Destiny en Hogwarts [La Piedra Filosofal] #Wattys2017

Capitulo 9. El Maestro de Pociones

Fuimos a pociones, hablando de algo relacionado con los deberes, algo acerca de que iban a necesitar ayuda. Yo les ofreci mi ayuda, en algunos, aunque en Historia no podría ayudarles, me he dormido en todas, terminado jugando gato con Seamus y Dean, Dean me enseño a hacer aviones de papel en las clases. Por lo que no prestaba mucha atención como debería.

Me gustan las pociones, mi mamá hacia las medicinas y pociones para curar, a veces para atraer cierto tipo de animales, otros eran venenos por las criaturas que encontraba en los alrededores y a veces unas pociones muy bonitas.

Me las enseño a hacer, es un arduo trabajo, pero le habia agarrado gusta a las pociones mientras crecia.

Las clases de Pociones se daban abajo, en un calabozo. Hacía mucho más frío allí que arriba, en la parte principal del castillo, y habría sido igualmente tétrico sin todos aquellos animales conservados, flotando en frascos de vidrio, por todas las paredes.

Snape, como Flitwick, comenzó la clase pasando lista y, como Flitwick, se detuvo ante el nombre de Harry

—Ah, sí —murmuró—. Harry Potter. Nuestra nueva... celebridad.

Draco y sus amigos Crabbe y Goyle rieron tapándose la boca. Bien, como mis valores y... mi mamá me decía "Los amigos siempre están ahí para protegerse, inclusive cuando no eres la mas fuerte, rápida o inteligente, pero bueno..." si alguien les hace daño, yo también hare daño.

Snape, dijo mi nombre y después el de mi hermana, a la cual vi, con otras chicas hablando. Snape terminó de pasar lista y miró a la clase. Sus ojos eran tan negros como los del hombre gigante, pero no tenían nada de su calidez. Eran fríos y vacíos y hacían pensar en túneles oscuros.

—Ustedes están aquí para aprender la sutil ciencia y el arte exacto de hacer pociones —comenzó. Hablaba casi en un susurro, pero se le entendía todo. Como la profesora McGonagall, Snape tenía el don de mantener a la clase en silencio, sin ningún esfuerzo—. Aquí habrá muy poco de estúpidos movimientos de varita y muchos de ustedes dudaran que esto sea magia. No espero que lleguen a entender la belleza de un caldero hirviendo suavemente, con sus vapores relucientes, el delicado poder de los líquidos que se deslizan a través de las venas humanas, hechizando la mente, engañando los sentidos... Puedo enseñarles cómo embotellar la fama, preparar la gloria, hasta detener la muerte... si son algo más que los alcornoques a los que habitualmente tengo que enseñar.

Más silencio siguió a aquel pequeño discurso. Hermione Granger, que estaba sentada junto a mí, parecía estar al borde de la silla, y parecía desesperada por empezar a demostrar que ella no era un alcornoque.

—¡Potter! —dijo de pronto Snape—. ¿Qué obtendré si añado polvo de raíces de asfódelo a una infusión de ajenjo?

Dudo que Harry sepa, nunca ha estado en presencia de pociones o algo parecido, por lo que me puse a pensar. Ya lo tengo, asfódelo y ajenjo producen una poción para dormir tan poderosa que es conocida como Filtro de Muertos en Vida estaba por pasarle la respuesta, cuando la mano de Hermione me distrajo.

—No lo sé, señor —contestó Harry. Hice una mueca, por distraerme y no ayudarle.

Los labios de Snape se curvaron en un gesto burlón.

—Bah, bah... es evidente que la fama no lo es todo.

No hizo caso de la mano de Hermione.

—Vamos a intentarlo de nuevo, Potter. ¿Dónde buscarías si te digo que me encuentres un bezoar?

En una cabra... casi me daba un manotazo Hermione, cuando levantaba la mano. Me estaba por darle la respuesta cuando... Draco y a sus amigos, que se desternillaban de risa.