9.

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Me desperté de un salto. Carla también.

—¿Qué ocurre? —preguntó Ed preocupado.

—¿Tenías diez años cuando te llevaron a la cárcel? —me preguntó Carla.

—Cómo lo sabes? —pregunté asombrada.

—Lo he soñado —respondió.

—Tu no pasaste por la cárcel —le dije a Carla—. También lo he soñado.

—Oye chicas, algo va mal, vamos a ver a alguna doctora —dijo Ed levantándose de su asiento.

Fuimos al vagón cafetería. Entramos y nos encontramos con un grupo de personas hablando.

—¿Ocurre algo? —preguntó una doctora.

—Hemos intercambiado recuerdos en sueños —dijo Carla.

—¿Tenéis las mismas habilidades?

—Sí

—Ocurre algunas veces, cuando dos superdotados con la misma habilidad están en contacto mientras duermen pueden intercambiar recuerdos. Es algo poco usual, pero es mejor que si os quedáis dormidas, no os toquéis.

Volvimos a nuestros asientos, pero esta vez me cambié de sitio y me senté con Ed.

(...)

El tren se paró. Hacía ya un buen rato que habíamos vuelto a sentarnos, y no había ocurrido nada fuera de lo común.

—¿Ya hemos llegado? —preguntó Carla.

—Han pasado 5 horas, ¿te parece poco? —dijo Ed saliendo de su asiento.

—Seguidme, os llevaré con los demás —dijo un doctor.

Llegamos a una sala con asientos y un proyector. Nos indicaron que nos sentáramos y me senté al lado de una chica, con Ed a mi izquierda.

Se encendieron un poco más las luces y una mujer andaba inquieta por una plataforma que parecía un pequeño escenario. Al mirar su reloj, dijo:

—La profesora Jenn debería llegar dentro de poco. Hasta entonces, esperad a que llegue.

Me aburría mucho tener que esperar, así que decidí hablar con la chica que tenía al lado.

—Hola, soy Amanda —me presenté.

—Hey, soy Sabrina —respondió ella.

—¿Tú vienes también de un tren? —pregunté.

—No, mi madre es doctora y yo también tengo poderes así que me mandaron aquí a aprender a usarlos —respondió ella.

Llegó una mujer a la plataforma y empezó a hablar:

—Soy la profesora Jenn. Os voy a dar una pequeña explicación de cómo van a ser vuestras tres semanas de clases, empezarán dentro de unos días debido a una complicación con una de las alumnas.

La profesora iba a seguir hablando pero alguien la interrumpió:

—¿Grupos?

—Sí, os dividiremos en tres grupos dependiendo de vuestra edad. Voy a decirlos solo una vez, así que prestad atención —respondió.

No reconocí ningún nombre del primer grupo, excepto el de Carla. Intenté memorizar todos los nombres de los integrantes del grupo dos.

—Walter, Sabrina, Sam, Nataly, Susan, Amanda, Ambar y Elliot.

Reconocí el mío en la lista de nombres que la profesora dijo. Estaba en el grupo dos con Ambar. Y con Sabrina.

No presté mucha atención a los miembros del grupo tres, pero distinguí el nombre de Ed entre ellos.

—Voy a nombraros y os ponéis en una fila —dijo la profesora Jenn leyendo de una libreta.

Mentes PoderosasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora