Penúltimo capitulo
A la mañana siguiente, cuando Zayn se despertó, se encontraba aún rodeado por los cálidos brazos de Liam, quién lo tenía como si en cualquier momento se fuera a escapar. Era sorprendente, lo último que recordaba fue aquella perfecta tarde que pasó con su novio y ahora ya era la mañana siguiente ¿Cuándo habían dormido?
Para su suerte, si tuvieron la idea de cerrar la puerta con seguro, por lo que, cuando Trisha y los demás llegaron, ninguno pudo saber que habían hecho o siquiera como estaban, de hecho, seguro pensaban que Liam ya se había ido a su casa o algo por el estilo.
Zayn se removió un poco, acurrucándose mejor, pensaba dormir un rato más, pero escuchó el sonido de un celular. El tono no le era conocido, por lo que, buscó con la vista de dónde venía aquel ruido, y, a lo lejos, el pantalón de Liam brillaba, bien, era su celular.
Con sumo cuidado, intento no despertar al Payne, se estiró lo más que pudo y tomó el teléfono, contestando a la llamada desesperada de Karen.
-Hola. ¿Cariño? ¿Dónde estás? ¿Por qué no viniste a dormir?
La voz de aquella mujer sonaba tan alarmada, que Zayn sintió un aire de culpabilidad, todo había iniciado como una idea suya, quizás debieron de planearlo primero.
-Señora, soy-soy yo, Zayn. Liam se quedó ayer a dormir en mi casa.
-Oh. –El tono de voz de ella, cambió. –Bueno, no tengo problema, pero debería de habernos avisado a su padre y a mí, ¿No les parece?
-Sí, lo siento, fue mi culpa, yo-
-Sí, no lo dudo. Pero por favor, pásame a mi hijo.
-Es que… está durmiendo.
El tono de voz rasposo con el que la mujer hablaba, le estaba empezando a asustar. ¿Dónde quedó aquella Karen que apoyaba su relación y lo tomó bien? Lo más seguro era que el padre de Liam la había convencido de que Zayn no traería nada bueno para su hijo, sí, era lo más probable.
-Escúchame, Zayn, por favor, cuándo se levante le dices que venga, su padre está muy enojado y no querrás que lo vaya a buscar.
-No se preocupe, yo le diré.
-Bien, gracias.
Sin siquiera despedirse, el Malik solo pudo escuchar el sonido repetitivo de la llamada cortada y nada más. Dejó el teléfono en el suelo, con cuidado y se levantó para mirar a Liam, quién, tiernamente, buscaba con su tacto al pelinegro, aunque aún parecía estar dormido.
Se volvió a recostar a su lado, apoyándose en su brazo, lo miró. Liam se veía tan tranquilo, relajado, calmado, y a la vez tan lindo y sexy a la vez. ¿Cómo era posible ser tan perfecto? Si lo recordaba, desde que lo conoció eso pasaba por su cabeza, pero ahora, su pregunta mayormente era ¿Cómo era posible que fuera de él? Para Zayn, jamás se merecería a Liam, Jamás.
Tomó un respiro, recordando lo que iba a pasar, sin embargo, prefirió dejar lo malo para después y llenar su mente de los hermosos recuerdos de aquella noche. Cuando Liam decía su nombre, las sensaciones, todo, para él, esa había sido su primera vez, no importaba con cuantas chicas lo hubiera hecho antes. El punto era que ahora lo había hecho con la única persona que amaba y la única persona a la que siempre amaría.
Sintió como sus labios eran atrapados dulcemente por los del Payne, y sonrió, dejándose llevar, al parecer, Liam ya estaba despierto. Le acarició la mejilla con cuidado, con cariño, con amor.
-Buenos días. –Susurró Zayn.
-Buenos… días –Liam se estiró un poco, parpadeando muchas veces. -¿Tanto dormimos?
-Aunque no lo creas. –Rió el Malik. –Tu madre llamó, dice que debes irte ya a tu casa, tu padre está…
-Oh, vamos.
El Payne soltó un bufido de molestia, y abrazó a Zayn por la cintura, atrayéndolo más a él. Zayn solo sonrió cuando sintió el cálido aliento de Liam soplar suavemente cerca de su oreja, dejando que el cosquilleo aquel bajara por todo su cuerpo.
-No me hables de eso ahora. –Murmuró Liam. –Quiero quedarme un rato más así, contigo.
-Pero… tu padre se enojará, no quiero que eso pase.
-Ya pasó, no me importa si se enoja, nada arruinara este momento.
-Payne, Payne, Payne.
Zayn rió un poco, dándole un suave beso y acurrucándose más. Luego solo murmuró un “Eres demasiado cursi” y ambos no pudieron evitar reír. Bueno, no tendría nada de malo que se quedasen así un momento más ¿Verdad? A finales, ya Liam tenía problemas.
*
Harry acompañaba a Louis a sus últimos días de servicio comunitario, eso sí que era horrible, tener que limpiar las calles fue la mejor opción. Las otras eran desde un acilo de ancianos hasta una guardería. Y con la paciencia del Tomlinson, lo mejor para todos era recoger basura. Además, estaba con Harry, y eso ya le alegraba el momento.
-¿Crees que Zayn se haya atrevido? –Rió Harry, comiendo una hamburguesa, caminando al lado de Louis.
-Considerando que hablamos de Zayn Malik, sí, lo hizo. –También se burló Louis, mientras continuaba con esa tontería de recoger papeles y eso.
Luego, ambos soltaron un suspiro triste, dejando que el viento moviera un poco sus cabellos, de hecho, intentaban evitar ese tema, pero tendrían que hablar de eso pronto.
-No puedo creer que… lo perderemos de nuevo.
-Y sí piensas así, imagínate lo que pasará con Payne.
-Ya somos sus amigos, supongo. –Dijo Louis. –Tendremos que apoyarlo, al igual que Niall.
*
El rubio estaba en una de sus tantas pruebas de sonido, lamentablemente, desde esa mañana lo estaba haciendo demasiado fatal. Las notas no encajaban con la música, su voz desafinaba y lo peor, olvidaba las letras que se sabía de memoria desde hace más de una semana.
-¡Niall! ¿Qué te está pasando?
Su representante entró a la sala de grabación, totalmente frustrado, ya llevaban ensayando la misma canción más de diez veces, y eso sin exagerar, Nialler no estaba para eso, de hecho, también ya se estaba aburriendo.
-¡Recuerda que necesitamos tu nueva single para antes del martes! ¿Entiendes?
Escuchar los gritos de Will lo frustraba más. Niall no pudo más, tomó su guitarra y salió del estudio sin presentar ningún argumento. Estaba fastidiado y preocupado, sabía lo que se aproximaba, al igual que Louis y Harry.
*
Después de una hora más o menos, Liam y Zayn decidieron por fin levantarse, Zayn le prestó un poco de su ropa a Liam, bueno, no podía usar lo que traía antes, estaba toda la ropa arrugada y bueno, tampoco debían ser tan obvios frente a Trisha, aunque ella ya se las olía.
-¿Cómo durmieron, chicos? –Sí, ahí estaba la pregunta.
-Bien mamá, Liam ya se va, no tenemos tiempo de comer, lo siento. –
Zayn habló prácticamente pisando sus propias palabras, tomaba a Liam de los hombros y lo empujaba hacía la salida. El Payne, sin embargo, seguía sin entender muy bien el porqué del nerviosismo de su novio, pero solo se dejaba llevar.
El problema fue que justo antes de que ya estuvieran libres, Trisha detuvo a su hijo, sorprendiendo a Liam con un pequeño abrazo que él no dudo en responder. Zayn se sobó la cara algo frustrado, sabía que su madre haría algo como eso.
-Cuídate mucho. ¿Sí? Cariño, recuerda que mi hijo te ama mucho, no importa lo que pase. –Sus palabras sonaban frágiles, como si estuviera a punto de llorar en cualquier instante.
-¿Eh?
Liam la miró algo confuso, pero no dudo ni un segundo en sonreír y tomar la mano de la mujer, dándole un suave beso a esta.
-Claro, y yo también amo demasiado a su hijo, Trisha.
Sin poder más, ella solo le sonrió y se fue corriendo a la cocina. Ambos chicos se miraron entre ellos, pero Zayn le restó importancia, no es para tanto, le susurró y después salieron, rumbo a embarcar al castaño.
*
-¿Puedo venir más tarde?
Zayn y Liam caminaban tranquilamente, esperando que el tiempo se detuviera para que el Payne no tuviera que llegar a su casa y escuchar el gran sermón de su padre y quizás también uno de su madre. Por eso, daban los pasos más cortos que habían dado en todo ese tiempo.
-No. No quiero que te metas en problemas, mejor… nos vemos mañana ¿Sí?
-Bueno, te mandaré mensajes entonces.
La sonrisa que tenía Liam no se comparaba con ninguna otra sonrisa, estaba tan resplandeciente, tan feliz. Pero no entendía porque Zayn no irradiaba la misma felicidad de él. Así que, preocupándose un poco, le tomó el rostro con ternura, levantándoselo para que lo mirara.
-¿Pasa algo? –Preguntó.
-No, claro que no. –Zayn se estremeció, acercándose para darle un beso.
-¿Seguro?
-Seguro. Liam, creo que ya es hora de que te vayas.
Evitaba que sus ojos se llenaran de lágrimas, lo evitaba a toda costa, pero no pudo más, y empezó a llorar.
-Ey, Zayn ¿Qué tienes? ¿Estás bien?
Liam le limpiaba las lágrimas con cuidado, y Zayn solo susurraba cosas que él no lograba entender, hasta que, luego de tomar aire, el Malik sonrió, abrazándolo. “Nunca olvides que te amo” Murmuró. “¿Me lo prometes?”
-Te lo prometo.
-Pero… si algo pasara, quiero que busques ser feliz. ¿Está bien?
-¿Qué? ¿Por qué me dices todo eso?
-No sé, tonterías mías. –Zayn se limpió las lágrimas, sonriendo. –Igual, prométemelo.
-Puesto que mi felicidad eres tú, claro. Te lo prometo.
-Felicidad… -Murmuró el pelinegro. –Te amo mucho, Liam.
-Yo también te amo, Zayn.
Le dio un beso, y después de tanto, al fin dejó que su novio partiera hacía su casa. Era algo raro lo que había sucedido, bueno, lo era para Liam, pero vería a Zayn al día siguiente y ya lo interrogaría más. Ahora solo estaba pensando en qué demonios le dirían sus papas, quienes parecían no entender que su vida estaba perfecta así como estaba; con Zayn a su lado.
*
Cuando regresó a su casa, cerró la puerta y se apoyó en esta, viendo como Trisha y Doniya se le acercaban, ambas con los ojos húmedos por haber llorado.
-¿Ya se fue? –Murmuró su hermana.
-Sí. –Susurró él.
-Amor.
Su madre se acercó a abrazarlo, con un gran dolor en su corazón, dejó que su hijo llorara en su regazo, como hace mucho no lo hacía. Después Doniya también lo abrazo, de la misma forma, ambas estaban en desacuerdo con lo que iban a hacer, pero la decisión estaba tomada desde hace mucho tiempo.
*
A la mañana siguiente, Liam se levantó muy temprano para ver al Malik. Se habían estado mensajeando toda la tarde del día anterior, aunque prácticamente eran cosas sin sentido como “Yo te quiero más” Y “No, yo te quiero más” o algo por el estilo. Aunque al final, Zayn le envió un “No tienes idea de cuánto, cuánto te amo” y después de que él lo respondió, ya no obtuvo otro mensaje, su celular no sonaba. Zayn jamás contestó.
Supuso que era el crédito, así que, emocionado, corrió hasta llegar a la casa de su novio, pero desde que dobló por aquella esquina ya conocida, sintió que algo no andaba bien. Sé acercó a la puerta y vio que esta tenía pegada una carta sellada que decía “Para Liam”.
La abrió, sus manos temblaban y ni él entendía por qué, pero lo comprendió cuando leyó todo el contenido.
“Quizás esto sea algo nuevo para ti, y te estés preguntando que es, pues… debo decirte que no importa cuántas veces toques a la puerta de mi casa, ya no estaré para abrirla. Me duele demasiado, no tienes idea; pero esto estaba en los planes de mi padre desde que ocurrió lo de Josh. Puedes decirle cobardía a eso, a querer huir de un barrio en el que somos criticados por todos, y quizás hasta la cobardía se hereda, porque tampoco fui capaz de serte sincero y decírtelo desde hace mucho tiempo. Li, me voy, ya no estaré más a tu lado. Sé que te diste cuenta de que ayer actué muy raro, pero aunque lo intenté, no pude decírtelo, te conozco, sé que hubieras hecho hasta lo imposible por venir conmigo. Te amo por eso y más, eres obstinado, terco y muy tierno. Pero ya me cansé de hacerte daño, tú mereces algo mejor que yo, a alguien mejor. Mira ya en cuantos problemas te metí. La deuda con Niall, las criticas hacía ti en clases, tus padres. Conocernos no estuvo bien, desde un inicio. Pero no pude detener esto porque… los sentimientos ganaron, te amo más que a nada, y por eso, acepté alejarme de ti. Sé que te amaré toda la vida, y jamás te olvidaré, pero te pido que tú si me olvides, que seas feliz con alguien que te merezca, aunque no creo que exista nadie, pero… todos son mejores que yo. Por favor, cuídate mucho y no cometas estupideces. Antes de que lo pienses, Harry, Louis y Niall tampoco tienen idea de a dónde me iré. No quiero que me busques, no quiero que sigamos con esto. Perdóname, por favor… yo… tú… yo te amo, lo siento tanto, te hice la vida miserable, ahora eres libre, sé que te irá genial en la universidad; Ya no sé que más decirte, solo… espero que no me odies, aunque me lo merezco, no debí… lo siento. Te amo Liam Payne, te amo y ahora espero que me olvides, sé que tu vida será mejor sin mí a tu lado.
Sigue cantando, lo haces genial, cuida mucho a los chicos, son unos idiotas si no tienen a alguien para ponerlos en su lugar.
Atte. Z. Malik.”
Apenas terminó de leer la carta, la arrugó en su mano, golpeando la puerta de aquella casa, una y otra, y otra vez, dejando que las lágrimas de impotencia salieran de sus ojos, y cayeran con rapidez por sus mejillas. Pero como decía en ese papel, nadie jamás le abrió
