Mi Angel En El Apocalipsis (Carl Grimes Y Tu)

Capitulo 24 ''Start To Finish''

... OMNISCIENTE'S P. O. V:

... Afuera, la torre de vigilancia se derrumba sobre el muro de Alexandria. Cientos de caminantes empiezan a entrar a través del agujero. Rick le ordena a todos correr hasta sus hogares Carl y Ron emprenden la marcha, mientras Rosita y Tara ayudan a Tobin a ponerse en pie.

La horda inunda las calles de la comunidad como un río desbocado. Rick hace frente disparando les, con Deanna cerca suyo, quien trata de convencerlo de que escapen...

... Al huir de los caminantes, Carol, tropieza y cae al suelo golpeando su cabeza. Morgan la ayuda a levantarse y corren para refugiarse en la casa-celda de Alexandria...

... Deanna es tirada al piso por los caminantes.

-Ven, vamos- dice Rick mientras toma sus brazos y la ayuda a parar se y seguir corriendo...

... Maggie queda atrapada en el andamio, a unos cuantos metros del suelo sin posibilidad alguna de escapar.
Sin embargo, antes de aquello casi es alcanzada por los caminantes y agota sus municiones tratando de llegar hasta el puesto de vigilancia más cercano. A duras penas logra ponerse a salvo subiendo por la escalera de aquella estructura, se lastima un poco la pierna en el proceso. Los caminantes tiran al suelo la escalera y Maggie queda atrapada, con cientos de muertos vivientes a su alrededor...

... Eugene, lleno de miedo, se golpea contra una pared mientras los caminantes pasan a su lado sin verlo. Encuentra el walkie-talkie de Rick en el suelo y al escuchar la voz de Daryl, lo recoge rápidamente y pide ayuda.
Tara y Rosita lo rescatan justo a tiempo y huyen a una cochera cercana...

... Rick ayuda a Deanna a cojear por la calle mientras huyen de la horda y unos momentos después están acompañados por Michonne, Gabriel, Carl y Ron. Jessie abre la puerta y les hace soñar parta que se apresuren y entren en la casa...

... Afuera de los muros, Glenn,______ y Enid, observan con asombro lo que sucede.

-Me voy. - determina la castaña mientras da media vuela y se dirige hacia el bosque sin importarle los caminantes a los cuales esquiva con agilidad. Glenn  le hace señas sabiendo que si llegace a hacer ruido, aquella horda ó almenos una peligrosa parte de ella, vendría por ellos.______ desesperada por el bienestar de su amiga corre tratando de alcanzarla.
Enid se da cuenta y gira para mirara la, pero esta distracción solo causa una cosa: Su muerte. Un caminante se abalanza sobre ella y muerde su cuello.

-¡¡AHHHHHHH!! ¡AHHG! - sale desgarradora mente por su garganta.

-¡¡ENID!! - grita impactada.

-¡¡______!! ¡______!! - grita Glenn desde el árbol pero unos 20 caminantes se dirigen hacia él, dejándolo si salida, viendo con  cómo se devoraban a la chica y cómo su pequeña amiga, casi ''hija'' observaba aquella escena con pavor en los ojos inyectados de lágrimas que rodaban por sus mejillas y gritos resonando en el terreno. 

-¡¡NOOOO!! ¡NO!.. no.. - se lamenta callando de rodillas al suelo. Parte de la horda se abalanza sobre lo que queda de Enid con la esperanza de conseguir un trozo de aquel aperitivo.
Las lágrimas bajan rápidamente por su rostro, los labios cerrados, los ojos bien abiertos, el corazón a mil, su mente en blanco. Había visto morir gente; gente a la que quería, pero no de esa manera, de esa manera tan fría, sangrienta, terrorífica, desalmada.. Y aquella lista de desgarradoras palabras seguía pero una se hizo presente en su cabeza.

... Carl...

Carl y el resto de su familia estaba ahí dentro, al igual que los amables, inocentes y débiles habitantes de Alexandria. Se puso de pie rápidamente y corrió a todo lo que sus piernas le permitieron, mientras empujaba y chocaba contra los caminantes que se le atravesaban; su marcha no era tan rápida como pensaba. La horda era demasiado grande, densa y larga para atravesarla sin más. Estaba cansada y no iba ni por la mitad. Aquello le extrañó  su inmortalidad le daba un poco más de resistencia (aunque no es que la hubiese tenido que usar antes) el olor de la sangre que calló sobre su ropa cuando el caminante arrancaba la yugular del cuello de su amiga, atrajo la atención de algunos caminantes a su alrededor, los cuales inmediatamente se acercaron.
Desesperada y sin saber que hacer, metió la mano el en bolsillo de su pantalón y sintió el filo de aquel frío metal que le había dado Enid en el camino.