Capitulo 14. Hermione.

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Durante el fin de semana, les pase los apuntes de Hermione a Ron y a Harry, metiéndome a su dormitorio, diciéndole que sacaría a Ruddy a hacer del baño, lo cual ambos tomaron con provecho.

—¿Y no te pasa la tarea? —me preguntó Harry el domingo por la noche.

—No, eso yo lo puedo hacer sola —le respondo—. ¿Por qué? ¿No has hecho las tareas? —pregunte con asombro, como si fuera un pecado, este bajo la cabeza y asintió—. Harry... me tengo que aprender tu segundo nombre —me interrumpo cuando intentaba regañarlo, este ríe y negué—, nada de risas, Harry, bien, desde mañana te ayudare con lo que pueda en las tareas.

—¿En serio? —pregunta sorprendido.

—No dejare que me copies —le aclaro—, te ayudare a hacer tus tareas. Eres un irresponsable, Pipi-Popo-Potter.

—Así me dice Peeves —lloriqueo, mientras negaba y cerraba mi libreta, para entonces golpearle con ella en la cabeza—. ¿Por qué ha sido eso? —se queja.

—Por mediocre —respondo, pero había sido divertido y le volví a dar en la cabeza.

—Des —se queja—. Ya entendí mi mediocridad.

—Esa no fue por mediocridad —dije guardándola en mi mochila—, esa fue porque quise —me vio con ofensa y se paró, para perseguirme, entonces tuve que correr hasta el dormitorio de chicas donde estaría a salvo, no podía dejar de reír, como Harry, que reía en mi persecución. Llegue al santuario—. ¡Buenas noches, Harry! —exclame, cuando cerré la puerta y me iba a dormir.

Pero un gimoteo me alerto, seguro es Lavender, siempre anda llorando porque los chicos no le hacen caso, le salían barritos o por su pelo que no se lo podía cortar estando aquí. A veces me alegro de ser una chica no tan superficial.

Estaba abriendo la puerta para reírme de ella, y no era Lavender, era nada más, ni nada menos que Hermione.

La cerré en el momento, pero no por completo, esta estaba escribiendo una carta, ¿Sera que le sucedió algo malo? Pero ella no recibe correo, sus padres no saben usar nuestro convencional y poco usual correo. Dejo la carta a un lado de su cama y estaba tomando su pijama. Me pareció momento de entrar cuando ella se dirigía a la puerta para ir a cambiarse.

Hice como si apenas iba a abrir la puerta. Deje que ella la abriera.

—Hola, Hermione —la salude alegremente.

—Hola, Des —me saluda inflando su pecho.

—Hoy Tom pregunto por ti —le dije para hacerle sonreír. Ella me sonríe débilmente.

—En serio, hoy le hable en la cena —me dice, y me quede como piedra—. Muy poquito, estuve poniendo a prueba tus consejos, pero por lo menos sé que podremos volver a hablar.

—Sí, claro —digo, ella pasa y mi preocupación se estaba volviendo a cero, pensé que debía, sabía que debía, pero... está coqueteando con mi hermano o lo está por intentar. Me acerque a donde vi que guardo la carta. Ruddy se subió a la cama de Hermione y la desdoblo para leerla:

Queridos Padres:

Todo aquí es fabuloso, es como un cuento de hadas, la escuela es mágica, y estoy en la casa de Gryffindor, donde los valientes y osados se encuentran. Hay maestros, que son muy respetables y a veces muy intimidantes, todavía no hago amigos, aunque tengo una compañera, que me ayuda a hacerlos, es muy divertida, lista y es bastante bonita.

Les quería mandar esta carta para recordarles que el 19 de Septiembre es mi cumpleaños, espero por sus felicitaciones.

Con todo su amor, su hija

Destiny en Hogwarts [La Piedra Filosofal] #Wattys2017Donde viven las historias. Descúbrelo ahora