Capítulo 4

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(Keun Suk)

Antes de irme tenía que mostrarle a esa niña tonta, al lado de quién se había sentado, además me había molestado mucho el que no supiera quién era yo. Mi orgullo no me permitía pasarlo por alto.

Antes de cruzar la última puerta decidí mostrárselo. Me detuve en seco llevando una mano hacia el tapabocas, bajándolo un poco. Fue divertido ver su expresión, estaba completamente atontada y paralizada. Después de eso, me fui, dejándola atrás.

(Mikhela)

-Pero ¿Qué fue eso?

Mi corazón se aceleró de solo verlo, me había dirigido una última mirada de desprecio, pero no me importó, lo único que recordaba era todo el conjunto en sí.

-¡Su boca era realmente algo!...

-¡Señorita no se detenga!- en ese momento un guardia me sacó de mis pensamientos empujándome hacia la salida.

Media hora después me encontraba en la calle tomando un taxi hacia la televisora donde trabajaba Alex. Antes de subir, por alguna razón busqué a los lados; fue un impulso, como si estuviera dejando algo atrás. Suspiré profundo y subí al auto.

Antes de llegar me acordé de sacar la credencial que Peter, mi jefe, me había dado. Sería más fácil desplazarme por las instalaciones si además de buscar a Alex, llegaba con una misión para la sede de mi país.

Ingresar a la estación no fue tan fácil como imaginé, revisaron mis pertenencias unas cuatro veces antes de llegar al estudio de grabación.

Busqué con una rápida mirada si Alex estaba ahí, a pesar de lo bien iluminado que estaba todo el lugar, no lo hallé. Esperé un poco y nada, entonces decidí salir a tomar un poco de aire, a un jardín cercano dentro de la estación, me senté un rato en un banco de cemento rodeado de bellas flores, me incliné para olerlas mejor y como por arte de magia vino a mí el olor del extraño del avión.

Fue como magia, su rostro se apoderó de mi mente y no pude evitar sonreír.

-¡¿Qué haces?!- Escuché una voz masculina pero medio rara detrás de mí.

Volteé levantando la mirada para ver quién era.

-¿Eh? Yo solo...- me levanté ofreciéndole mi mano en señal de saludo- ¡Hola! ¡Soy Mikhela!

-¿Mikhela?... Lindo nombre ¿Y qué haces aquí? ¿Mikhela?

-Yo, pues..., estoy buscando a Alex Sánchez Del Río, es conductor de...

-¡Ah sí!... Lo conozco. Aún no llega. El programa empieza a las ocho de la noche y él suele llegar una hora antes. Todavía faltan cinco horas.

-¿De verdad?... Creo que llegué muy temprano.

-No eres de aquí ¿cierto?

-¡No! Vengo de Perú.

-¡Ohhhh! ¡Perú! Me encanta Perú, hace mucho tiempo que no voy por allá.

-Me alegra que te guste mi país.

-Sí, a pesar de los presidentes que se carga estos últimos años, sus lugares turísticos como Macchu Picchu, son un sueño... Y además de buscar a Alex ¿Qué estás haciendo aquí?

-Pues, tengo un trabajo que cumplir para la sucursal en mi país.

-¡Ahh! Entiendo. ¿Y qué quieres con Mr. Alex?

Sonreí al escucharlo decir su nombre así, como burlándose. No pude evitar sonrojarme.

-¡Uyyyyy! ¿Dije algo que no debía? ¿Por qué te sonrojas, linda?- me hincó el costado con el índice mientras me miraba con unos ojos muy pícaros y una enorme sonrisa- ¿Es algo tuyo?

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