29.

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Desperté por sexta vez en toda la noche. Pesadillas.

Decidí salir de la cama, estaba segura de que no iba a poder dormir más en toda la noche.

Salí de puntillas del gimnasio del instituto, donde habían puesto sacos de dormir por todas partes y fui a ver a Ambar, que aún estaba en una camilla recuperándose.

Encontré a Abby en uno de los pasillos, cerca de la salida.

—Avery —dijo ella— ¿Puedo hablar contigo?

—Claro, Abby ¿Qué te ocurre?

Sacó de su bolsillo una piedra y me la lanzó a la cara.

Instintivamente la paré con los poderes, un tremendo error.

—¡Lo sabía! —exclamó Abby.

—Llevaba sospechando mucho tiempo, ¿sabes? —dijo ella enfada.

Du vet ikke norsk, ikke sant? —preguntó Abby en otro idioma.

—Yo... —intenté decir.

—No sabes noruego —dijo ella.

—No... —murmuré.

—¿Podrías explicarme de qué va esto? —preguntó enfada.

—¿Qué...?

—Lo de venir aquí, luego el jueguecito ese de ser estudiantes de intercambio, y luego esa farsa de el ataque —hizo una pausa— ¿Qué queréis de nosotros?

—Abby... —murmuré—. Puedo explicarte...

—Todos ocultan secretos —me interrumpió—. Mi madre y su supuesto trabajo de directora del colegio, luego el viaje falso de mis hermanas, las gemelas...

Entonces una idea vino a mi mente.

—Espera un momento —dije— ¿Tu madre es la directora del colegio?

—Sí... —respondió.

—¿Y tienes dos hermanas gemelas? —pregunté.

—Sí, se llaman... —fue interrumpida por mí.

Todo iba encajando ¿y si...?

—Déjame averiguarlo, Emma y Emily —me arriesgué a decir.

En un abrir y cerrar de ojos, estaba en el suelo. Abby estaba encima de mí y me miraba enfurecida.

Ni siquiera me dio tiempo a darme cuenta, fue como un... acto reflejo...

¡EXACTO!

—Abby, Abby —grité— ¡YA LO ENTIENDO!

—Ven, tengo que enseñarte una cosa —insistí levantándome del suelo.

Abby me siguió en silencio hasta la zona de los heridos.

(...)

—Mamá —dijo Abby al llegar al hospital.

La directora volteó hacia Abby.

—¿Qué te ocurre, Abby —preguntó su madre.

Ella la miró preocupada.

—Perdone, señora Clyde ¿Puedo hablar contigo de algo importante? —pregunté educadamente.

—Claro, Am... Avery —respondió ella.

Una vez que nos alejamos lo suficiente para que Abby no pudiera oírnos, empecé a hablar.

—¿Cuánto tiempo más pensabas ocultárselo? —le pregunté seria.

—No quería que... —murmuró la directora.

Mentes PoderosasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora