Capitulo 23.

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The only way out, is through.


Misma empresa. Mismas caras. Mismas sonrisas fingidas. Mismo café en la mañana. Mismo recorrido para ir a la oficina. Todo era lo mismo, menos ella.

– Buenos días, Lau. Se te extrañaba por aquí. – Dijo la suave voz de Natalia al tiempo que entraba detrás de la ojiverde en su oficina.

Lauren sólo se limitó a regalarle una media sonrisa que ni siquiera mostró sus dientes para seguidamente sentarse detrás de su escritorio, el que no había añorado para nada.

– Buenos días. – Respondió ésta simplemente mientras encendía su laptop y veía cómo su bandeja de entrada se llenaba de miles de correos. Suspiró para sí a lo que Natalia simplemente hizo una mueca de tristeza y salió de su oficina. No creía que fuera un buen momento para atosigarla con trabajo.

La ojiverde escondió su cara entre sus manos apenas sintió que se encontraba sola. No llevaba ni veinte minutos de regreso y ya se sentía enferma estando ahí. Lo peor de todo, es que el día apenas comenzaba.

– Hola linda. – Oyó de la suave voz de Camila que acababa de entrar con una caja de sus chocolates favoritos en la mano.

Lauren tragó la bola que se le comenzaba a formar en la garganta al verla. Se veía tan desolada. Parecía un cachorrito que había perdido a su dueño. Y quizás, retóricamente, era así.

– Hola cariño. – Respondió ésta haciendo acopio de todas sus fuerzas por poner una pequeña sonrisa en sus labios que pudiera esconder el nudo que estaba sintiendo realmente.

– Me alegra que volvieras. – Vio cómo Camila casi ni la miraba a los ojos lo que la hacía ponerse extremadamente nerviosa.

– A mi también. – Dijo ésta sin saber muy bien qué más decirle a la castaña.

– Zayn me contó todo... –

Y fue entonces cuando Lauren sintió que su mundo comenzaba a desmoronarse y con un poco más de atención, serían capaces de escuchar su corazón comprimiéndose para luego estallar en pedazos.

– Yo... Yo... Puedo explicarlo. – Tartamudeó ésta mientras los ojos marrones más lindos se enfocaban en ella por primera vez desde que estaba ahí dentro.

– No tienes nada que explicar. Todo quedó bastante claro. – Dijo ésta con un suspiro sentándose frente a ella.

Lauren podía sentir como su cabeza daba vueltas sin parar y las ganas de vomitar que había sentido desde la mañana, se hacían cada vez más fuertes.

– Igual debo explicártelo. Tu te lo mereces. Yo no sé qué me pasó Camz. – Comenzó la ojiverde mientras gesticulaba exageradamente con las manos y se las pasaba por el cabello cada cinco segundos. – Te juro que yo no quería, todo pasó tan rápido y no tuve tiempo de reaccionar yo fui tan estúpida... –

– Si no hubieses querido no lo hubieses hecho, Lauren. Si algo he aprendido de ti es que no haces nada que no quieras. – Dijo la castaña con expresión seria mientras clavaba sus ojos marrones sobre ella.

– Yo, lo siento. En verdad lo siento. – Susurró la morena mientras bajaba la mirada y retorcía sus manos encima de su regazo.

Camila la miró y simplemente suspiró mientras se ponía de pie y fijaba su atención en las fotos que la ojiverde tenía en su oficina. Irremediablemente sonrió cuando notó que había una foto de ellas dos allí que meses atrás, cuando ella llegó a la empresa, no estaba.

– ¿Te arrepientes? – Preguntó ésta sin voltearse mientras Lauren veía su espalda y apretaba sus labios.

– Cada día desde entonces. – Respondió ella a lo que Camila se giró sobre sus talones ladeando la cabeza mientras la miraba de arriba a abajo.

Love Only; Camren.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora