Una Misión Mas

Murió Feliz

—Está en su mesa hablando con las personas de la empresa, cambio —me comunico Jared por el auricular que era perfectamente cubierto por el rizo que caía sobre mi oreja derecha.

—Entendido —respondí mientras caminaba hacia el piso superior al evento. —En el segundo piso hay una zona llena de arbustos y plantas. ¿Hay alguien?, cambio —pregunte mientras sonreía a todas las personas que conocían a Emily.

—Déjame confirmar —espere siete segundos. —Zona despejada, cambio —respondió.

—Voy para allá —respondí. En la entrada de las escaleras al segundo piso me encontré con Niall , un chico un año mayor que yo, rubio y de ojos azules, alto. Era muy lindo y se veía a lejos que yo le interesaba. Su hermano me dijo que él estaba enamorado de mi, desde ese entonces había querido probar sus labios. Le sonreí y él me sonrió algo tímido. Que lastima que no iba a poder darle aunque sea un solo beso antes de irme en dos horas, aunque tengo algo de tiempo...

—Hola Niall —salude acercándome más de la cuenta a él.

—Ho...Hola Emily —me saludo besando mi mano con caballerosidad. Claro era el hijo del ministro de Irlanda, debía de ser todo un caballero. —Supe que te ibas hoy por asuntos de tu hermano en Rusia.

—Sí, lo llamaron a una reunión de urgencia —le dije con lastima fingida. ¿Jared empresario en Rusia?

— ¿Volverán? —me miro con ojos de enamorado.

—Sabes que no —le sonreí con tristeza. —Por aquí también pasábamos temporalmente y ya es tiempo de irnos.

—Que lastima que no admirare tu belleza nunca más — ¡Wow! ¿El chico de pronto quiere aprovechar la oportunidad porque me iré? sonreí y me acerque a él lentamente, vi como tragaba saliva nerviosamente.

— ¿Me darías un regalo de despedida? —coloque mis brazos alrededor de su cuello.

—El objetivo está en posición —me comunico Jared por el auricular. ¡Maldita sea! Bese rápidamente a Niall en la comisura de sus labios y me fui corriendo por las escaleras.

Me posicione entre los arbustos, saque mi arma de la liga que tenía más arriba del muslo en el corte de mi vestido. Mire hacia la mesa del presidente de la empresa 'Dankanich', Bernard Dankanich.

—Lista, cambio —comunique. Apuntando con el arma.

—Dispara en 30 segundos, cambio y fuera —respondió y me posicione para disparar. Bernard Dankanich bienvenido a la larga lista de mis victimas, un saludo al infierno, que no me esperen tardare en llegar, pensé entre sonrisas.

20 segundos...15 segundos...10 segundos...5 segundos...3 segundos...1 segundos, adiosito, pensé y dispare. Vi como la camisa blanca de Bernard se manchaba de sangre justo arriba de donde estaba su corazón y el caía al suelo.

—Tiro perfecto, mounstrito —dijo Jared por el auricular.—Ahora corre.

Guarde el arma en la liga, me di media vuelta para comenzar a correr, cuando lo vi. Niall me miraba con los ojos fuera de órbita mientras retrocedía torpemente. ¡Mierda! Me debió de haber seguido por el beso.

—Sígueme —le dije tomando su mano bruscamente y corriendo a un baño de ese mismo piso. Lo empuje dentro del baño y cerré la puerta con seguro. Respira, respira, respira, me decía. Esto se puede arreglar.

—Tu...tu... —trataba de decir Niall.

—Es un secreto —le dije inocentemente mientras lo abrazaba y me pegaba a él. —No se lo puedes contar a nadie.

—Pero...pero...tu...le dis...dis —tartamudeaba el pobre. Voy a tener que poner todas mis cartas.

—Me obligaron —le dije inocentemente mirándolo a los ojos azules. —Debes prometerme que no se lo contaras a nadie.

—Le disparaste —logro decir. El papel de inocente no sirve, bueno cambio de cartas.

—Mira Niall —le dije sensualmente mientras rodeaba su cuello con mis manos. —No vas a decir nada —dije susurrando sobre sus labios. Asintió con la cabeza. Perfecto. —No vas a decir nada de esto, a nadie —le dije amenazadoramente mientras jugaba con su cabello.

—A nadie —dijo mirando mis ojos y rodeando mi cintura con sus brazos. Bueno si no lo voy a ver nunca más debo aprovechar.

—Muy bien —le dije mientras besaba su cuello. —Prometo que te recompensare —sentí como se estremecía. —Lo que siempre deseaste ¿no? Ahora lo tienes, aprovéchalo —le susurre en sus labios. Y como es un chico listo me beso con desesperación. Me afirmo la cintura y me apretó a él. Lo empuje dejándolo sentado en el W.C. y me coloque de piernas abiertas en sus piernas. Delinee sus labios con la punta de mi lengua. Mientras él me besaba desesperado y un poco temeroso. Me saque el arma de la liga y se la pase delicadamente por el estomago.

—No estoy segura de si dejarte ir —sentí como temblaba por la cercanía del arma con su cuerpo. —Si quieres vivir vas a tener que convencerme —susurre. El rápidamente me tomo por el cuello y me beso los labios delicadamente, fue bajando sus besos por el mentón hasta el cuello y mi hombro. Volvió a mis labios que beso con lentitud. Aunque me hizo estremecerme, yo solo estaba jugando, nunca lo dejaría vivir. — ¿Por qué será que no me convences? —le dije besando sus labios por última vez, y le dispare en la sien, viendo como la luz de sus ojos se apagaba. —Al menos moriste feliz —bese mis dedos y se los coloque sobre los labios, dándole un último beso de despedida. No beso cosas muertas

Nota: Este es un recuerdo de una misión anterior  ; Gracias a mis dos lectoras que amo por seguir la novela