Algo en la sonrisa burlona de Draco durante la semana siguiente me ponía bastante nerviosa. Por lo que pasaba gran parte de mi tiempo libre en la oscura cabaña de Hagrid, tratando de hacerlo entrar en razón.
—Si, es bonito...
—Siempre he querido tener un dragón.
—Yo igual, pero Hagrid... —era imposible hablar con Hagrid, parecía bastante entercado con tener al dragón con él, porque supuestamente era su madre. Mire el dragón. Había triplicado su tamaño en sólo una semana. Ya le salía humo de las narices. Hagrid no cumplía con sus deberes de guardabosques porque el dragón ocupaba todo su tiempo. Había botellas vacías de brandy y plumas de pollo por todo el suelo.
—He decidido llamarlo Norberto —dijo Hagrid, mirando al dragón con ojos húmedos—. Ya me reconoce, mirad. ¡Norberto! ¡Norberto! ¿Dónde está mamá?
—Ha perdido el juicio —murmure en dirección a Harry.
—Hagrid —dijo Harry en voz muy alta—, espera dos semanas y Norberto será tan grande como tu casa. Malfoy se lo contará a Dumbledore en cualquier momento.
Hagrid se mordió el labio.
—Yo... yo sé que no puedo quedarme con él para siempre, pero no puedo echarlo, no puedo.
Harry se volvió hacia Ron súbitamente.
—Charlie —dijo.
—Tu también estás mal de la cabeza —dijo Ron—. Yo soy Ron, ¿recuerdas?
—No... Charlie, tu hermano. En Rumania. Estudiando dragones. Podemos enviarle a Norberto. ¡Charlie lo cuidará y luego lo dejará vivir en libertad!
—¡Genial! —dijo Ron—. ¿Qué piensas de eso, Hagrid?
Y al final, Hagrid aceptó que enviaran una lechuza para pedirle ayuda a
Charlie.
La semana siguiente pareció alargarse. La noche del miércoles nos encontró a Harry, a Hermione y a mi sentados solos en la sala común, mucho después de que todos se fueran a acostar, estabamos jugando ajedrez.
—Sí, Harry eres malo de naturaleza —digo cuando mi alfil marcaba el jaquemate.
El reloj de la pared acababa de dar doce campanadas cuando el agujero de la pared se abrió de golpe. Ron surgió de la nada, al quitarse la capa invisible de Harry. Había estado en la cabaña de Hagrid, ayudándolo a alimentar a Norberto, que ya comía ratas muertas.
—¡Me ha mordido! —dijo, enseñándoles la mano envuelta en un pañuelo ensangrentado—. No podré escribir en una semana. Os aseguro que los dragones son los animales más horribles que conozco, pero para Hagrid es como si fuera un osito de peluche. Cuando me mordió, me hizo salir porque, según él, yo lo había asustado. Y cuando me fui le estaba cantando una canción de cuna.
Se oyó un golpe en la ventana oscura.
—¡Es Hedwig! —dijo Harry, corriendo para dejarla entrar—. ¡Debe de traer la respuesta de Charlie!
Los cuatro nos juntamos las cabezas para leer la carta.
Querido Ron:
¿Cómo estás? Gracias por tu carta. Estaré encantado de quedarme con el ridgeback noruego, pero no será fácil traerlo aquí. Creo que lo mejor será hacerlo con unos amigos que vienen a visitarme la semana que viene. El problema es que no deben verlos llevando un dragón ilegal. ¿Podríais llevar al ridgeback noruego a la torre más alta, la medianoche del sábado? Ellos se encontrarán contigo allí y se lo llevarán mientras dure la oscuridad.
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Destiny en Hogwarts [La Piedra Filosofal] #Wattys2017
FanfictionDestiny Wright es la chica más problemática de toda su familia y eso que podría decirse que pasan muchas desgracias alrededor suyo. Y cuando entra a Hogwarts los problemas no acaban. Su facilidad de meterse en problemas y líos, se incrementan cuand...