Capitulo 8.

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El sol mañanero de Miami se filtraba por las cortinas grises del apartamento de Lauren anunciándole a la ojiverde que era un nuevo día. Aunque hubiese querido pensar que había pasado una buena noche, no lo hizo. El pensar en la mujer de penetrantes ojos marrones con la que se había encontrado el día anterior la había tenido dando vueltas en la cama toda la noche. Se sentía extraña puesto que ya hacía algún tiempo en el que algo a parte del trabajo le impidiera dormir, o alguien. Nadie había sido protagonista de sus insomnios después de Lucy. Por tanto, que una mujer a la que ni siquiera conocía y a la que aún no le dejaba de sorprender lo abrupta que había sido con ella cuando la vio, le hubiese ocasionado insomnio le sorprendía enormemente. Para su fortuna, era sábado, lo que significaba que no tendría una larga jornada laboral de la que preocuparse. Aunque para nadie era un secreto que la Arquitecta invertía incluso sus fines de semana para trabajar, este sería diferente ya que sus padres habían organizado una parrillada en su casa en Miami Beach con toda la familia. Su padre le había dicho que el motivo era para celebrar la llegada de su hermano, pero la morena sabía que detrás de eso se ocultaba la preocupación de su padre por el hecho de que ésta trabajaba demasiado y que necesitaba distraerse. No lo dijo, pero lo agradeció internamente.

Sin detenerse a pensar más de la cuenta en la misteriosa mujer del día anterior, se enlistó para irse a comprar unas cuantas cosas antes de irse a la casa en la playa de los Jauregui, nunca le gustaba llegar con las manos vacías. Una vez que tuvo todo lo necesario para complacer los para nada extravagantes gustos de cada miembro de su familia, se encaminó en su Chevrolet Cruze dorado hacía la playa.

A Lauren le encantaba esa casa, primeramente porque adoraba la playa, y segundo porque allí, como en todo lugar en el que los Jauregui hacían una parte de su vida, se respiraba un ambiente de paz y tranquilidad que la ojiverde jamás podría pasar por alto. Los Jauregui eran una familia bastante espiritual y zen, por lo que a todo sitio al que llegaran u ocuparan siempre tenía esa aura de armonía que le era difícil conseguir en otro lugar. Quizás esa era la razón por la cual le costaba tanto desprenderse de su familia. Le aterraba la idea de que si ellos se fueran ella nunca lograra conseguir esa paz interior que tan importante era para ella.

La ojiverde se detuvo frente al gran portón que daba entrada a la residencia playera de los Jauregui, colocó la contraseña que daba acceso a la casa como si de tocar una melodía se tratase. Las puertas se abrieron mostrándole el hermoso y amplio jardín lleno de distintas y exquisitas flores perfectamente cuidadas. A veces le sorprendía la manera en la que su madre se tomaba el tiempo de cuidar de ese jardín cuando ni siquiera vivían ahí. Pero así era Clara, dedicada en todo lo que se proponía. Al final del jardín se encontraba la hermosa y moderna casa de los Jauregui. Era una enorme mansión con un estilo claramente moderno. La fachada era en su mayoría de cristal lo que hacía que la casa fuese bastante iluminada. Tenía revestimientos en mármol color beige y unos toques de madera color caoba en las puertas. La castaña aparcó su automóvil en la ya muy conocida entrada de la casa mientras recogía del maletero lo que había comprado para sus familiares antes de venir.

No había necesidad de abrir la puerta puesto que cuando sus padres hacían reuniones en aquella casa dejaban la puerta abierta para no tener que estar abriendo cada vez que el timbre sonara. Y como era una residencia privada, sólo tenían que abrir el portón de entrada cuando alguien llegara desde dentro de la casa. La mayor de los Jauregui se encaminó hacía la ya muy conocida e inmensa cocina donde sabía que encontraría a su madre. Pero para su sorpresa, no estaba ahí. Dejó las cosas sobre la encimera antes de dirigirse a la parte trasera de la casa donde estaba la parrillera y el acceso a la playa privada. Fue ahí donde se encontró a sus padres preparando la mesa para los invitados y a su hermano Chris poniendo el carbón para comenzar a hacer la parrilla.

Love Only; Camren.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora