Mentes Poderosas

22.

Estaba tumbada en mi habitación esperando a Nataly, que me había dicho que tenía que contarme algo. Alguien llamó a la puerta sacándome de mis pensamientos.

—Hola ¿Amanda? —dijo un chico de trece años.

—¿Quién eres? —pregunté.

—Nataly me ha dicho que quiere hablar con Amanda —respondió él—. ¿Sabes dónde la puedo encontrar?

—Yo soy Amanda —dije riendo—. ¿Dónde está Nataly?

El chico empezó a reír conmigo. 

—Ah, yo soy Kyle, del grupo de espías. Ven, te acompañaré hasta donde ella me ha dicho.

(...)

—Oye Kyle ¿A dónde vamos exactamente? —pregunté.

—A la sala de los ordenadores —respondió sin dar más información.

—Pero...

(...)

—¿Qué hacemos aquí? —pregunté a Nataly nada más entrar.

Ella se quedó en silencio y esperó a que Kyle se fuese para hablar.

Eché un vistazo a la habitación. Nataly no era la única que estaba allí. Carla, Sabrina, Susan, Ambar, Elliot y Ed también se encontraban en esa habitación.

—¿Qué hacéis aquí? —pregunté de nuevo.

—Mira —dijo Nataly señalando un ordenador.

Estiré el cuello para ver la pantalla.

—¿Qué es eso? —pregunté mirando su ordenador, el cual estaba llena de números y códigos que no lograba entender.

—Sabrina ha conseguido hackear las bases de todas las cárceles cercanas y hemos encontrado esto.

Preso: 31n
Familiares registrados en cárceles cercanas: 1m1nd1

Tiempo restante: Menos de 30 días.

—¿Qué significa "tiempo restante"? —preguntó Elliot.

—Eso es... —intentó responder Ambar.

Pero yo sabía a qué se refería.

Tras un rato una duda surgió en mi cabeza.

—Y... ¿Por qué me enseñáis todo esto?

—Vamos a organizar un plan para rescatarlo —anunció Ambar.

No respondí, simplemente no sabía que responder.

Acerqué mentalmente una silla y me senté sobre ella.

Todos los presentes estaban mirándome esperando una respuesta. Estaba claro que esperaban mi aprobación. Sabía la respuesta, pero no cómo responder.