Capítulo 29

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Los días pasaban y pasaban pero mientras más me acercaba a sus padres y amigos, más me alejaba de él.

Keun llegaba cada vez más tarde a casa, hablábamos muy poco y casi no lo veía; comencé a sentirme insegura de su amor, a pesar que todo el tiempo me repetía a mí misma que era a causa de su trabajo que lo absorbía todo el tiempo, yo sentía que algo no estaba bien.

Una mañana la madre de Keun me invitó a dar una vuelta con ella; nos estábamos conociendo y haciéndonos más cercanas cada día, estaba muy contenta con el bebé, todo el tiempo traía algún regalo para mi bebé y eso me llenaba de alegría ya que significaba que lo querían, y que esperaban con ansias.

-Espera aquí un momento querida, tengo que resolver un asunto importante.

Ommonie, como me había dicho que le dijera la madre de Keun, me había llevado a un edificio cercano a la Cri J, pero en un momento algo urgente se le presentó y le dije que en lugar de esperar, iría a buscar a Keun para almorzar los tres. Le pareció una buena idea y salí por él sin llamarlo, sabía que estaba en la oficina y que pronto terminaría su reunión, así que quería sorprenderlo.

-¡Mikhela ssi!- escuché una voz detrás de mí.

-¡Hi, Jae Joon!- era el amigo de Keun Suk, lo esperé hasta que llegó junto a mí y seguimos el camino hasta el piso de Keun.

-¿Qué haces aquí?- pregunté curiosa de su presencia.

-Vine a ver a mi amigo, tenemos un proyecto en común que estamos preparando.

-¡Qué bien! Entonces creo que nos veremos más seguido ¿No?

Él solo sonreía tímidamente, su sonrisa era muy tierna y dulce, parecía un niño pequeño buscando amor. Cuando llegamos a la oficina nos informaron que Keun había salido de la sala de reuniones y que estaba en la azotea tomando un descanso, entonces Jae me dijo que fuera primero, le agradecí por el gesto y salí corriendo a darle la sorpresa.

*Keun Suk

-¡No puede ser que sigas viniendo hasta aquí sin avisar! ¿No te das cuenta que si Mikhela llega a verte aquí puede confundir las cosas?

-¡¿Confundir?! ¿No querrás decir que todo se podría aclarar de una vez por todas?

-¿Aclarar? ¿Estás loca? Yo no tengo nada que aclarar... Lo que hubo entre tú y yo terminó hace mucho tiempo ¡Entiéndelo!

-¡No! ¡No lo entiendo!... ¡Tú y yo nunca podremos terminar porque nos amamos!

-¡Yo no te amo Yoona!, ¡Lo nuestro quedó en el pasado!

-¿El pasado dices?... No fue lo que me pareció cuando nos vimos en Japón y en las instalaciones de la SBS... ¿Olvidas que me besaste?

-Eso fue un error...

-¿Qué?...- la puerta se abrió de repente sorprendiéndonos a ambos- ¿La besaste?

-¡Mikhela!... ¿Qué... qué estás haciendo aquí?

Miré detrás de ella para saber si había alguien más pero no, estaba sola, los ojos rojos y una terrible frustración dibujada en el rostro indicaban que había escuchado todo. Sus ojos eran como cuchillas atravesando mi corazón, estaba lastimándola y no sabía qué hacer.

En cambio Yoona tenía una sonrisa de satisfacción en su rostro, se acercó a Mikhela con aire triunfal y se colocó al lado de ella mirándola fijamente.

-¡Al fin nos conocemos!

-¿Qué está pasando aquí Keun?- dijo ignorándola por completo- ¿Es verdad que la besaste?

-Mikhela yo...- no sabía qué decir, sí la había besado pero realmente no era como ella se lo estaba imaginando.

-¿Por qué no le dices también lo que me dijiste sobre ese niño?- dijo girándose hacia mí.

-¿Qué? Yoona-ah tú...

-Entonces... ¿Sabes sobre mi... bebé?

-¡Claro que lo sé!... ¡Ese niño es la razón por la que oppa está contigo y no junto a mí!

-¡¡YOONA-AH!!

-¡¿Acaso lo vas a negar?!- no lo podía creer, ¿cómo podía estar diciendo todas esas cosas sin siquiera medir las consecuencias?- ¡¿No dijiste que con la única mujer que querías tener hijos era yo?! ¡¿Eh?!

-¿Es eso cierto?... Keun... Responde... Lo que dice esta mujer ¿Es cierto?

Mikhela había dejado escapar unas lágrimas que rodaban por su mejilla, quería acércame a ella y decirle que no era cierto pero en medio se hallaba Yoona y no sabía qué hacer, en ese momento me sentía completamente confundido.

Solo agaché la cabeza como un maldito bastardo.

-Si ese niño no existiera, en este momento oppa y yo estaríamos juntos...

-¡No es cierto!... ¡Lo que dices no es verdad!... Keun me ama, lo sé... ¿No es verdad?... ¿Keun?...

Miré a Mikhela directo a los ojos, estaba temblando de la ira y eso me hacía sentir culpable, me acerqué a ella despacio, temeroso de mis propias palabras, entonces tomé sus manos mientras mi corazón se estremecía por dentro.

-¡Mikhela yo!... Yo no quería...

De pronto sentí un fuerte golpe en la mejilla y un dolor inmenso en mi pecho.

Realmente merecía aquél golpe, estaba dañando a las dos mujeres que más amaba en el mundo y a las que no quería dejar.

Mikhela se giró y salió corriendo sin que yo pudiera moverme de mi lugar, Yoona me tomó de la mano girándome hacia ella, evitando que saliera.

-¡Oppa!... Ahora... todo estará bien- dijo mostrándome una tímida sonrisa.

La miré a los ojos pero lo único que sentía eran ganas de salir corriendo, sentía que mi alma abandonaba mi cuerpo.

-No...

-¿Qué?

-¡No!- me solté dando un paso atrás- No puedo perderla... ¡Yo!... De verdad la amo... ¡Mianhae!

Salí corriendo detrás de ella, con el corazón en la mano y todos los recuerdos en mi mente que pasaban como una película delante de mis ojos. Todos aquellos momentos que había vivido a su lado eran más preciados para mí que los años que había estado y esperado por regresar con Yoona.

Ahora lo sabía... Realmente amaba a Mikhela, sólo a ella.

*Jae Joon

-Mikhela ssi- ella pasó corriendo junto a mí, estaba llorando- ¡Mikhela ssi! ¡¿A dónde vas?!

La seguí cuesta abajo, por las escaleras, algo había sucedido con Keun pero no podía volver a preguntárselo, tenía que detenerla antes que algo le sucediera. Salimos a la calle pero ella no dejaba de correr, la seguí por una calle muy transitada... Entonces algo terrible sucedió.

Mikhela había cruzado la pista sin percatarse que un auto venía contra ella, haciéndola volar por los aires.

-¡¡MIKHELA!!!

Keun llegó detrás de mí y la tomó en sus brazos, estaba inconsciente y sangraba mucho de la cabeza y de la entrepierna, no podíamos esperar que llegara la ambulancia, montamos en un auto y la llevamos al hospital más cercano.

Keun Suk estaba completamente fuera de sí, lloraba como un niño desesperado, queriendo entrar a la sala donde los médicos la estaban atendiendo, tuve que hacer muchos esfuerzos para detenerlo, estábamos los dos solos sin nadie más que pudiera detenerlo; poco después llegaron sus padres y una hora más tarde, nos dieron la trágica noticia.

-Lo siento... Perdió el niño...

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