A Thousand Miles [[FONNIE]] #Wattys2016

#Extra 5

Ya habían pasado unos cuantos años desde la llegada de los pequeños FoxBunn y también de Goldentrap; ya tenían alrededor de unos 5 años y eran felices. Muy felices para ser más exactos, la vida que llevaban ellos en el pueblo era estupenda y más porque pronto comenzarían a ir a la escuela. Y por supuesto, la madre preocupen, Bonnie, se quedaba meditando si era buena idea dejar que su único varón fuera a clases; no sabía cómo reaccionaría o incluso como tomaría la escuela, a lo que el zorro simplemente se limitaba a tranquilizarlo sucesivamente.

El día que las clases habían dado inicio, Bonnie sintió un vacío en su corazón al ver a sus tres hijos irse del castillo para su educación; y que decir de Springtrap, si él... Golden no lloro para nada. Pero ese día en particular, Bonnie tenía que hacer algo súper importante; ya que en los pasados días, aunque no le haya dicho a Foxy o a los demás. Había sentido unas terribles ganas de vomitar y también ciertas nauseas, causándole un pensamiento racional; a lo que ese día volvería a hacer lo que hace 5 años. Entro a un baño y con rapidez saco una pequeña prueba; ni siquiera leyó las instrucciones, solamente se dedicó a hacer la prueba en la cual tenía la misma esperanza que hace ya casi cinco años atrás.

La prueba hizo un sonido peculiar llamando la atención del conejo, lo que hizo que tomara la prueba y esbozara una grata sonrisa. Prácticamente quería gritar, pero no lo hizo; si no, que salió corriendo en busca de su amado zorro para darle la noticia. En este tiempo ya no había nada que ocultar, Bonnie ya era esposo de Foxy y tenían una linda familia de zorrinejos, ¿Por qué no más? Le encontró revisando unos papeles junto a Freddy, a lo que este se acercó con cautela y toco la puerta para llamar la atención de ambos.

-Freddy puedes salir un momento, debo hablar con Foxy.

-Claro, -menciono el pelo castaño- pero no le pegues. Él no tiene la culpa de lo que haya hecho.

-Está bien –menciono una vez que les dejaron solos-

-¿Paso algo malo mi amor? –Negó el conejo- ¿Algo a los niños? –Volvió a negar con más felicidad- ¿Tiene algo que ver con nosotros? –asintió levemente sonrojado-

-Foxy... -se acercó con felicidad para abrazarle tiernamente-

-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-

Mientras tanto en la escuela, Yannick había sido golpeado y prácticamente amenazado el primer día. Su primo le había defendido y por supuesto sus hermanas y prima habían sacado a los otros dos para que no se armara una tercera guerra mundial y mandaran a llamar a sus padres tan rápido en el primer día de clase.

-Yannick, ¿estás bien? –Menciono una de sus hermanas limpiando su sangre-

-Q-Quiero volver a casa –menciono casi en lágrimas-

-Aún faltan unas horas –le abrazaron con fuerza tratando de evitar que llorara-

La pelea había sido algo sin razón, y sin razón habían acusado a Yannick como el principal agresor. Lo cual tuvieron que llamar a ambos padres para que fueran a ver que estaba pasando, Bonnie molesto había reclamado a la directora que su hijo al tener un ojo morado y con ciertos otros rasguños, el pudiera ser la mente maestra de todo esto. A lo que la directora le pidió de manera más amable que Yannick estaría suspendido por ese día y por supuesto investigaría más el caso.

Yannick, con pena no se atrevia a mirar a sus padres; no por miedo a que le regañaran, sino que no había podido defenderse y que se había mostrado débil ante una situación muy trivial. Bajando del auto, Foxy tomo en brazos a Yannick (cosa que nunca hacia más que para consolarle); en cambio, Bonnie se encargaba de tomar la mochila y otras cosas un tanto más sucias.

-P-Papa... yo no tuve la culpa.

-Lo se hijo, tu no podrías ser capaz de hacer algo así. Lo creería de tus hermanas o incluso de tus primos, no te preocupes.

-Cielo, -hablo Bonnie en tono maternal- tú no tienes culpa de nada. No te lamentes por algo que no hiciste, en realidad hiciste bien. Pensaste y no actuaste de manera agresiva.

-P-pero si mañana regreso, me volverá a pegar. Por favor, -imploro el pequeño pegándose al hombro de su padre- no me hagan volver. Tengo miedo, mucho miedo.

Ambos hombres se miraron con preocupación y simplemente se dispusieron a entrar al castillo; en donde, la sorpresa de todos fue ver a Yannick de regreso de clases. Bonnie dejo los útiles del pequeño en uno de los estantes, mientras Foxy bajaba con cuidado al menor para hacerlo caminar. No tardaron mucho para llegar a los tronos, en los cuales sus padres estaban sentados los fines de semana para complacer ciertas cosas del pueblo.

-Yannick, -le hablo Bonnie con ternura mientras se sentaba- hubo una vez un príncipe que tuvo miedo de todo. Ya que le habían hecho tortura de muchas maneras, ese príncipe ahora es rey y está sentado con un rey igual de fuerte que él; en donde ellos protegen la vida de todos.

-Pero mama, yo nunca seré un rey ejemplar –menciono en lágrimas- Alice debería ser la reina y no yo –soltó un sollozo para taparse la cara-

-Yannick, -hablo Foxy un poco más serio- ese príncipe que te dice tu madre... es el mismo. –Le miro sentándose al lado del conejo- Ambos sufrimos mucho cuando éramos niños y a pesar de todo henos aquí gobernando un pueblo bajo la verdadera ley.

-Pero que debo hacer –se acercó a ambos, para sentarse en uno de los escalones-

-Luchar hijo, si no luchas cuando tendrás tu libertad de expresarte. –Bonnie acaricio la cabellera morada de su zorrinejo- Si no luchas por ti, lucha por alguien más; así es como saldrás adelante.

-Aparte, -musito Foxy un tanto más feliz- tu hermano necesitara de alguien que lo proteja cuando entre a la escuela.

-Mis hermanas ya saben hacerlo, al igual que mis primos. –Les miro con cierta confusión-

-Yannick, -Foxy beso la frente de su pequeño hijo- serás hermano mayor. Por lo que tendrás que defender a tu hermanito.

Yannick, al escuchar esto se les abalanzo con ternura dándoles un cálido abrazo a ambos. Musito muchas veces "Los amo", para comenzar a sonreír y en realidad ponerse a pensar en las palabras de sus padres. Si en verdad habían luchado tanto...

POV'S SHADOW BONNIE

... porque no hacerlo igual. Después de todo, esta historia es verídica; y ha pasado a mis sobrinos. He contado esta historia muchas veces y siempre volvemos al mismo punto, si ellos dos no se hubieran conocido hace muchos años y separado tantas millas... probablemente, uno de los dos había muerto.

-Y aunque nadie lo crea, esto aún no acaba... es el inicio de un nuevo futuro –sonrió con tranquilidad-