Love Only; Camren.

Capitulo 42.

Era media mañana y ya habían varios empleados que iban de un lugar a otro, algunos con miles de papeles encima que debían entregar. Otros simplemente paseando por los pasillos visitando a sus compañeros con cafés en mano. También estaba el chico que repartía la correspondencia a cada empleado paseando con su carrito lleno de sobres o paquetes de oficina en oficina. A simple vista, cualquier día normal en la empresa de Cabello C.A. salvo por una pequeña variable. Una variable con cabello negro y ojos verdes esmeralda que hasta hace un mes no estaba allí. Una variable que caminaba por los pasillos con mirada seria y penetrante haciendo que todos se apartaran de su camino al verla pasar por lo intimidante que era. Así, despampanante y misteriosa era Lauren Jauregui para todos allí.

La ojiverde hacía su camino habitual de los ascensores hasta la oficina de su novia, la cual ahora también era la suya. Mentía si decía que cuando Alejandro le hizo aquella propuesta de trabajar junto a ellos en la empresa en realidad no estaba aterrada. Claro que lo estaba. Ya había pasado un buen tiempo en el que los caros trajes formales no formaban parte de su vestimenta. Así como hacía tiempo en el que no pasaba el día entero sentada detrás de un escritorio haciendo papeleo o diseñando algo en su laptop. Pese a sus miedos, una parte de ella tenía que admitir que por más que la vieja Lauren se hubiese ido, ese seguía siendo de alguna manera su mundo. Le había asustado volver a la rutina y el estrés pero ciertamente se había adaptado desde el primer día. Es cierto, ya no daba ordenes, ahora era la que las recibía pero independientemente de eso, había una parte de ella que se sentía en paz, como si siempre debió ser así.

Lauren llegó a la puerta de su, ahora compartida, oficina dándole un pequeño saludo con la mano libre a Ally, la secretaria de Camila que por alguna razón apenas la conoció se le había lanzado encima para abrazarla emocionada por al fin conocer a la que ella pensaba que era una invención de Camila. La pequeña le caía bastante bien si Lauren tenía que admitir, era bastante alegre y servicial y una parte de ella se alegraba de que su Camila estuviera rodeada de personas así. Camila no se merecía menos que eso. Sin tardarse demasiado abrió la puerta encontrándose con su novia sentada encima del escritorio con el teléfono en su oreja y el ceño fruncido. La ojiverde sonrió y sus ojos que hasta hace unos momentos habían estado tan serios brillaron al verla. Aún no creía que después de tanto Camila y ella estuvieran juntas, incluso varias veces se pellizcaba los brazos sin que Camila la viera sólo para confirmar si estaba soñando o no. Claro que lo que ella no sabía era que la castaña si se daba cuenta y se moría de ternura al verla.

La ojiverde cerró el espacio que las separaba poniéndose entre las piernas de su novia y dejando el café que le había traído en el escritorio junto a ella. Camila sonrió al verla aún al teléfono y abrió sus brazos abrazándola contra su pecho sintiendo a su novia meter la nariz en su cuello al estar ella más alta que Lauren.

– Si sería tan amable de traerme los informes que hizo de los suelos hasta acá se lo agradecería muchísimo. Nos quedamos sin mensajeros y ahora mismo se me complica demasiado ir personalmente por ellos. – Decía Camila a través del teléfono mientras Lauren le dejaba besitos en el cuello que le hacían cosquillas.

– Amor basta. – Susurró despegándose el telefono de la oreja y encontrándose con su novia frunciendo el ceño. Ella odiaba que Camila no le prestara atención. – Si, sigo aquí. – Retomó cuando escuchó que le seguían hablando desde la otra linea sin dejar de abrazar a la ojiverde que ahora sólo escuchaba la conversación paseando sus manos por sus piernas con aire ausente.

La castaña siguió hablando un rato más de los dichosos informes a los que Lauren ya les tenía rabia porque no dejaban que Camila la notara, lo que era ridiculo, para luego colgar por fin y centrarse en la ojiverde que le sonrió enormemente al tener su atención.