Quemaba... realmente ardía dentro de Rigby y era fascinante. Mordecai saboreaba por completo el calor de Rigby, recubriendo su interior con él. Nunca antes había sentido algo como eso... aunque puede que sí lo haya experimentado antes. Recordarlo mientras sus cuerpos frotaban entre sí y sus corazones se exaltaban era insensato, pero no podría negar a CJ y su incondicional amor. Tal vez Rigby estaba mucho más enamorado de él de lo que había imaginado y pronto una parte de Mordecai lamentó haberlo incitado a besarlo como lo hacía. Tan salvaje, tan profundo tan dependiente de él. Habían perdido el juicio, pero cada roce de sus lenguas, la exploración de sus bocas, los mordiscos en sus labios y la ansiedad del uno por el otro, iba en aumento y le era muy difícil rechazarlo. Como nunca antes, Mordecai creía poder ir enserio sin importar qué.
Mordecai: Quítate esto... rápido. *tirando de la playera de Rigby*
Rigby: No me toques...
Apretándose sobre su regazo, Rigby se enderezó frente a él, formando una seductora curva en su espalda en donde sus manos se perdieron. La perspectiva que le ofrecía al desnudarse delante de él, aun así fuera sólo la playera, comenzó a afectar sus genitales y Mordecai no creía poder apartar la mirada por temor a que la tentadora imagen se desvaneciera. Sus extensas manos acariciaron esa trigueña piel, pero Rigby las apartó de una palmada siseando entre dientes un "Dije que no me tocaras" antes de que le hipnotizara el olor de su playera con la cual acababa de cubrirle su mirada. En otras ocasiones habría podido contra él, pero realmente le gustaba de ésta manera. Ciego y enteramente indefenso, Mordecai suspiró un gemido expulsando todo el aire de sus pulmones, gozando esa puntiaguda lengua que recorría el largo de su cuello.
Mordecai: ¡Rayos...! *ruge ahogadamente*
Rigby: ¿Te gusta esto? *presionando sus regazos* ngh...
Mordecai: Cuando creí que te conocía... *estremece*
Rigby: Tú me obligaste a hacerlo.
Mordecai: Ojala hubiese pensado en esto mucho antes...
El sonido húmedo de sus besos y sus agitadas respiraciones solían ocultarse bajo el estruendo de la puerta metálica, el cual les advertía que alguien acababa de ingresar al baño y debían ser más silenciosos. Una inflexible labor aunque para nada desagradable, lo prohibido sólo lo hacía más erótico y no podían tomar el control de lo que decían. Un desenfreno total. Mordecai, en medio de una difícil contienda por autocontrolarse, se desinhibía con Rigby succionando esos pequeños botones de carne que llamaban su atención, provocándole a ese encendido y pequeño cuerpo un sinfín de sensaciones placenteras y gemidos difíciles de reprimir.
Rigby se estremecía entre sus piernas, gimiendo silenciosamente y apretándose más a su regazo en un vaivén producto de su desesperación por escapar de él. Mordecai se sentía poderoso y un sentimiento por protegerlo a toda costa iluminó un lugar recóndito y olvidado en su interior. Le pareció de lo más extraño, pero no tuvo mucho tiempo para cuestionarse por ello puesto que la puerta de metal volvió a golpear contra el marco, avisando que el baño volvía encontrarse frío y desolado, y Rigby volvía a contraatacar a sus imprudencias, tentándolo a más no poder con aplastante succión en sus dedos a tal punto de ponerlos morados. La mentalidad de Mordecai se desvió del camino. Sentir la humedad y la suavidad de la boca de Rigby, aplastando sus dedos sin misericordia le ponía de sobre manera y lo deseaba en toda su extensión. No había forma.
Mordecai: R-Rigby... *carraspea* necesito masturb...
El correr de su bragueta, al igual que sus palabras, fue interrumpido por un nuevo azote de la puerta metálica. Mordecai no vaciló en quitarse la improvisada venda de los ojos y aprovechar la confusión de Rigby, al comprender que necesitaba masturbarse, para envolver sus muñecas con ésta. Rigby se tensó entre sus piernas, probablemente preocupado e impaciente por lo que Mordecai fuera a hacerle ésta vez; pero lastimosamente para él, Mordecai no pretendía detenerse por nada del mundo. Ésta vez iría directamente a la raíz del asunto a las frustraciones sexuales de su mejor amigo: su miembro; y no había una maldita cosa que pudiera hacer el universo para detenerlo. Ni el hecho de que podría resultarle desagradable acariciar el miembro de otro hombre. Si hacerlo resultaba placentero para Rigby, lo haría con desesperación.
![](https://img.wattpad.com/cover/47596779-288-k842043.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Regular Show - El Descanso de la Monotonía.
Hayran Kurgu!Hola amig@s lectores! Mi nombre no es importante, ustedes vinieron por historia y eso pienso darles. ¿Alguien dijo "como"? Sí, quiero darles! Pero antes de invitarlos a disfrutar de esta miscelánea basado en el cartoon: Un Show Mas creado por J. G...