Love Only; Camren.

Capitulo 43.

MIAMI, FLORIDA.

CHRIS'S POV.

Enterré mi cabeza en mis manos como por cuarta vez en una hora consecutiva. Estas estadísticas indicaban que los materiales que hemos venido utilizando estos últimos tres años no eran tan resistentes como creíamos y eso comenzaba a frustrarme. No teníamos lo que se dice tiempo para buscar otra distribuidora de materiales pero a este paso las demandas que nos iban a llover si nuestras edificaciones fallaban a largo plazo iban a ser colosales. Resoplé frustrado y me dispuse a caminar por la oficina dándome golpes con el dedo indice en mi nariz pensando en una solución. Era gracioso porque esa manía era algo que compartía con Lauren, siempre nos golpeábamos la nariz con el indice al pensar. Suspiré aún más pesado y fruncí el ceño cuando su nombre vino a mi mente. Lauren. Mi hermosa y traidora hermana. Pensé con ironía.

No era un secreto para nadie la poca tolerancia que tenía con respecto a ese tema. De hecho, si podía evitar hablar al respecto u oír algo sobre ella, lo hacía. Hace tres años mi queridísima y responsable hermana huyó como rata en alcantarilla dejándonos a todos con este desastre que respondía al nombre de Jaufeld C.A. Cuando me enteré de que Lauren se había ido entré en una etapa de negación. Me negaba a creer que era cierto, creía con todas mis fuerzas que sólo era una estupida etapa que no había vivido en su adolescencia y que en menos de lo que pensáramos ella volvería. Pero eso no pasó.

Conforme pasaban los meses ella nunca volvió, y con su ausencia llegó mi resentimiento. Resentimiento por haber sido tan cobarde como para haberse ido cuando la situación se le había escapado de las manos. La reina del control se había dado cuenta de que no podía controlar todo a su alrededor y en vez de vivir con eso, simplemente huyó y nos dejó solos a todos. La odiaba porque por su culpa tuve que crecer de golpe y encargarme de la empresa junto con mis padres, que ahora con Katherine en el juego, necesitaban de toda la artillería pesada que tuviéramos. Comencé a trabajar en la empresa incluso sin haber terminado mis estudios. Tuve que matricularme en la Universidad de Miami ya que no podía viajar todos los días de Orlando a Miami para estudiar y ayudar a mis padres al mismo tiempo. Perdí a mis amigos y me tocó dejar de lado las fiestas y escapadas de fin de semana de un chico normal de veinte años sólo porque a mi maravillosa hermana se le había ocurrido la brillante idea de irse a quién sabe dónde que poco me interesaba. El pequeño e inexperto Chris se convirtió en el Ingeniero Civil Christopher Jauregui, el más aclamado para trabajar, y el más joven también.

Ahora tenía 24 años, una oficina completamente mía, había comprado un departamento, tenía un trabajo demandante y una empresa de la que hacerme cargo cuando mis padres no estaban. Y si, muy probablemente tenga todo lo que uno sueña tener a esta edad, pero por alguna razón yo no lo disfrutaba. Habían noches en las que vagamente recordaba todas esas conversaciones que Lauren y yo teníamos antes de que se fuera. Cómo ella solía quejarse de lo duro que era tener tanta carga sobre tus hombros y aunque en ese entonces no lo entendiera del todo, no podía negar el hecho de que eso era lo único en lo que estábamos de acuerdo. No era sencillo, pero al menos yo seguía aquí dando la cara, no como ella.

La puerta de mi oficina se abrió y yo me volteé rápidamente para ver de quién se trataba. Aunque ya lo supiera, sólo había una persona que entraba a mi oficina sin tocar. Taylor.

– ¿Resolviste el problema de los materiales? – Preguntó mi prima sin rodeos sosteniendo unas carpetas contra su pecho y con mirada seria.

– Aún no. – Resoplé sentándome detrás de mi escritorio bajo su atenta mirada. – Lo más sano sería buscar a otra distribuidora. – Taylor soltó un suspiro mirándome para terminar sentándose en la silla frente a mí.

– Perderemos mucho tiempo haciendo eso, Chris. – Yo asentí de acuerdo con sus palabras ya que lo sabía.

– Lo sé, pero no tenemos otra opción. – Tomé los informes de estadísticas que había estado revisando hace un momento y los deslicé en la mesa hasta ella para que los tomara y los guardara en la carpeta que llevaba, la cual iba a ir directo a presidencia para que nuestros padres lo aprobaran.