-¿A qué viene la pregunta?
Después de unos cuantos segundos, Liam respondió, pero muy al contrario de cómo lo hacía siempre, ahora cuestionó a Zayn con otra pregunta más. Logrando que el moreno se sorprenda un poco y avergüence también.
-No tiene nada de malo preguntar ¿O sí?
-No. –Rió Liam. –Es genial que quieras enterarte más de mi vida.
-Espero no andes emocionándote por esto.
Ambos soltaron una leve risa, aunque la pregunta seguía ahí, rondando, sin ser contestada. Zayn estaba más que impaciente por saber la respuesta, mientras que Liam no encontraba las palabras para decirle lo que había pasado.
-Es sobre la última novia que tuve. –Empezó. –Gracias a ella, discutí con una persona muy especial para mí, es por eso que prefiero no tener novia y ya.
Era curioso, cada vez Liam tenía más cosas que contarle, más secretos que jamás pensó, tuviera un nerd como él. Ahora resultaba que hasta Liam había sufrido con esas mujeres que no merecen ser llamadas de esa manera.
Pero ¿Quién sería aquella persona tan especial? Cuando el castaño hablo de ella, aunque sea por unos cuantos segundos, Zayn pudo notar como su rostro se iluminaba de una manera única. Hablar de esa persona le hacía bien a Liam, y aunque no lo quisiera aceptar, deseaba saber más de ella o de él.
-¿Por qué discutieron?
Liam rió un poco más. La verdad, Zayn también era una caja de sorpresas para él. Es decir, el Malik se mostraba de una manera muy diferente a como era en realidad.
Todo el mundo en el colegio conocía al pelinegro por ser popular, mujeriego, bromista y muy extrovertido. Pero la mayoría ignoraba que Zayn también sufría, también había llorado, era tímido, le gustaban las artes, también la literatura. Amaba los animales y a su familia, era muy sobre protector, cada tatuaje que tenía en su cuerpo significaba algo importante para él y muchas cosas más.
No era que Liam se considerase a si mismo como un completo conocedor de la personalidad del Malik, pero podía estar seguro de que sabía más de él que cualquier otra persona.
Por eso, le divertía responder preguntas, porque quería también saber más él, y ya que estaba dando, luego Zayn tendría que responder todas sus dudas.
-Ella coqueteaba con un chico de su clase, esta persona. –Recalcó, aunque más deseaba hacer eso emocionante. –Me dijo lo que pasaba, cuando se lo pregunté a ella, lo negó y le creí. Algo estúpido ¿Cierto?
Liam bajó un poco la mirada, se le notaba la vergüenza entre sus palabras. Recordar aquellos días en la secundaria cuando ocurrió eso. Le dolía y molestaba, no quería volver a sufrir con una chica como ella jamás.
Por eso ese tonto miedo a terminar enamorándose, Pasaba todo su tiempo estudiando, sino, con su familia o de lo contrario, en el gimnasio, intentando olvidar, porque a pesar del tiempo, la vergüenza seguía ahí, jamás lo olvidaría hasta poder disculparse como era debido, e incluso, aún así, seguía molestándole ese gran error.
Mientras que Zayn no sabía qué hacer para hacerlo sentir mejor, se sentó a su lado, ambos en la cama de este. Lo miraba sin decir nada, solo intentando ver a través de ese fleco de cabello que cubría los hermosos ojos del Payne.
Ya cansado de ese perturbador silencio, se inclino un poco hacía él, dándole un ligero golpecito con su hombro, Liam lo observó, esperando que hablara.
-Si te hace sentir mejor, todos los hombres somos estúpidos. Yo también lo fui y lo soy.
Le regaló una sonrisa sincera, mientras el ojimiel no hizo más que sonreírle también.
-Eso ayuda mucho. –Comentó.
-Pero –Zayn soltó un suspiro, estaba a punto de dar un consejo que incluso él no acataba, bueno, todo sea por animar a Liam. –Creo que no por eso todas las mujeres son iguales, quizás algún día llegue la indicada.
-Quien sabe.
Liam se acercó también, devolviendo el ligero golpecito con su hombro. Zayn soltó una leve risa e hizo lo mismo, hasta que ambos se quedaron callados, tranquilos y quietos ahí, tan cerca, teniendo sus propios pensamientos en ese instante.
-Eres un gran amigo, Zayn. Gracias.
Soltó el ojimiel de la nada. Lo observó, mientras el otro le devolvía la mirada. No supo porque, pero sintió algo en su pecho, él no era de exagerar, jamás lo hacía. Aunque ahora decir que su corazón empezaba a bombear como loco, era poco. Pensándolo, seguro era por la razón de que nadie le había dicho eso nunca, sí, eso era.
-Entonces… ¿Creerías en todo lo que yo te dijera, Liam?
Algo dentro de él lo quería preguntar, pero no supo si llegó a salir de sus labios o no. Solo se dio cuenta de que la respuesta era un sí, cuando el Payne lo observó mejor y le regalo otra de sus sonrisas.
-No cometo un mismo error dos veces, confió en ti.
Otra vez esa punzada en su pecho, y su corazón latiendo con ferocidad, debía controlarse. Le encantaba cada palabra que salía de los labios de Liam. Por el simple hecho de que no había tenido un amigo tan cercano nunca.
No le importaba si llevaban solo una semana de conocerse, o menos. El tiempo no significaba confianza, existían personas, que podían meterse en la vida de la gente en un solo día o un poco más, el claro ejemplo de eso, era Liam.
-Tú también eres un gran amigo, Payne.
Después de quedarse ahí, sin decir nada, por un tiempo más. Liam le recordó a Zayn la razón principal por la cual él estaba ahí: estudiar.
Ambos se separaron, Zayn no le preguntaría a Liam si sintió ese mismo vacío cuando se alejaron, ¡Claro que no! Debía ser únicamente su imaginación.
Agarraron los cuadernos y empezaron a leer. Aunque en realidad al ojinegro no le importaba mucho que pasara con esa clase, le encantaba ver la preocupación de Liam, así que se esmeraba por escucharlo al menos.
*
La madre de Zayn tocó la puerta suavemente. Logrando llamar la atención de ambos. Ella los observó sorprendida, bueno, era de esperarse, ver a su hijo con un montón de cuadernos, leyéndolos, y no haciéndoles otras cosas para su entretenimiento, era demasiado raro y era algo que jamás creyó ver.
-Lo siento chicos, pero ¿Ya vieron la hora? Liam debería de irse.
-Mamá.
Zayn la miró con reproche, en realidad Trisha tenía razón, ya era tarde. Pero igual, no pudo controlar ese impulso de querer que el ojimiel se quedara un rato más.
-Mi vida, quizás sus padres estén preocupados. Al menos déjame llamarlos.
-No, está bien señora.
Liam se levantó de la silla y le sonrío a la mujer.
-Ya estaba por decirle a Zayn que me iría. Muchas gracias por preocuparse.
El Malik solo soltó un bufido, levantándose también. Le dijo a Liam que lo acompañaría hasta su casa, algo ilógico porque siempre era al revés, pero ya que el Payne no lo dejo, como mínimo, sería hasta la esquina.
*
Caminaban hasta aquella esquina, sabrá Dios porque, pero el camino era más largo que antes, o quizás, ellos lo estaban haciendo más largo. Por esa lentitud con la que avanzaban y daban los pasos. Además, de que cada tanto por tanto, se detenían.
-Creo que me irá bien en el examen. –Dijo Zayn.
-Yo no lo creo. Estoy seguro de que te irá bien.
Otra vez Zayn pudo sentir como se emocionada rápidamente. Cuando Liam le regalaba tanta de su confianza, era imposible no sentirse mejor, se sentía capaz de subir una montaña en un día y de mucho más.
-Y ¿Tus papas no estarán preocupados, Liam?
-Deben estarlo.
Liam soltó una suave risa, Zayn no entendía porque, pero le sonrió también.
-Aquí entre nosotros. La verdad es que deje mi celular en modo vibrador dentro de la mochila. No quiero ni sacarlo, ha de estar lleno de llamadas perdidas y mensajes.
-Oh, chico malo ¿Liam?
El Malik arqueó una ceja, sonriéndole.
-No, solo la estaba pasando bien. Los celulares suelen malograr los buenos momentos.
-Eres raro. –Soltó Zayn.
-¿Eso es malo?
-No, eres raro en el buen sentido.
*
Cuando Zayn regresó a su casa, Trisha lo miraba entre sorprendida y sonriéndole. El supuso que era porque había demorado mucho más de lo debido, así que, sin esperar la pregunta, contestó.
-Liam camina muy lento ¿No te lo había dicho?
-Yo vi que ambos caminaban lento.
¿Los había estado espiando? Definitivamente su familia era un caso perdido. Además, quién sabe y alguna de sus hermanas también lo haya estado haciendo desde el segundo piso.
-Bueno, tenía que ir a la par con él ¿No?
-Nunca has sido bueno mintiéndome, Zayn.
La mujer se acercó y le dio un leve beso en la frente. El Malik no hizo más que suspirar, y devolverle el beso cariñosamente, en la mejilla. Le dio un abrazo y las buenas noches, mientras se encaminaba a las escaleras para ir a su habitación.
-Duerme bien. –Dijo Trisha.
-Sí. Tú también.
Ahora que se ponía a pensarlo. ¿Por qué su padre no había llegado? En todo el tiempo que estuvo con Liam no le preocupo en lo más mínimo. Pero ahora comprendía mejor el rostro de preocupación de su madre. ¿Le habría pasado algo?
Entró a su habitación y cerró la puerta. Ese día también dormiría tarde. Agarró su cuaderno y empezó a leer de nuevo. Liam era un gran maestro, pero también una pequeña distracción. Por eso, para asegurarse que saldría bien, lo mejor era dar una última repasada.