Sentía cada vez con más claridad como los labios de Liam acariciaban los suyos, con suavidad, con cariño. Mientras todo su cuerpo se relajaba, ¿Era un sueño? Bueno, si era una maldita fantasía esperaba no despertar nunca. Jamás imagino que besar a su mejor amigo se sintiera tan diferente, tan bien y tan cálido.
Era imposible recordar cuantas veces había besado a alguna chica de por ahí, de solo pensarlo ya perdía la cuenta. Pero ninguno de esos besos se compararía con este. No, Liam no se preocupaba en tener un simple intercambio de fluidos con él, Liam se encargaba de besarlo con una delicadeza que encantaría a cualquiera.
Y si hasta el momento sus labios no habían reaccionado, ya lo estaban haciendo. Moviendo ligeramente la cabeza, se acercó aún más, continuando con aquel suave toque. Sintió un leve miedo cuando Liam se detuvo, pero después de que continuó, ambos correspondieron, dejándose llevar por la magia del momento.
Segundos antes de separarse, le dio otro tierno beso, apenas toco sus labios, y luego, cayeron en la realidad que estaban viviendo. Liam lo había besado y él había correspondido. Eso NO era normal por ningún lado.
Se miraron a la vez y rápidamente evitaron la mirada del otro, dirigiendo la propia al suelo, avergonzados de sus acciones.
Zayn sentía que el corazón se le iba a salir de su pecho en cualquier instante. Debía calmarse, controlar aquel pánico y hacerle entender a Liam que no estaba enojado. Conocía a su amigo, seguro se sentía muy culpable en ese momento.
-Liam… yo…
-¡Zayn, lo siento! –Lo escuchó, casi gritar. –No fue mi intensión, quiero decir… yo, ¡Yo entre en pánico! Tú… Tú no despertabas y pues, ¡Solo se me ocurrió eso! No sabía que más hacer, lo lamento, en serio, yo…
Escucharlo disculparse no era bueno. Zayn no quería que se disculpe, para él no había estado mal lo que hicieron. Bueno, quizás no fue del todo normal pero le había gustado. ¿Por qué tenía que pedir perdón por eso?
-Solo fue para despertarte, en serio.
¿Solo para despertarlo? ¿Solo eso? Bueno, funcionó. Lo despertó, pero no de ese universo horrible en el que se había sumergido, no, si fuera de eso, con una bofetada bastaba. Más bien, gracias a esas últimas palabras lo acababa de despertar de uno de sus mejores sueños, recordándole que solo era eso, una tonta fantasía.
-Liam, está bien. –Murmuró, intentando sonreír, aunque sus intentos fueron en vano. –Está bien, no paso nada. –Dijo.
-Lo siento, en serio, lo lamento. –Seguía repitiendo el castaño.
“No te disculpes, no te disculpes por favor” El Malik cerró sus ojos con fuerza, no lloraría, al menos en ese momento no.
Pero a Liam le llegaba la idea equivocada. Él creía que Zayn seguía así a causa del beso. No se daba cuenta del dolor que le causaba al pelinegro oír esas palabras salir de sus labios, solo decía lo primero que se le ocurría para alivianar la situación.
Zayn sabía que si Liam seguía hablando sin siquiera pensar, terminaría dañándolo aún más.
-Te prometo que no volve-
Iba a decirlo, diría la peor cosa que podía escuchar el Malik en ese momento, pero no lo logró. La mano de Zayn pudo impedir que siquiera hablando, por tanto, Liam al fin se quedó callado, mirándolo.
-Liam, solo olvídalo. No sigas hablando de eso ¿Está bien?
El ojimiel asentó con la cabeza, y Zayn apartó su mano. Lo que más deseaba en ese momento era ser de piedra, para no sentir todo lo que estaba sintiendo, para no soltar todas las lágrimas que sus ojos querían derramar, su corazón le dolía y se sentía más débil y solo que nunca.
-Ahora, si quieres que te explique quién es Harry, te lo diré.
Sinceramente, el pelinegro prefería hablar de su pasado, que de lo que acababa de ocurrir. Lo mejor para él era cambiar de tema, y aunque le doliera, iba a contarle a Liam toda la verdad.
Vio como este se coloco a su lado, apoyándose también en la pared, ambos sentados en aquella habitación. Era increíble como los mejores momentos duraban tan poco, y los peores, lo seguían eternamente.
-Te escucho. –Murmuró Liam
