Al fin, después de tanto, se encontraba frente a la puerta de la casa de Liam. Nunca antes había entrado, a lo mucho la había visto a lo lejos, pero por alguna extraña razón el Payne siempre intentaba cambiar de tema cuando hablaban de su hogar. Y ahora, sin más, lo invitaba a conocer a su madre ¿Era acaso parte de un plan del castaño?
Cuando al fin las puertas se abrieron, Zayn se encontró con una muy hermosa mujer, de seguro, la mamá de Liam. Ella lo recibió con una cálida mirada, sonriéndole sin siquiera conocerlo. Después de que los invitó a pasar. Ella miraba a su hijo, esperando una explicación de quién era aquel muchacho.
-Mamá, él es Zayn. –Dijo, una vez estaban solos en la sala.
-¡Oh, cariño! No me dijiste que traerías a tu amigo Zayn. ¡Es muy guapo! Qué bueno que al fin lo puedo conocer.
El Malik se sonrojó un poco, ese tipo de cumplidos normalmente no le importarían, pero por alguna razón, recibirlo de la mamá de SU Liam era muy importante para él.
-Sí, él es Zayn Malik, mamá, pero… no es mi amigo…
Liam sin darse el tiempo de dudar, el tomó la mano a Zayn, entrelazando sus dedos, presionó un poco el agarre, intentando que le de fuerzas. Karen los miraba confundida, sin saber que hacer o que decir, mientras Zayn sentía como su rostro le hervía como nunca antes lo había hecho.
-…Es mi novio. –Soltó Liam, sin más.
La habitación quedó en un completo silencio por un cierto tiempo. Liam le regaló una hermosa sonrisa a Zayn, mostrándole que esa era la principal razón por la cual lo había invitado, para decirle a su madre que ya tenía a alguien y que se dejara de preocupar por él y sus relaciones.
Pero el problema estaba en ¿Cómo lo tomaría ella? Tal fue su sorpresa, cuando Karen sonrió y se acercó, abrazándolo. El Malik sentía como aquellos confortables brazos lo trataban con ternura.
-¿Eres el novio de mi hijo? –Le preguntó, cerca de su oído.
Liam miraba sorprendido la escena, y a pesar de que aún se soltaba del agarre que tenía con el Malik, no interfería en el abrazo de Zayn con su madre.
-Sí. –Susurró, para que solo ella lo escuchara.
-¿Lo amas?
-Más que a mi vida.
Esa conversación le recordó a la que tuvo con Trisha, al parecer, las mujeres eran mucho más comprensibles, puesto que luego de eso, Karen solo se aparto un poco y le sonrió, dándole una bienvenida a la familia.
El Payne sonrió, al fin rompiendo el agarre con su novio, abrazando a su madre. No había sido tan difícil, y la razón era que conocía mejor que nadie a Karen, ella no era de juzgar a las personas, y si él era feliz, sabía que ella lo aceptaría, sea tarde o temprano, en este caso, fue más temprano de lo esperado.
-Gracias. –Murmuró.
-Solo espero que lo traigas más seguido. –Bromeó ella, dándole un beso en la frente a Liam. –Ahora ¿Qué les parece si comemos algo?
Ambos asintieron, dirigiéndose al comedor.
*
Karen había preparado una de las comidas favoritas de Liam, logrando hacer que este se comporte como un pequeño niño en la mesa. Al Malik le divertía demasiado esa situación y de vez en cuando soltaba unas cuantas risitas que intentaba no hacer tan ruidosas, para no arruinar el ambiente.
-Liam. ¡Por favor! Come más lento, ¿Qué pensará Zayn de ti? –Lo regaño Karen.
-Mamá, vamos, ya sé comer. –Bufó Liam, haciendo un puchero.
Zayn solo le sonreía de vez en cuando a Karen y ella le devolvía la sonrisa. Liam se sentía en un gran ambiente, como si fuera el mejor paraíso de todos, pero eso terminó cuando se escuchó el ruido de la puerta, abriéndose.
-Amor, ya llegué.
Se trataba de su padre, Geoff. Karen y Liam se levantaron al instante, el último le tomó la mano a Zayn y sin dejarlo terminar de comer, lo guió hasta la entrada, saludó a su padre rápidamente y salió con el Malik.
*
-¿Qué fue eso? –Preguntó Zayn cuando estaban afuera. Liam solo soltó un suspiro, intentando sonreírle mientras recuperaba el aliento.
-Nada, solo… creo que ya tienes que irte.
-¿Qué? Pero ni siquiera había terminado de comer, digo…
-Tranquilo. Mañana te explicaré todo en el instituto ¿Bien?
-Liam.
El Malik lo miró preocupado, pero después de recibir un abrazo de su novio, se dejo llevar por el calor que le proporcionaban esos brazos, soltando un largo suspiro de resignación.
-Te amo. –Murmuró, abrazándolo también.
-Yo más. –Rió Liam, atrapando sus labios en un dulce beso.
*
Después de esa despedida el Payne ingresó a su casa de nuevo y para ese momento, ya estaba Geoff esperando la explicación que tuviera que darle.
-Liam, ese chico… -Empezó el mayor.
-Ese chico ¿Qué? –Preguntó el castaño, mirándolo directo a los ojos, sabía lo que diría.
-¿Ese no es el chico que salió en las noticias? El ladrón de tiendas y-
-Sí, él es quién salió en las noticias.
-¡Liam!
Geoff levantó un poco más la voz y para ese momento, ya estaba Karen a su lado tratando de calmarlo. Si algo era muy común en Geoff era que, como antes había sido parte de la policía, cuando hablaban de temas serios como por ejemplo, ladrones, se ponía muy de mal humor, diciendo que todos esos chicos tenían que pagar por sus males, y Liam sabía que en el caso de Zayn no sería diferente.
-¿Qué haces trayendo a un ladrón a la casa? ¡Karen! ¿Tú sabías que era un ladrón, no? ¿Por qué lo permitiste?
-Amor, escucha a Liam, por favor. –Repetía ella muchas veces. –Sé que tiene una buena explicación que darnos, escuchémoslo ¿Está bien?
Liam sintió la mirada de su padre sobre él y tomando el aire suficiente para que la voz no le faltara, se armó de valor, ahora no dejaría que su padre los separase, después de todo lo que habían pasado.
-Papá, ese “Ladrón” como tú lo llamas, es Zayn Malik, y es mi novio.
A la mañana siguiente, Zayn esperaba pacientemente a Liam, quería que le explicara qué demonios había sucedido la noche pasada, aunque desde ya, tenía un muy mal presentimiento.
Cuando al fin lo vio, corrió hasta él antes de que llegara a la puerta de su casa y lo miró. Liam tampoco se veía bien, de hecho, había algo que no le gustaba, y era que el Payne tenía un lado de su rostro algo inflamado. Muchas cosas pasaron por su mente, pero no quería creerlas.
-¿Qué te pasó? –Le preguntó, totalmente preocupado.
Tomó su mejilla con ternura, viendo como el rostro de Liam cambiaba a uno de dolor por un instante. Bien, era obvio, tenía un golpe ahí.
-No es nada. ¿Cómo estás?
Sabía que Liam quería cambiar de tema, pero no lo permitiría. Se quedó sin responderle, mirándolo algo molesto. El Payne soltó un largo suspiro y bajó algo la mirada, tomando con ternura las manos de su novio, ambas.
-¿Podemos hablar de esto luego?
-No.
-Bien, pero vamos caminando. –Suspiro, resignado.
*
Louis le contaba una que otra broma a Harry, en lo que esperaban que llegue Anne con las últimas noticias sobre el juicio del Tomlinson. Pero inevitablemente, el Styles estaba tan preocupado que casi no le hacía caso a las palabras de Louis.
-Vamos, no me ignores Haz, no se siente bonito que hagas eso. –Bufó Lou, haciendo un puchero.
-¡Sabes que no es intencional! Solo… Tengo… Tengo miedo Lou…
A pesar de esas frías barras, Harry se sentía cerca de su novio, le encantaba cuando Louis le besaba el rostro, el cuello, le susurraba cosas tiernas al oído y ni siquiera les importaba si el guardia o alguien los veía, ellos estaban en su mundo.
El ojiverde aún no le contaba nada a Anne, pero le prometió a Lou que apenas él saliera de ese horrible lugar lo haría, y el Tomlinson creyó en su palabra, pero mientras tanto, solo se podían tener de esa manera, con unos barrotes de por medio.
Cuando al fin Anne llegó, rápidamente Louis alejó a Harry y miraron a la madre de este último, esperando a que hablara.
-Les tengo… malas noticias, chicos.
Murmuró ella, intentando mantenerse fuerte.
*
-¡¿Qué?!
Zayn se levantó de golpe, estaban sentados en una de las bancas del parque más cercano, aquel mismo que tanto tenía que ver con ellos. Liam solo lo miró, soltando un suspiro, ¿Por qué no le sorprendía? Sabía que su novio reaccionaría así.
-Zayn, cálmate. –Murmuró, tomándole la mano para sentarlo de nuevo.
-¡No me pidas que me calme! ¿Cómo pudiste dejar que te golpeara? ¡Respóndeme! ¿Ya lo había hecho antes?
-Sí, bueno, una que otra vez pero, hace mucho no lo hacía, creo.
Liam estaba avergonzado, acababa de contarle a Zayn que muy aparte del Bullying de la escuela, también contaba con otro problema que para él era normal. Como antes su papá trabajó en la policía, él consideraba que los golpes eran también una forma de enseñar, aunque estuviera en lo incorrecto. Por lo tanto, aunque sean pocas veces, su padre se había atrevido a levantarle la mano, como la noche anterior.
-¡Pero… No puede! ¿Por… Por qué lo hizo?
-No es importante, Zayn, olvidémoslo.
-¡Liam!
-En serio, no es importante.
Solo tardó unos segundos en darse cuenta de la verdadera razón, encajando bien todas las piezas de lo que había pasado la noche anterior y sumando ese golpe, todo estaba más que obvio.
-Fue… ¿Fue por mí?