-Creo que Zayn tomó demasiado.
-Te dije que lo detuvieras, pero no, me dijiste “Tranquilo, es para ahogar las penas”
-¡Cállense!
Eran alrededor de las nueve de la noche. Liam ya había llamado a Zayn para decirle que iba en camino, pero este solo le respondió que no se preocupara, que estaba con Harry y Louis hablando. Aún así, seguía recibiendo mensajes y llamadas del castaño cada cierto tiempo, obviamente, él no confiaba en ese par.
Y con justa razón, por la tontería esa de “Ahogar las penas” ahora Zayn estaba mareado, con un terrible dolor de cabeza y obviamente así no podía ir a su casa.
-Somos unos malos amigos. –Se cuestionó Harry.
-¡Ey! Pero veámoslo desde el punto positivo, logramos hacer que olvidara a Liam.
Bromeó Louis, y tanto Harry como Zayn le lanzaron una mirada matadora. Tres horas tomando no era bueno para él, más porque al día siguiente se supone que tenía clases y si no llegaba temprano a su casa le caería otro sermón por parte de su madre, quién, obviamente creía que aún su hijo se encontraba con Liam.
-La cabeza me da vueltas, ¡Todo es su maldita culpa! –Les gritó.
-Bien, sí, ambos sabemos que Harry tiene la culpa pero-
-¡Oye!
-Bueno, como decía, quizás ahogar las penas no fue buena idea, pero no teníamos idea de cómo ayudarte, Zayn.
-No necesito que me ayuden. Menos ustedes, no crean que los perdoné ya después de todo lo que ha pasado.
Harry y Louis solo suspiraron con tristeza, sentándose en la misma banca donde sentaron al Malik segundos antes. Ambos reconocían que hicieron mal al abandonarlo y bueno, quién sabe y todo hubiera sido mejor si los tres superaban los golpes, las criticas y las burlas juntos.
-Pero… ¿Algún día, no? –Cuestionó Harry, sonriendo un poco.
-No esperábamos que nos perdones tan pronto. Solo… estamos aquí para ti, Zayn.
-Sí, para hacerme tomar hasta reventar, muchas gracias.
Los tres rieron ante ese comentario del pelinegro. Quizás aún su amistad no había regresado a la normalidad, pero no estaba mal darles una oportunidad, al fin y al cabo, Harry y Louis fueron engañados igual que él y sufrieron mucho también.
-Bien, no sé si lo estemos matando, pero creo que ya está razonando mejor. –Dijo Louis, mirando al Malik y luego a Harry.
-¿Crees que debemos llevarlo a su casa, así?
-No soy un objeto, chicos. Puedo ir a mi casa solo.
Era verdad, desde que Liam empezó a salir más seguido con Nina, casi todas las noches regresaba a su casa de la misma forma. Siempre aprovechaba cualquier fiesta con tal de tomar y olvidar todo, o de salir con alguna chica a ver si ella le movía el mundo, pero siempre, siempre, era en vano.
-Por la resistencia que tienes a tanta cerveza, es obvio que vas a fiestas muy a menudo, ¿Verdad? –Rió Harry.
-Se podría decir que sí, ya estoy acostumbrado.
Continuaron hablando, hasta qué, el teléfono del Malik sonó por milésima vez, Louis y Harry sonrieron cuando este tosió y sacó el aparato, contestando.
-¿Qué pasa, Liam?
-¿Ya estás en tu casa?
-No, aún no.
-Mañana tenemos clases.
-Lo sé, se me hizo algo tarde, mamá. –Bromeó.
-Quiero decirte algo, ¿Puedo ir?
-Ehm… ¿No puede esperar a mañana?
-No creo.
-Bien, bien. Espérame fuera de mi casa, ya estoy yendo.
Después de cortar, guardó el teléfono y se levantó. Harry y Louis lo observaron dudosos, hace unos minutos estaba que se caiga de ebrio y ahora pareciera que estaba normal. De verdad, Zayn tenía demasiada resistencia.
-¿Cita? –Rió Harry.
-Seguro me contará que ya formalizo con Nina.
-Siempre tan positivo. Quien sabe y es otra cosa. –Habló Louis.
-Lo que sea, lo averiguaré ahora ¿No?
*
Caminaba junto a Harry y Louis, hablando de sus viejos recuerdos, las bromas que se hacían entre ellos en su antigua escuela y cosas por el estilo. Hasta que llegaron a la cuadra del Malik y vieron que Liam los esperaba. Este sonrió cuando observó a Zayn, pero miró mal a los otros dos.
-En serio, le caemos mal. –Murmuró Harry, sonriendo.
-¿Qué esperabas? Dañamos a su pequeño gatito. –Bromeó Louis.
-Siempre odie esa estúpida manía que tenían de decirme “gatito” en serio.
-Pero es tierno, y Harry se rompió la cabeza pensándolo.
-Además, tú siempre serás el gato que murió por su curiosidad, Zayn.
Cuando se encontraron, Zayn le sonrió a Liam de la misma manera, y tras despedirse de Harry y Louis, ambos se sentaron en la escalera de la casa del pelinegro, a hablar un rato al parecer.
-¿Entonces? ¿Pasó algo? –Preguntó el Malik.
-Bueno, sí, pero no. Quiero decir. –Se removió los cabellos, volviendo su mirada al Malik. –Nina y yo…
Bueno, ya era de esperarse. De nuevo, sentía esa horrible presión en su pecho, sabía lo que vendría y también ya tenía memorizadas las palabras de ánimo hacía su amigo: “Bien por ustedes, Liam, les deseo lo mejor” pero también sabía que llegado el momento, no saldría, solo se quedaría ahí, mirándolo, conteniendo esas ganas de golpear algo o de llorar.
-Terminamos.
-¿Qué?
-Bueno, no sé si se podría decir que comenzamos ya que nunca fuimos novios oficialmente. –Rió, nervioso. –Pero… ya no saldré más con ella.
-¿Po-Por qué?
-Porque… no soporto alejarme de ti, Zayn.