Capitulo 25. Debajo de la Escotilla.

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Mil Lectores!!! Gracias por leer. 

—No quiero que hagan esto —me dijo Harry cuando estábamos esperando que se vaciara la sala común.

—Llora todo lo que quieras —dije leyendo el libro de Rudimental, mis poderes servirían hoy—, pero no cambiaras mi manera de pensar.

Tras la cena, los cuatro nos habíamos sentado en la sala común, lejos de todos. Nadie nos molestó: después de todo, ninguno de los de Gryffindor hablaba con nosotros, pero ésa fue la primera noche que no me importaba la indiferencia, estaba por hacer algo importante. Iba salvar los traseros de estos ingratos –respire hondo- pero el heroísmo viene de acciones que no buscan recompensas o gratitud, sino del saber qué hacemos un bien para los demás.

Hermione revisaba sus apuntes, confiando en encontrar algunos de los encantamientos que deberían conjurar. Harry y Ron no hablaban mucho. Ambos pensaban en lo que harían. Poco a poco, la sala se fue vaciando y todos se fueron a acostar.

—Será mejor que vayas a buscar la capa —murmure, mientras Lee Jordan finalmente se iba, bostezando y desperezándose. Harry corrió por las escaleras hasta su dormitorio.

Regresó a la sala común.

—Es mejor que nos pongamos la capa aquí y nos aseguremos de que nos cubra a los cuatro... si Filch descubre a uno de nuestros pies andando solo por ahí...

—¿Qué van a hacer? —dijo una voz desde un rincón. Neville apareció detrás de un sillón, aferrado al sapo Trevor, que parecía haber intentado otro viaje a la libertad.

—Nada, Neville, nada —dijo Harry, escondiendo la capa detrás de la espalda.

Neville observó mi cara, creo que tendré la culpabilidad dibujada en ella.

—Vais a salir de nuevo —dijo.

—No, no, no —asegure—. No, no haremos nada. ¿Por qué no te vas a la cama, Neville?

—No pueden irse —insistió Neville—. Les volverán a atrapar. Gryffindor tendrá más problemas.

—Tú no lo entiendes —dijo Harry—. Esto es importante.

Pero era evidente que Neville haría algo desesperado.

—No dejaré que lo hagáis —dijo, corriendo a ponerse frente al agujero del retrato—. ¡Voy... voy a pelear con vosotros!

—¡Neville! —estalló Ron—. ¡Apártate de ese agujero y no seas idiota!

—¡No me llames idiota! —dijo Neville—. ¡No me parece bien que sigan faltando a las reglas! ¡Y tú fuiste el que me dijo que hiciera frente a la gente!

—Sí, pero no a nosotros —dijo irritado Ron—. Neville, no sabes lo que estás haciendo.

Dio un paso hacia Neville y el chico dejó caer al sapo Trevor, que desapareció de la vista.

—¡Ven entonces, intenta pegarme! —dijo Neville, levantando los puños—. ¡Estoy listo!

Esperaba que alguien hiciera algo, pero Harry me veía.

—Haz algo —dijo desesperado. Di un paso adelante.

—Neville —dije—, de verdad, siento mucho, mucho, esto.

Levantó la varita.

¡Petrificus totalus! —grite, señalando a Neville.

Los brazos de Neville se pegaron a su cuerpo. Sus piernas se juntaron. Todo el cuerpo se le puso rígido, se balanceó y luego cayó bocabajo, rígido como un tronco.

Destiny en Hogwarts [La Piedra Filosofal] #Wattys2017Donde viven las historias. Descúbrelo ahora