Love Only; Camren.

Capitulo 17.

La fiesta de la menor de los Steinfeld, más que una celebración, parecía ser más bien una exorcización de todas las malas energías de cada miembro de la familia Jauregui-Steinfeld. Salvo para uno.

Harry había logrado huir de todo el drama familiar que se regocijaba en la mesa de la familia, encontrando su escape en el balcón de ese salón de fiesta tan elegante. Para su suerte, no había nadie allí, lo que le proporcionaría unos cuantos minutos de reflexión consigo mismo.

El moreno miró hacia el enorme y despejado cielo de la noche, encontrándose con alguna que otra estrella haciéndole compañía a él, y a la solitaria luna con la que ahora parecía tener bastante en común. Resultaba curioso pensar cómo algo tan hermoso como una luna tan brillante no tuviera miles de espectadores admirándola. Pero supongo que así pasaba con las cosas hermosas, nunca nadie parecía estar interesado en admirarlas.

Se preguntó si sus padres estarían viendo la misma luna en ese momento. Si era así, quizás era lo más cercanos que alguna vez estuvieron de él. Lo cual, era bastante deprimente. Lo que le recordaba el motivo por el cual se hallaba allí en ese momento en primera instancia. Y es que Harry no podía sentirse más fuera de lugar. Y no se refería sólo a la fiesta, se refería a todo en general.

No podía negar que siempre estaría inmensamente agradecido con los Jauregui por haberle brindado cobijo y amor. Así como no podía negar lo mucho que los amaba. Pero si era sincero consigo mismo, él sabía que nunca sería parte de esa familia por completo. Lo supo siempre. Era la razón por la cual no había aceptado que ellos le dieran su apellido. Porque no importaba cómo se vistiera, ni donde viviera, ni a quién le dijera "mamá" y "papá", él era un Styles. Y siempre lo sería. Su pasado lo perseguiría a donde fuera.

El muchacho sacó una pequeña caja de cigarrillos del bolsillo trasero de su pantalón mientras se disponía a encenderlo para luego darle una calada. Él no era de fumar, pero debía admitir que en ocasiones así, necesitaba algún tipo de estimulante para tratar de salir un poco de lo que era su realidad. ¿Cuánto tiempo más podría soportar sin decirles a Clara y a Michael que era homosexual? ¿Cuánto más tiempo tendría que estar peleado con Lauren? ¿Cuánto más daño tenía que hacerle a Louis? ¿Cuánto más tenía que fingir que le gustaban las mujeres que Chris le mostraba en su cuenta de Instagram? ¿Cuánto más iba a seguir viviendo una vida que no era suya?

La mirada se le perdió en el cigarro que se consumía poco a poco entre sus dedos. Casi como se estaba consumiendo él. Era una muy buena metáfora. Si tenía que admitir.

Le dio otra calada mientras veía fijamente ese cielo tan poco estrellado, preguntándose qué hubiese sido su vida ahora si los Jauregui no hubieran aparecido en ella. ¿Qué sería de él ahora si Lauren nunca le hubiese hablado en la escuela? ¿O qué sería de él si ella simplemente nunca hubiese asistido a esa escuela? Claramente no lo sabía. Y si era sincero, no quería saberlo. Claro que estaba molesto con Lauren en ese momento, pero eso nunca iba a cambiar lo que sentía por ella. Era su hermana. Lo fue incluso antes de que sus padres lo adoptaran. Lo sería hasta que su corazón dejara de latir. Tal y como lo habían prometido siempre.

El cigarro se terminó de consumir en sus dedos, por lo que tuvo que tirarlo y sacar otro mientras se lo llevaba lentamente a los labios. Sintiendo cómo el humo quemaba su garganta, deseaba que así mismo quemara todos sus problemas.

– Al parecer no soy la única que intenta desaparecer. – Escuchó decir a Taylor a sus espaldas.

Era extraño verla dirigiéndole la palabra a él. Ninguno tenía una buena relación con el otro. Aunque era mejor decir que no tenían relación alguna. Cuando los Jauregui lo adoptaron, el resto de la familia siempre lo trató cortésmente. No lo trataban como un miembro de la familia porque realmente no lo era. Pero todos le tenían cariño. Todos menos Taylor.