Un café por amor

5:00 p.m Día 30

"Dedicado a todas las personitas que han seguido esta historia hasta este punto".

—Cerrado —susurró.

No lo había imaginado, no había pensado en la hora, solo había pensado en él. En que estaría ahí para ella. Esperando. Sin moverse, tal como lo decía su nota. Pero el local ya había cerrado y él no estaba esperando por ella. De nuevo la abordó una sensación de vacío y de nuevo surgieron los temores en ella, las preguntas, las ideas, su precipitación, las palabras de Nicolás, las de su hermana pidiéndole que no se quedara...

—Sophie. —Hasta que lo escuchó llamarla—. Eres veloz, Sophie Red.

Ella lo miró alegre por verlo, nerviosa por el futuro; sintiendo pena por sus pensamientos.

—Creí haber llegado tarde —negó.

—Yo llegué tarde. No pude aguantar tanto tiempo, tenía que verte y te escapaste. —Ella lo miró curiosa de lo que decía, sin poder entenderle.

—Kev, yo...

—¿Quieres salir conmigo? —preguntó él.

Sin que ella pudiera hablar o decir lo que pensaba, asintió. Él veía de nuevo esos instantes que habían sido cortos, pero importantes. Veía las largas conversaciones, los días nublados o azulados junto a ella. Veía sus labios probando los suyos en un arrebato que jamás creyó cumplir. El sonrojo en sus mejillas, las pupilas brillantes, la sonrisa aun en su beso. Kev sintió un sinfín de emociones a las que no deseaba darles nombre, no en ese momento.

—Sí quiero.

Fin