Escucha mi Corazón

Capítulo 17

(Keun Suk)

No puedo creer que realmente no sepa lo que significa el cerdo conejo, eso quiere decir que confía un poco en mí, a pesar de casi no saber nada, solo lo que le he mostrado. Quería decirle a qué me dedicaba pero Kurt tenía otros planes para saber si en realidad era sincera conmigo o buscaba algo más.

-Este muñeco... ¿Es especial para ti?

-Sí, un poco, me trajo cosas buenas pero también me hizo abrir los ojos para descubrir los verdaderos sentimientos de alguien...- sin querer recordé cosas del pasado que quería olvidar- Pero no hablemos de eso ¿Sí?

-¡Ok! Como quieras.

-¡Amor!... ¿Me quieres?

-Ummm... ¡No!

-¡¿No?!- ¿Que fue eso? ¿Hablaba en serio?

-¡No! ¡No te quiero!... ¡¡TE AMO!! Tonto jajaja

-¡Aigoo! Por un momento creí que sufrías de amnesia o que habías descubierto que ya no me querías...

-¿Cómo crees que no te voy a querer? ¡Si te amo más que a mi vida!

-Y ¿Me extrañas?

-¡Claro que sí, amor!... ¿Y tú... me extrañas?

-¡Como loco!... Estoy ansiando por volver a verte.

-También quiero verte, amor, pero... hay algo que quiero decirte...

-¿Qué es?... ¡¿Amor?!... ¿Estás ahí?... ¡¿Qué sucede?!

De pronto dejó de escribir, sin explicación.

Me inquieté un poco porque habían pasado más de cinco minutos y no contestaba. Entonces empecé a marcar su número, después de unos minutos, por fin contestó.

-... ¡¿Aló...?!- se escuchaba muy mal.

-¡Amor! ¿Qué te pasó? ¿Enfermaste?

-No lo sé, tuve náuseas y no pude evitarlo más.

-¡Amor, conéctate por skipe, quiero verte!

-¡Está bien!... Espera un poco

Tenía una cara muy desmejorada, estaba pálida y con agruras.

-¿Cómo te sientes?

-Ya está pasando..., no te preocupes. Debió ser algo que comí en el almuerzo.

-¿Sigues teniendo náuseas?, la verdad no te ves bien...

-¡No! Ya te dije que...- entonces se llevó la mano a la boca y salió corriendo al baño que estaba detrás de ella.

Pude oír cómo vomitaba aunque no podía verla, entonces algo comenzó a rondar por mi cabeza. ¿Podría ser que estaba... embarazada?... Era una posibilidad, ya que no nos habíamos cuidado de ninguna forma; después de un rato más, volvió.

-¡Cariño! ¿Estás bien?

-Sí, sí... Creo que ahora no queda nada en mi estómago... Amor ¿Podemos hablar después? Tomaré algo...

-¡¡¡NO!!!...- grité tan fuerte que la hice saltar del susto- ¡¡No tomes nada!! ¡Antes haz algo por mí! ¡¿Puedes hacerlo?!

-¡Dios santo me asustaste! Casi me da un infarto...

-¡Lo siento cariño, pero por favor haz lo que te diré!

-¡Ok!, pero primero deja que me tome algo...

-¡No!, ¡Cualquier cosa que tomes podría hacerle daño al bebé!

-¡¿Qué?! ¡¿Bebé?!...

-No estoy seguro pero... es una probabilidad...