Capitulo 19. Nicolas Puff.

6.3K 525 137
                                    

Dumbledore había convencido a Harry de que no buscara otra vez el espejo de Oesed, y durante el resto de las vacaciones de Navidad la capa invisible permaneció doblada en el fondo de su baúl. Pero el dia siguiente. Comenzó a tener pesadillas. Una y otra vez.

—Tranquilo, Harry —decía, mientras me levantaba a calmarle sus pesadillas, me habia contando que soñaba que sus padres desaparecían en un rayo de luz verde, mientras una voz aguda se reía. Supuse que Harry tenia un leve recuerdo sobre la muerte de sus padres, porque la maldición asesina, puede variar de forma, mas el color es el mismo, verde.

—No sé porque me da miedo —me señala Harry—, tan solo sé, que tienes razón, hay cosas que nos hacen sentir miedo, pero no por lo que son, sino por lo que hay detrás.

—Mi mamá me solia cantar una canción de cuna, me la solia cantar una acerca de la tormenta, porque mi segundo temor son los rayos.

—Nunca he escuchado canciones de cuna —señaló Harry sin darle importancia a si cantara bien o fuese tranquilizante—. Cantame una.

—No canto muy bien —Harry me miro suplicante—. Bien, te cantare tu primera canción de cuna —reí Harry me mira divertido, me aclaro la garganta intentando recordar la melodía—.

"Little child, be not afraid
The rain pounds harsh against the glass
Like an unwanted stranger
There is no danger
I am here tonight

Little child
Be not afraid
Though thunder explodes
And lightning flash
Illuminates your tearstained face
I am here tonight

And someday you'll know
That nature is so
This same rain that draws you near me
Falls on rivers and land
And forests and sand
Makes the beautiful world that you see
In the morning"

—¿Eso es todo? —pregunta sorprendido.

—No, pero es todo lo que te cantare —le explique, mientras estaba en su cama, me mira con una sonrisa, voltee los ojos para evitar la vergüenza, y me volví a dormir.

—¿Te das cuenta? Dumbledore tenía razón. Ese espejo te puede volver loco —dijo Ron, cuando estabamos levantados.

Hermione, que volvió el día anterior al comienzo de las clases, consideró las cosas de otra manera. Estaba dividida entre el horror de la idea de Harry vagando por el colegio tres noches seguidas («¡Si Filch te hubiera atrapado!») y desilusionada porque finalmente no habíamos descubierto quién era Nicolás Flamel.

Ya casi habíamos abandonado la esperanza de descubrir a Flamel en un libro de la biblioteca, aunque estaba segura de haber escuchado el nombre en algún lado. Cuando empezaron las clases, volvimos a buscar en los libros durante diez minutos durante los recreos. Harry tenía menos tiempo que ellos, porque los entrenamientos de quidditch habían comenzado también.

—Ya vez, ese Oliver Wood es un maniaco del quidditch —Wood los hacia trabajar más duramente que nunca. Ni siquiera la lluvia constante que había reemplazado a la nieve podía doblegar su ánimo. Los Weasley y mi hermano, Tom, estaban de acuerdo conmigo cuando decía que Wood era un maniaco.

—Si ganamos el próximo partido contra Hufflepuff, podríamos alcanzar a Slytherin en el campeonato de las casas, por primera vez en siete años. Además de que deseo ganar; sabes tengo menos pesadillas cuando estoy cansado por el ejercicio.

Voltee los ojos y mire a Grayson, este me señaló que lo acompañara fuera del comedor, e inmediatamente me paraba e iba, como si mis pies flotaran, este me miro divertido.

Destiny en Hogwarts [La Piedra Filosofal] #Wattys2017Donde viven las historias. Descúbrelo ahora