Capitulo 9.

12K 509 133
                                    




En el mundo existen todo tipo de métodos para escapar de la realidad. Muchos recurren a las drogas, al alcohol, otros al sexo. Lauren siempre recurría al sueño. Para ella no había ni existía catalizador más potente que ese. Si, puede que una noche de fiesta con mucho alcohol y terminar bajo las sabanas de alguien más pudiera mitigar el dolor o la culpa, pero eso nunca resolvería el problema en si. No es como si el sueño lo hiciese, pero al menos ayudaba a recomponer un poco la mente por unas horas.

La ojiverde lentamente fue abriendo los ojos hasta que éstos se acostumbrasen a la luz solar que entraba por la ventana de la habitación. Por un momento no recordaba dónde estaba, ya que claramente sabía que esa no era su habitación, hasta que poco a poco su mente fue recordando los acontecimientos que la llevaron a donde se encontraba ahora y con ello, el dolor punzante que sentía en su pecho desde el momento en el que le zampó esa cachetada a su prima que probablemente había destruido cualquier esperanza de reconciliación con ella.

La mayor fue sentándose poco a poco en la cama en la que no había notado compañía hasta el momento. Al otro lado de ésta se encontraba sentado Louis mientras la miraba fijamente con el cabello húmedo goteándole y mojando la camiseta gris que llevaba puesta. El castaño llevaba rato sentado ahí viendo a su amiga dormir apaciblemente desde que había vuelto de su rutina mañanera de salir a correr y haberse dado una ducha. Verla dormir era extrañamente tranquilizador para él. La ojiverde lucía muchísimo más joven y serena cuando dormía y esa era una faceta de la que mucha gente no podía disfrutar de ella en cualquier día normal. Él al igual que todos los que conocían a la chica sabían de sobra el enorme estrés y responsabilidad con la que ella tenía que lidiar, no sólo en el trabajo, sino también en su vida privada. Así que poder verla aunque fuese sólo un momento llena de tranquilidad, lo llenaba profundamente, ya que la ojiverde era una de las pocas personas que le transmitían calma y confort con su mera presencia.

El castaño le quitó unos mechones de cabello de su cara y los colocó detrás de su oreja antes de fijarse en los ojos verdes que habían perdido el brillo mirándolo agradecidos. Pero desafortunadamente él no pudo concentrarse en eso ya que la ojiverde tenía los ojos alarmantemente hinchados y lucía realmente derrotada. Y esa era sin duda una imagen que él nunca hubiese asociado con su estridente amiga.

– Buenos días Bella Durmiente. – Trató de bromear un poco Louis para poder mitigar el dolor que se extendía por el pecho de la chica.

– Lamento mucho haber aparecido ayer así, sé que no tienes que lidiar con mis problemas, pero agradezco mucho que me dejaras estar aquí. – La morena trató de forzar una sonrisa sin éxito.

– No te disculpes, sabes que siempre te sostendré cuando te vea caer. Es nuestro trato, ¿lo olvidas? – Esta vez el muchacho pasó un brazo sobre los hombros de la chica para acercarla a él en un intento de abrazo.

– Lo sé, y te amo por eso. – Esta vez la ojiverde lo miró profundamente a los ojos. Necesitaba que el chico supiera lo importante que era para ella. Lauren sabía que su amigo tenía mucho con lo que lidiar en su vida privada como para acarrearle otra preocupación, pero por otro lado él tenía razón. Ellos se habían prometido siempre sostenerse cuando se vieran caer, y aunque el castaño fuese el que más caía, ella era feliz de saber que él estaba dispuesto a cuidar de ella así como ella lo había hecho en un pasado con él. Los profundos ojos de Louis se concentraron en los verdes esmeralda de su amiga. Podía ver tanta sinceridad y amor en ellos que no pudo evitar sonreír. No era un secreto para nadie que Louis Tomlinson era extremadamente cerrado y distante con todo el mundo. Aunque tenía sus razones para serlo. Pero Lauren era diferente. Ella siempre había logrado que su amigo se abriera con ella. Con ella él era diferente. Con ella si se permitía ser vulnerable y mostrar un lado cariñoso de él que casi nadie lograba ver. Era en momentos así, donde el moreno se alegraba de tener a la ojiverde en su vida.

Love Only; Camren.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora