Una Misión Mas

Guerra

Cuando vi quien bajo del lado del copiloto, mi mandíbula perforo el suelo, no literalmente claro. Si no fuera porque Declan estaba tan atento a la escena, lo hubiera notado.

En el rostro de Aaron no se visualizaba ninguna expresión, no sabía si estaba feliz, enojado o lo que sea. Nada.

Tomo la mano de Bonnie y la guió hasta la entrada, donde con la mano que estaba libre saco las llaves del bolsillo trasero de su pantalón.

Pero antes de que pudiera abrir la puerta, Bonnie lo tomo por la camisa con su mano izquierda.

La expresión de Aaron seguía siendo nula.

Bonnie poso sus labios sobre los de él, dándole un beso que estaba lo más lejos de ser tierno, ella soltó sus manos entrelazadas y lo atrajo con una mano desde su cuello hasta ella para profundizar más el beso.

Mi boca temblaba, y de mis ojos se escapaban lágrimas, en silencio, como si no estuvieran ahí.

El uso su mano derecha para atraerla hacia el por la cintura, de una forma que nunca lo había visto, ruda y bruscamente, como si estuviera enojado, y se tratara de quitar el enojo con ella. La golpeo prácticamente contra la puerta para seguir besándola cada vez más rápidamente. Con una mano trato de ubicar la llave en la cerradura, y besándose desesperadamente entraron a la mansión.

Con mi mano izquierda quite las lágrimas de mis ojos, sin que Declan me viera. Agradecí a la oscuridad o si no ya se abría dado cuenta de mi situación.

— ¿Lean? ¿Estás bien? —me movió mi brazo derecho Declan para que reaccionara.

—Si —murmure algo enojada.

— ¿Entonces?

—Ahora que están juntos de nuevo —hice una pausa tratando de pensar en algo. —Ya no será tan fácil, enamorarlo y tendré que seguir trabajando contigo, quizás por cuantas semanas más.

—Bueno a mí me gusta trabajar contigo —sonrió poniendo sus manos en sus bolsillos.

Al diablo con todo, al diablo con Aaron. ¿El estaba enamorado de mí? ¡Que lo demostrase entonces! ¡Que yo no llegare rogando de rodillas a por él!

— ¿Sabes? —lo mire y él me miro. —A mi también —me acerque y lo tome por el cuello besándolo apasionadamente, de la misma manera que Bonnie beso a Aaron, a lo que él me respondió algo sorprendido.

¿Aaron quieres la guerra? ¡Entonces tendrás la guerra!