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Después de llevar a Zayn a su casa, tomó un respiro. ¿Por qué todo tenía que ser tan complicado para ellos? Sacó su celular y llamó, después de una pequeña charla, ya estaba tomando el primer taxi que encontró en dirección a una casa ya algo conocida para él.



Había intentado ignorar esa discusión con Niall hasta lo más posible, no estaba enojado ni mucho menos, sabía que su amigo le había contado todo y eso ya marcaba un punto a su favor, de no ser por él, jamás se habría enterado de dónde estaba el Malik aquel día.



Pero ahora tenía una razón mucho más fuerte para ir a hablar con Niall, le quedaría pedir un favor, uno muy importante, quizás no tanto para él, pero sí para la felicidad de Zayn y de sus amigos.





*





-Así que… ¿Quieres que te preste dinero para sacar a ese chico, Louis, de la cárcel?



Preguntó, intentando ya darle fin a la larga charla que habían tenido. Liam solo daba miles de razones y demases por los cuales hacerlo, pero no iba a un punto en específico. Él nunca había sido de pedirle nada a nadie, mucho menos cosas de dinero ya que por suerte tampoco le hizo gran falta en su vida.



El Horan sonrió con algo de hipocresía, no le gustaba todas las cosas que Zayn hacía que Liam haga, es decir, ¿Le estaba haciendo mal? ¿Le hacía bien? Ya ni entendía cómo definir ese cambio en la actitud de su mejor amigo.



-Básicamente, sí. –Respondió, rendido.

-¿Por qué? ¿Es tu amigo?

-No tanto, pero… se podría decir que sí.

-Liam… Claro que te daré el dinero. –Rió el Horan.



Liam sintió como la vista se iluminaba de saber que si lo haría, pero luego, al observar como el rostro de su amigo cambiaba drásticamente, entendió que había un pero escondido detrás de todo esto.



-Pero… primero dime ¿Haces esto, solo por Zayn y sus amigos?



El Payne dudó un poco, pero luego asentó firmemente con la cabeza. “Sí” Dijo.



-Normalmente tú no me pedirías dinero jamás, eras muy tímido si quiera para pedirme un chocolate. –Sonrió el rubio. –Hasta no aceptabas tus regalos de cumpleaños porque según tú eran demasiado caros.

-¿A qué viene todo esto?

-A que Zayn es una mala influencia para ti, Liam. ¡Entiéndelo!



Niall perdió la paciencia por un instante, justo después tosió buscando no exaltarse más de lo que ya lo había hecho.



-¿Por qué lo dices? –Levantó la mirada, encontrándose con el rostro deprimido del castaño de ojos miel. -¿Por qué he cambiado? Eso ya me tiene harto.



Se levantó de dónde estaba sentado, mirando con firmeza a su amigo.



-Mi padre me dijo exactamente lo mismo ayer, dijo “Es una mala influencia para ti” “Te hará robar, te hará cambiar” Y muchas tonterías más. ¿Tanto les duele que ya no sea el de antes? No sé si este cambio es para mejor o no, y no me interesa averiguarlo. Zayn es mi vida, Niall. –Sonrió. –Y de hecho, así me prestes el dinero o no, no importa, ya veré cómo hacer para ayudarle a conseguirlo. Quiero que todos dejen de pensar en que es mejor para mí y me dejen elegir lo que yo creo mejor. Zayn es todo para mí, y lucharé porque tanto tú como mi padre e incluso el mismísimo Zayn lo entienda ¿Bien?



No sabía de dónde le había salido tanta palabrería, pero la noche anterior, cuando su padre le gritaba su vida entera, y estaba a punto de meterle un golpe, eso era lo único que creía. No escuchaba todos los sermones, solo palabras vagas que le hacían saber de lo que hablaba, pero su mente gritaba que se callara, que entendiera que ya iba a ingresar a la universidad, no era un niño y sí, quizás había cambiado, pero nunca antes en su vida había sido tan feliz como las veces en la que tenía a su novio entre sus brazos, hablando de la primera bobería que se les ocurriera.



Se levantó, ya dispuesto a irse, no le importaba si Niall le daba el dinero, como ya dijo, buscaría que hacer y ganarlo honradamente. Quería ver a Zayn feliz, deseaba que todo regresara a la normalidad, que ingresaran a la universidad pero por sobre todo, quería poder ver de nuevo una sonrisa sincera y feliz en los labios de aquella persona que tanto amaba.



-Liam, espera. –



Sintió como el Horan le tomaba el brazo, no sabía en qué momento había corrido para evitar que se fuera, pero ya lo había hecho.





*





Una vez que Liam se fue, entró de nuevo a su gran casa, encontrándose con Paul, quién lo miraba completamente preocupado. ¿Dónde había quedado el Niall que no se preocupaba por nada y vivía la vida tal cuál era? Ya ni él mismo se reconocía, de hecho, las palabras de su amigo fueron como espinas que atravesaron su alma.



-¿Está bien? –Dijo al fin el mayor.

-Sírveme algo para comer, Paul, me muero de hambre.



Se lanzó sobre uno de los sofás, sonriendo amargamente. ¿Eso había logrado la fama? Convertirlo en lo que jamás quiso ser, de hecho, deseaba en ese momento abandonar todo, cambiarse de nombre y ponerle fin a eso del cantante reconocido. Quería vivir sus ideales, ser sincero consigo mismo, madurar, crecer y vivir sin mentiras, exactamente como Liam había decidido hacerlo.



Sintió su celular vibrar y lo sacó con desanimo, ¿Ahora quién demonios sería? Pero para su sorpresa, era quién menos esperaba, Niall se levantó, exaltado por el mensaje.



-¿Es en serio? –Le preguntó al celular, sin poder creer lo que leía.


4 capítulos y ya se acaba D:

Mi Chico Malo - Ziam.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora