuelva a suceder.

Yo no quiero buscar a nadie, quiero primeramente conocerte a ti.
Y si ellos son distracciones para mí, ayudame a tomar la mejor decisión para alejarme.

Que seas tú dándome a la persona correcta para mí."

Al terminar de decirle esto, sonó él timbre.

Entro a mi curso y recuerdo que no he comido nada.
Olvide comer durante él receso.

¡Muero de hambre!
Ahora me toca esperar cuatro horas más.
¡Nooo!

Espero esas benditas cuatro horas sin nada en mi estómago. Él cual vergonzosamente crujió a cada rato.

Guardo mis cosas en mi valija y se me cae él papel en él cual a escrito Dereck.

Lo observo una vez más.

No tiene bonita letra. Pienso.

¿Será cierto lo que saben decir; que como es la letra es la persona?

Sin mas que pensar guardo él papelito en él pequeño bolsillo de mi valija y salgo de la Institución, pasando por él bar del colegio, él cuál está cerrado.

Espero que Angie tenga algo de comer.

Veo que se acerca hacia mí. Corro donde ella busco en todos sus bolsillos, le quito la valija, busco y busco.

—¿Te hiciste detective o algo así? ¿Intentas confiscarme algo? -Dice elevando una ceja.

—¡No lo puedo creer! -Grito desesperada.

—Qué ¡Qué pasó! -Grita también Angie. —¿Que hallaste?

—¡Nada! Waaa. . .

—¡Na! ¿Nada? -Pregunta con total confusión. Entrecierra los ojos y dice —¡¡Dios, dame paciencia para lidiar con la loca de mi hermana!!

—¿Cuál loca, eh? -Pregunto.

Qué estará insinuando.

—¡Tú! Que vienes como una loca a confiscarme o revisarme todo. -Refunfuñea.

—Hahaha, lo que pasa es que hoy no comí nada en él receso.

—Debiste decirme antes. -Me dice y me da un emparedado que tiene en la mano.

¿En su mano?
Sólo tenía que buscar ahí.
O simplemente predirle.
Río en mi mente.

Devoro él emparedado y nos vamos a casa.

Dos Vidas. Un sólo AutorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora