Capítulo 22

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Daelyn POV:

Un poco después de que Ashton se fuera las chicas y yo decidimos pedir una pizza. Joy se había quedado dormida después de haber comido; la pobre estaba exhausta de tanto jugar y correr de un lado para el otro mientras Ashton y Pilar la perseguían por toda la planta baja.

La calma volvía a reinar en la casa después de la ajetreada mañana que había vivido ―Jin y su mal humor, la inesperada visita de Ashton y la charla con Arianna―. Las chicas criticaban a sus profesores y debatían entre si Levi Johnson, el popular de turno, estaba más bueno que el joven profesor Quinn. Típica charla de adolescentes ―no tan adolescentes― con las hormonas revolucionadas.

―¡Voy yo! ―Arianna gritó al escuchar el timbre sonar desde el exterior, saltando prácticamente del sofá.

Pilar y yo cruzamos miradas, soltando alguna que otra risa por el comportamiento de nuestra amiga. El delicioso olor que la pizza desprendía llegó hasta nuestros olfatos una vez volvió con la caja entre las manos. Como si no hubiéramos comido en un mes entero ambas nos vimos atraídas hacia Ari, la cual echó a correr al ver nuestras intenciones.

Todo eran gritos y risas hasta que escuché el tono de alarma que tenía mi teléfono cuando se estaba quedando sin batería. Decidí ponerlo a cargar en la habitación antes de quedarme sin batería.

Al bajar las chicas ya estaban comiendo sin mí. Me uní a ellas, quejándome por aquella pequeña traición.

Con la pizza no se juega, amigas mías.

(...)

―Llámanos si necesitas cualquier cosa ―Arianna se abrochó el abrigo, justo antes de despedirse de mí.

Asentí, murmurando un pequeño "uh" que fue suficiente respuesta para la castaña. Pilar me dirigió una de sus amenazadoras miradas antes de abrazarme. Yo la rodeé con mis brazos y suspiré.

―Llorar va bien de vez en cuando, Jones. A pesar de estar sonriendo todo el maldito día sé que quieres liberar toda esa tensión que tienes dentro. Sabes que tanto Ari como yo estamos a una llamada de teléfono. Además, si no nos encuentras puedes llamar a tus padres; estoy segura que estarán encantados de saber de su hija y su nieta.

―Mantengo el contacto con ellos, solo que el trabajo y Joy me mantienen ocupada ―me excusé.

―Lo único que no quiero es que hagas cualquier estupidez. Si te sientes tan mal que crees que puedas llegar a ese extremo llámanos y te juro que vendremos volando si hace falta.

―Gracias, Pilar, de verdad ―le agradecí.

Ambas nos separamos. No fue una buena opción, ya que la rubia pudo ver mis ojos cristalizados; sus palabras me habían conmovido.

―Descansa. Me voy, que Arianna tiene que estar impacientándose dentro del coche. Buenas noches.

―Adiós, buenas noches.

Cerré la puerta de casa una vez vi como las chicas se iban. Recogí todo lo que había por el suelo después de que Joy despertara a media tarde y decidiera montar una tienda en el salón con todos sus muñecos. Por suerte Ari y yo le habíamos dado de cenar y no había tardado en quedarse dormida ―de nuevo―  en mi regazo.

Una vez hube ordenado todo subí las escaleras y me dirigí a mi habitación, donde había dejado horas atrás el teléfono cargando. Al desbloquearlo encontré una llamada perdida de un número desconocido; borré el aviso y entré en Instagram, quitándole importancia.

De pronto la pantalla cambió por si sola. Una llamada entrante ocupó el espacio donde antes estaba una reciente foto de Nick Jonas.

Era aquel número desconocido.

Twins 2 » Luke Hemmings [cancelada; con final]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora