Una Misión Mas

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¡Que hice! Ellos van al instituto y si esparcen el rumor de que ya no soy 'la chica indefensa' que supuestamente soy.

—Si me entero que han dicho algo de esto o de que me acosten con ustedes ¡Cualquier mentira en mi contra! —cambie a un tono de voz amenazador. —Ya se las verán conmigo y será tres veces peor. —Dicho esto desaparecí por la calle camino a mi casa.

— ¡Que hiciste que cosa! —me regaño Jared cuando le conté lo sucedido en el callejón.

— ¡Que esperabas, que me violaran! —le grite enojada.

—No, pero pudiste... ¡No lo sé correr! —dijo mientras se masajeaba la cabeza.

—Tú sabes más que nadie, que yo no soy de escapar de los problemas y los enfrento. Además donde estaba no podía escapar.

—Sí, lo sé. ¡Pero Lean no es ruda o fuerte! ¡Ese no era tu personaje! Si Anne se llega a enterar de esto ¡Puede quitarte la misión!

—Ella lo entenderá, no podía escapar y Anne no hubiera querido que a Lean  se le conozca de zorra. Además los amenacé y me asegurare de que no digan nada —le dije.

—Está bien —cedió. —Pero que no vuelva a pasar.

—No volverá a pasar.

Así se fue otra semana. Yo evitando a Aaron. Aaron  evitándome a mí. Si yo estaba con Sam y llegaba Aaron, yo me iba con la escusa de que tenía que ir al baño. Si Aaron  estaba con Sam y me veía llegar, el se iba con la escusa de que tenía que juntarse con sus amigos. Sam sospechaba que algo pasaba pero como siempre le decíamos que no pasaba nada, y nos dejaba de interrogar. Esa chica es tan lista que ya se debió haber dado cuenta de que algo pasa, no creo que haya deducido lo del beso, pero debe tener sus teorías. Y como siempre Bonnie odiándome cada día más. Aaron ya no se comportaba con ella como antes, según los cotilleos de las porristas, así que era una razón más para odiarme. Aunque sea la reina de las huecas no era tonta.

Era viernes por la noche y después de unas largas 2 horas había podido encontrar un espacio de visita en el Centro de Recuperación de la Visión, el martes siguiente a las 7 de la tarde. Según un mensaje de Aaron  ese día a esa hora él podía ir conmigo. Teníamos 1 hora para entrevistar a un ciego y terminar la maldita tarea que se entregaba la semana siguiente a esa.