Capitulo 12.

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Una semana había pasado desde la cena con Camila. Una semana en la que ambas habían comenzado a trabajar juntas en el proyecto del hotel y se habían dado cuenta lo perfectas que eran juntas, no sólo en el ámbito laboral. Mientras la ojiverde más la conocía más encantada quedaba con la personalidad de la espectacular latina. Y mientras Camila más la conocía más prendada de ella quedaba. Durante esa semana Lauren no supo de Taylor ya que ésta se encontraba muy ocupada con los preparativos de su boda como para ir a la oficina, o eso le habían comentado sus padres. Y lo cierto era que Lauren no podía estar más feliz sobre ese hecho ya que no sabía qué reacción debía tomar con respecto a ella.

La presencia de Lucy durante esos días era algo que tampoco podía pasar por alto. Había perdido la cuenta cuántas veces la pelinegra la había invitado a almorzar, invitaciones que Lauren declinaba enormemente comentándole sobre todo el trabajo que aún tenía por delante, lo cual no era mentira. Pero ella sabía que una parte de su ser tampoco deseaba estar tan cerca de Lucy, después de su intento de beso la semana pasada Lauren trataba en la medida de lo posible que ambas no tuvieran la oportunidad de quedarse a solas por mucho tiempo. Ella no sabía cuál podría ser su reacción si Lucy decidía besarla de nuevo y no era algo que estaba dispuesta a averiguar. Camila había sido de gran ayuda en ese aspecto ya que las veces en las que Lucy decidía pasarse por la oficina de la ojiverde, la latina aparecía como su sombra para interrumpirlas. Algo que Lucy claramente no había dejado pasar por alto y ocasionaba que su odio contra la castaña incrementara.

Pero Lauren no tenía tiempo para los dramas existenciales de Lucía Vives, así que se limitaba al trato profesional. No sabía cuánto le duraría esa carta, pero por el momento, era la única que estaba dispuesta a jugar.

Lauren y Camila habían decidido comenzar con la maqueta del hotel ya que tenían todos los planos listos y los renders, y los inversionistas estaban desesperados por ver en 3D lo que sería el proyecto. Ambas chicas se dirigieron al piso 10 del edificio donde se hallaban todos los laboratorios de experimentación, análisis de materiales y por supuesto, la sala de maquetería, que era donde los Arquitectos de la empresa creaban sus proyectos en 3D. Lauren no podía saber a ciencia cierta cuántas horas llevaba allí con Camila haciendo la maqueta del hotel, pero debía suponer que era mucho tiempo ya que el dolor de su espalda era inaguantable. Se tomó un descanso para sentarse a ver cómo Camila colocaba detalles de ventanas con unas pequeñas pinzas y unos lentes que servían de lupa para ese tipo de detalles. Lauren pensó que se veía guapísima con su camisa blanca remangada hasta los codos, y el cabello ligeramente despeinado de tanto pasarse la mano por él. Sus manos eran sumamente delicadas a la hora de agarrar las pinzas, y a Lauren le encantaba cómo fruncía el ceño cuando se concentraba. Eran esos pequeños detalles los que ella había podido notar en esta semana mientras que trabajaba junto a la latina. Se había vuelto adicta a espiar a la muchacha mientras ésta trabajaba con ella en su oficina y a memorizar cada detalle que podía de ella. Como cuando se concentraba viendo algo en la computadora y apoyaba su barbilla en su mano. O cuando estaba estresada se mordía la lengua y fruncía el ceño. Era sumamente adorable.

Lauren se sorprendió ante el hecho de que ya conocía algunas de sus manías, ella se consideraba una persona detallista, pero lo cierto era que con la latina había logrado repasar mentalmente cada detalle que podía en tan poco tiempo, que ciertamente le asustaba. La ojiverde se dispuso a frotar sus sienes mientras cerraba los ojos para tratar de concentrarse. Era prácticamente una rutina tener que recordarse cada día que sólo eran compañeras de proyecto, una vez que el proyecto terminara, Camila volvería a Mexico y no volverían a verse. Ella no podía plantearse algo más allá de lo laboral con ella. Y menos cuando Lucy no salía completamente de sus pensamientos.

Camila levantó la mirada momentaneamente de la maqueta para ver a su acompañante sentada en el taburete del mesón mientras se frotaba la sien con los ojos cerrados. Eso era un claro indicativo de que estaba cansada y estresada. Quizás Lauren no era la única que había logrado memorizar cada detalle de su compañera. La latina sonrió para ella misma al darse cuenta que en tan sólo una semana había logrado descubrir más sobre Lauren de lo que ella misma había planeado. Y pese a su circunstancia, eso le agradaba.

Love Only; Camren.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora