*Mikhela
No pude dormir durante toda la noche, Keun no había vuelto a casa y yo me sentía acorralada y con las manos atadas sin poder hacer nada para ayudarlo. Poco antes de las 5 a.m. escuché ruidos en el primer piso, así que decidí bajar; era Keun que volvía solo.
Desde lo alto de la escalera lo observé, se veía cansado, pensativo y muy triste, tomó una botella de agua y se sentó en el medio de la sala, encendió la TV y al instante aparecieron muchas fotos de él y una actriz. Yo no sabía exactamente su nombre pero suponía que era la que estaban vinculando con él, Keun miraba con atención sin decir nada, puso mute y solo se dedicó a ver las imágenes en la pantalla.
Decidí volver a mi habitación con una espina clavada en el corazón, verlo de aquella manera, mirando la pantalla como si añorara aquellos momentos, me lastimó demasiado.
Desperté casi al mediodía, sacudida por Sandra que había llegado para sacarme de la cama por quinta vez. Cuando pregunté por Keun Suk, me dijo que él se había ido de nuevo a las 9 de la mañana; me sentí triste porque no se había despedido de mí.
-¿Por qué no me despertaste si viste que se iba otra vez? Quería verlo aunque sea un instante.
-Kurt me dijo que mi cuñado no quería despertarte porque te vio muy cansada después del viaje, además... Ellos viajaron a Japón...
-¡¿A Japón?!...- me quedé pensando por un instante- ¿Por qué se fue a Japón?
-¡No lo sé!... Lo único que sé es que nos dejaron aquí solas...- la miré más angustiada que antes- ¡Ay Mikhela! ¡¿Y si sus padres vuelven y nos sacan de aquí?!
Sandra me había metido esa idea en la cabeza y yo realmente estaba asustada, sin nadie conocido que nos defendiera, cualquier cosa podía sucedernos.
Bajamos con cautela a la cocina ya que, al menos yo, moría de hambre. No sabía qué hacer, las repisas estaban llenas de cosas para cocinar pero nada de eso era común para mí, así que no sabíamos qué hacer.
De pronto, sin que nos diéramos cuenta, un hombre estaba detrás de nosotras. Era alto, asiático, como todos lo demás que había visto desde que llegamos, más gordito de lo habitual y con una sonrisa que inspiraba confianza. Se presentó con nosotras hablando en inglés, dijo que se llamaba Jason, era uno de los managers de Keun, a quien había dejado a cargo para que me cuidara mientras él volvía.
Comencé a sentirme más segura al saber que no me había dejado sola y a la deriva en un país que nunca había visitado en mi vida. Le pregunté por qué Keun se había ido a Japón sin decirme nada antes, pero solo dijo que cuando él volviera me explicaría todo, que solo tenía que confiar en él.
Después de casi 15 minutos llegaron algunas personas con platillos para nosotras, eran diversos; había cosas a las que estaba acostumbrada en casa como la mermelada o el dulce blanco junto con pan integral y otras cosas pero también había platillos extraños llenos de verduras y fideos raros.
Jason nos dijo que podíamos comer lo que quisiéramos, y si necesitábamos algo más, que solo lo pidiéramos; lo único que no podíamos hacer era ver la televisión o ingresar a las redes sociales de ese país porque las cosas estaban muy complicadas y Keun no quería que me asustara con todo aquello que se decía de él.
Acepté todo de muy buena gana, desde un principio sabía que la vida de mi novio no era fácil y ahora, si tenía problemas, solo debía apoyarlo y estar junto a él.
Unas horas después, Sandra y yo quisimos salir a mirar a los alrededores pero Jason nos dijo que no era posible, los fans estaban muy cerca y aunque no podían entrar a la villa porque había muchísima seguridad, en las calles sería muy difícil que me cuidaran. Así que solo podíamos caminar por los jardines de la villa.
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Escucha mi Corazón
FanfictionMikhela es una chica alegre, fuerte y positiva que decide ir tras su novio quien viajó a U.S.A para labrarse un futuro mejor para los dos. En el viaje se topará con un chico un poco raro y egocéntrico con el que tendrá futuros encuentros casuales, c...