Capítulo 12

108 9 1
                                    

(Keun Suk)

Mi acompañante estuvo a punto de descubrir a Kurt, felizmente él había llegado cuando nos encontrábamos lejos del grupo, entonces no tuve más remedio que sacarla de la fiesta

Esta chica había cambiado algo en mí, le había dado luz a mi vida cansada y sombría. Cuando llegué a este país no tenía esperanza de conocer a nadie importante que pudiera cambiar mi actitud, pero ella lo había hecho, sin saberlo, había cambiado mis pensamientos.

Desde que llegó quería preguntar su nombre, teléfono, face, twitter y todo lo que hiciera falta para continuar en contacto con ella, pero el miedo a ser lastimado nuevamente me detenía.

Me estaba comportando como un cobarde pero no quería volver a ilusionarme, había sufrido mucho en el pasado; aún sufría y aunque tenía muchísimas mujeres detrás de mí, no me atraía ninguna en especial. Pero esta chica era diferente, me hacía reír, me sentía cómodo y era muy hermosa.

Su sonrisa iluminaba cualquier espacio y su alegría me hacía olvidar los duros momentos del pasado.

Pero aunque me gustara mucho, no podía ir más allá; yo tenía que volver a Corea al siguiente día y quizás nunca más volvería a verla y tal vez era lo mejor. ¿Para qué complicarme con alguien tan distinta a mí? Además no sabía quién era yo, ni a qué me dedicaba; aunque eso era un punto a mi favor, ya que si le gustaba, sería por mí y no por quien era.

-¡Espera!- la detuve antes de volver a la fiesta.

-¡Mikhela!- entonces ella volteó.

¡Mikhela! Se llama Mikhela, es bonito y original, igual que ella.

Cuando volvió a ver quién la llamaba, su frente se frunció volviendo su expresión amarga. Seguí la dirección de su mirada y ¡No puede ser! Otra vez su ex, se acercó a nosotros con paso ligero, nos había observado durante toda la noche; lo sé porque cruzamos miradas muchas veces, incluso pude ver que ella se incomodaba, por eso la saqué de ahí.

-¿Podemos hablar?- sabía que aunque ambos hablaban inglés, él lo haría en español para que yo no pudiera entender nada.

-¡No lo creo!... Estoy acompañada y no pretendo dejar a Kurt para ir contigo.

Agradecí su gesto al hablar en inglés, entonces volví a tomar su mano, esta vez entrelazando nuestros dedos, para sacarla de ahí. Pero había olvidado algo muy importante, le había mentido sobre mi nombre y ese tipo lo sabía.

-¿Kurt?- dijo extrañado, me di cuenta que había cometido un error.

Al darse cuenta de la situación, me dirigió una sonrisa sarcástica.

-Así que ¿Kurt?- carraspeé tratando de ganar tiempo, apreté su mano nervioso, Mikhela me miró extrañada.

-¡Eh! Yo... tengo algo que decirte...- dije girándome hacia ella.

-De verdad sigues siendo una tonta- dijo éste sonriendo divertido.

-¿De qué hablas?

-¿No te das cuenta que éste tipo solo quiere verte la cara?

Cuando me miró, supe que todo terminaría mal.

-¡Él no se llama Kurt!

-¡¿Cómo lo sabes?!- preguntó desconfiando de él.

-¡Él es...!

No quise darle tiempo para que nos arruinara la noche; la saqué de ahí rápidamente y nos fuimos a su hotel.

Escucha mi CorazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora