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Ese sábado no fue tan especial. El Malik salió con una chica que le había pedido una cita de improvisto y bueno, ya saben, larga sesión de mimos, y besos, cosa normal ya para la vida del pelinegro. Luego un beso de despedida y listo, a la mañana siguiente no recordaba ni su nombre.



Por cruel que sonara era la verdad, Zayn ya tenía la suficiente experiencia con todo tipo de mujeres, rubias, morenas, pelirrojas, lo que fuera, las conocía de pies a cabeza. Y quizás esa era la razón principal por la cual no quería tener una novia formal ni nada parecido, de hecho, odiaba la idea de un compromiso.



En su antigua ciudad pasó por muchos malos momentos que prefería no recordar. Pero si algo logró ganar, fue experiencia y muchas enseñanzas de la vida. Para él, las chicas eran la creación más hermosa del mundo, capaces de convencer a cualquiera con su simple belleza. Pero, no a él, eso ya no le impresionaba en lo más mínimo.



Tampoco era que fuera gay, no, solo prefería tener muchas aventuras de un día o dos, y punto. Quizás algún día llegué la persona que le moviera el mundo, o tal vez, ya estaba ahí, solo que él no lo podía reconocer.





*





Llegó a su casa muy de madrugada, su mamá lo recibió con una mirada de reproche. Bueno, no era algo fuera de lo normal, siempre era lo mismo, más cuando hace tan poco había sucedido lo de aquella chica, Becky.



Se lanzó sobre su cama como le encantaba hacerlo, rebotar sobre ella, cerrar sus ojos y pensar en nada, era una sensación increíble. Estaba cansado, casi eran las dos de la mañana, cuando reviso su celular, elimino el número de aquella chica, listo, ella pasó a ser historia antigua.



Pero ahora que por fin estaba a solas, un pensamiento que había estado postergando volvió a su mente. Liam iría a su casa más tarde, porque ya era domingo.



Conocería a su madre, a sus hermanas, quizás también a su padre. Entraría a su cuarto, sería la primera persona en pisar su casa, claro, que sea invitada por él. De repente, una pequeña ansiedad se concentró en su pecho, logrando que olvidara por completo el hecho de que tenía sueño y debía dormir.



Miró su celular de nuevo, y tecleando un poco, leyó de nuevo el mensaje de Liam “Sí, el domingo en la tarde. Por cierto, feliz madrugada del sábado, Malik” Sonrío, aún le causaba gracia haberlo despertado.



Respondió el mensaje y dejo su celular sobre la cama, bajo al primer piso, buscando algo para tomar. No andaría como un idiota esperando que Liam le contestará, además, la última vez fue a las doce, ahora eran dos y tanto. Quizás el ojimiel no se levantaría ni aunque le mandaran una serenata.





*





Acababa de acostarse, el auto de su papá se había malogrado, así que estuvieron trabajando juntos con tal de solucionarlo y aunque lo lograron, les costó demasiado.



Entró a su cuarto, quitándose la playera sucia que traía y se estiro. Le gustaba pasar tiempo con su padre, más porque este trabajaba casi todo el día y le era imposible estar con él, pero no le llamaba la atención pasar ese tiempo arreglando un auto que ya no tenía remedio.



-Quiero bañarme. –Murmuró débilmente.



Las dos de la mañana y media, y deseaba tomar una ducha fría. Empezó a sacar las cosas de su mochila, la que llevaba consigo todo el día. Y cuando sacó su celular, la luz de este se prendía y apagaba. Lo observó, sonriendo ante el mensaje.



“Feliz madrugada del domingo”



Leyó. En serio, Zayn era una persona tan extraña. Liam solo pudo sentarse sobre su cama y empezar a teclear, respondiéndole.





*





“Igualmente, ¿Eres lechuza, búho o algún animal nocturno?”



Al leer el mensaje, otra carcajada salió de sus labios. Le parecía que Liam podía expresarse mejor escribiendo, que hablando. Porque siempre le respondía con cosas totalmente graciosas, cosa muy rara cuando hablaban frente a frente.



“No. Solo creo que la noche es genial para molestar personas xx”



Espero, espero, espero, espero, otro mensaje.



“¿Soy la victima de esta noche?”



Rió.





*





Ya eran alrededor de las diez de la mañana. Se había dormido más o menos a las tres y media o casi cuatro. Ahora toda la bandeja de su celular estaba llena de mensajes del ojimiel, y no pensaba borrar ninguno.



-Zayn, ya van a ser las once ¿Cuándo más piensas dormir?



Escuchó muy a lo lejos la voz de su madre detrás de la puerta. Se removió un poco, sentándose. Miró el reloj y ella tenía razón. Liam llegaría a eso de las dos y tenía que prepararse.



Claro, no se refería a prepararse como si fuera la gran cosa, pero debía bañarse, cambiarse, arreglar su habitación y preparar a sus hermanas para la llegada de un amigo, conociéndolas, sabría muy bien lo que harían.



-Ya me levante. –Gritó, sin abrir la puerta.

-Buenas noches dormilón.



Río ella, caminando de regreso a la cocina, también estaba muy emocionada, ese era un gran paso para la nueva vida de Zayn, su primer amigo.



El Malik solo sonrío ante la ironía de su madre y se levantó, estirándose un poco. No recordaba bien todo lo que se había mensajeando con Liam, y se preguntaba porque demonios solo mensajeaban cuando podían simplemente llamarse. Pero no era algo que le importará demasiado. Lo único que si tenía muy presente era que, dejo de seguir con aquella conversación, gracias a que se quedo sin crédito para responder.



-Debería decirle que me ponga crédito, me lo gasté todo en él. –Murmuró, mirándose en el espejo, luego empezó a buscar ropa para cambiarse.

Liam salió de su casa a eso de la una, no quería llegar tarde. Según lo que le había contado Zayn, su madre estaba muy emocionada con su llegada, y aunque el Malik no usó esas palabras exactamente, él se había puesto algo nervioso, tenía que dar la mejor impresión posible.



Caminaba tranquilamente por las calles, hasta que llegó a un puesto de revistas y periódicos. Se entretuvo un momento, observando mejor. Una hermosa y sincera sonrisa se dibujo en sus labios al ver a alguien muy importante para él en una de ellas, era increíble ver cuánto había crecido.



Se acercó al vendedor y compró aquella revista, la guardó en su mochila y siguió su camino, continuaba sonriendo emocionado, no podía evitarlo.





*





Zayn estaba frente al televisor de la sala, tenía a Boris sentado al lado, con su cabeza sobre sus piernas, mientras Safaa jugaba junto con Waliyah, ambas estaban más entretenidas en sus cosas que en lo que Zayn veía, por eso, él se pudo a ver un partido cualquiera, esperando.



Decir que no estaba impaciente era mentir, tanto su mamá como su hermana mayor, Doniya, se esmeraban en recordarle que dentro de media hora, su nuevo amigo estaría ahí. Él solo suspiraba, jamás se habían entusiasmado tanto ambas, ni cuando les presentaba a una que otra chica que conocía.



-Ya falta menos de media hora. –Gritó Trisha desde la cocina.

-Mamá, me empiezas a asustar. –Bromeó él, sin apartar la vista del televisor.



Eso que había empezado como un leve hormigueo se hacía cada vez más intenso. De repente, para su sorpresa, el timbre sonó antes de tiempo. Boris le levantó rápidamente y se lanzó contra la puerta, empezando a ladrar.



Durante las noches y las tardes no lo hacía porque dormía en el patio interno que tenían, pero de día, él era muy ruidoso.



Doniya y Trisha salieron de la cocina, observando como Zayn intentaba controlar a Boris. La más joven tomó al perro de su collar, jalándolo hacía dentro.



El Malik solo soltó un suspiro y se peino un poco. Solo un poco, claro. Abrió la puerta y ahí estaba, frente a él. Liam le sonreía tranquilamente, fingiendo que no le había asustado ese gran ladrido que sintió segundos antes.



-No me dijiste que tenías perro. –Comentó.

-Sí, también es un placer verte.



Zayn rió un poco, y abrió la puerta, sus tres hermanas e incluso su madre estaban metidas en la cocina, esperando que él les diera la señal para salir.



Simplemente eso le parecía ridículo, era como si les estuviera presentando a su futura esposa o que cosa. Las veía de re-ojo y, al menos las mayores, no podían borrar esa gran sonrisa que tenían dibujada en todo el rostro.



-Ehm… Mamá, Doniya, Waliyah, Safaa, ¿Puedes venir un momento por favor?



Hacía mucho tiempo que no se sentía tan avergonzado, su familia no podía ser más obvia. Y antes de lo pensado, las cuatro estaban llenando de preguntas a Liam, sorprendiéndolo un poco.





*





Era ya la hora del almuerzo, y se podría decir que el Malik no había podido estudiar nada con Liam, de hecho, quizás ni siquiera fue capaz de dirigirle la palabra. Primero fueron Waliyah y Safaa que le pidieron jugar con él. Tal fue su sorpresa cuando Liam aceptó y es más, se emocionó al ver que las pequeñas tenían juguetes de la película de “Toy Story”. Después, Doniya y su madre se encargaron de preguntarle toda su vida al Payne. Cosa que hasta el momento no terminaban.



Pero a pesar de eso, a Zayn le gustaba tenerlo presente, verlo reír, o ponerse nervioso ante las preguntas de ambas mujeres, le era divertido, y no se estaba aburriendo de enterarse más cosas de la vida personal de Liam.



-Entonces ¿Hace cuánto no tienes novia? Li.



La rapidez con la que su hermana mayor le puso un apoyo al castaño, fue única. Liam solo sonreía ante todo, buscando responder lo mejor posible.



-Desde la secundaria. –Sonrió.

-¿Ah sí? ¿Eso por qué? No creo que no tengas a muchas chicas emocionadas por ti, Li. Eres un chico muy tierno.



¿Su hermana estaba coqueteando con Liam? Bien, ese día no podía ser más raro. Zayn creyó que ya era el momento de salvar al ojimiel. Así que una vez vio que este había acabado de comer, se levantó, tomándole el hombro con suavidad, para que le hiciera caso.



-Mamá, la comida estuvo deliciosa, gracias. Ahora, Liam y yo tenemos que estudiar.



Le hizo una que otra señal, Liam obedeció, agradeció cortésmente, y después acompaño al Malik hacía su habitación, la cual se encontraba en el segundo piso.





*





Una vez entraron al cuarto y cerraron la puerta, ambos soltaron un suspiro lleno de tranquilidad.



Liam se quedó unos segundos, parado ahí, observando mejor la habitación. Esta era de color azul oscuro, con unos posters pegados, todos eran de distintas bandas y uno que otro de cualquier modelo o hasta de modelos de carros. Vio un gran armario, mientras que al lado de este un cajonero con una que otra prenda dejándose mostrar y evitando que los cajones cerraran por completo.



La cama de Zayn estaba frente a él, junto a una mesa de noche y al lado una ventana que daba a la calle principal. Detalle que no había notado desde fuera, eso quería decir que, cada vez que se iba caminando ¿Zayn podía seguirlo viendo desde su cuarto? Suerte que hasta el momento no hacía ninguna tontería.



Y por último, la computadora a un lado, con una mesa algo pequeña, al parecer ahí era donde hacía sus deberes y tareas, es decir, si es que los hacía.



-Lamento lo que paso abajo. –Dijo el Malik, rompiendo el silencio.

-No importa. –Sonrió- ¿Crees que di una buena impresión?



No hizo más que reír, para luego murmurar –Mi hermana estaba coqueteando contigo ¿Tú qué crees? –Liam no dijo nada, solo rió junto a él.





*





Continuaron hablando por un rato, ambos se habían olvidado por completo de la razón principal por la que Liam estaba ahí, es decir, estudiar.



El ambiente se sentía tan bien, que Zayn logró soltar una pregunta algo extraña, una que normalmente se hubiera quedado en su cabeza, pero esta vez no, solo se escapó, y para cuando quiso rectificarse, ya era tarde.



-Liam, ¿Por qué no tienes novia?

Mi Chico Malo - Ziam.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora