Mi Angel En El Apocalipsis (Carl Grimes Y Tu)

Capítulo 37'A New Restart' Parte I

________... P.O.V:

-Despierta ________, despierta...-me remuevo suavemente sobre las sábanas.- despierta...- repito la acción, tomando un poco más de conciencia.- Dios! Estar entre humanos te ha pegado sus vicios.

-Shhh, callate Marie..- cubro mi cabeza con la sábana. Marie.. Pienso. Marie.. Marie..- Marie!- abro los ojos de par en par y me siento. Rápidamente, cubro mi boca, recordando que no estoy sola. Miro hacia Carl, pero este sólo se mueve un poco para después darse la vuelta.

-Hola..- En un rincón de la habitación, esta recostada mi hermana Marie.

-Marie..- le sonrío.

-Eva..- responde con gracia. Sin pensarlo dos veces, miro mi cuerpo y me doy que la sábana se resbaló de este, al sentarme. Después de cubrir me, la miro apenada.- pecadora.- ríe haciéndo que me avergüence más de lo que ya estoy.- pues si esa es la manzana... Creo que debo considerar eso de ser humano eh?..- me guiña el ojo.

-Marie!- siento que mi cara va a estallar de lo roja que está.- no lo mires, imprudente.- tomó el borde de la sábana, lo cubro hasta el cuello.

-Soy un ángel.- se hace la santa.- yo no miro a los mundanos de esa manera, no te preocupes.

-No le digas así.- hablo seria.

-Haz cambiado, ________.- bajo la cabeza. Es cierto. He cambiado.. Y demasiado.- me alegra.- levanto la cabeza para poder observarla.- me alegra que vivas una vida.. No es la que te mereces.. Pero una vida es una vida.

-Técnicamente, es una misión.. Como la de Jesús.

-Jesús, también tuvo una vida..

-Sí..- observo a Carl.- cumplió su misión y luego regresó.. Con nosotros..-acerco mi mano hasta su cabello, pero luego me arrepiento y la regreso hasta mi cuerpo.- al cielo.- termino la oración con nostalgia.

-No quieres volver?- pregunta, examinando me con sus ojos.

-Es sólo que.. No quiero dejar lo.- la miro, sintiendo como mis ojos se humedecen.-No quiero dejarlos, no puedo.

-Lo amas.- asiento, acción la cuál, ella copia.- ya veo.- estoy feliz de que hayas encontrado tu felicidad. Es difícil de digerir que estas creciendo..- mira hacia otro rincón de la habitación.- como ellos..- observa a carl.- en un mundo así.. Tú no deberías estar aquí.- su semblante cambia a uno más sombrío.- no estoy de acuerdo con este sacrificio..- susurra.

-Marie..- la llamo, haciendo que me observe de nuevo.- no es un sacrificio.. No para mí. No es un sacrificio morir por las personas que amo...Es una de las cosas que me han enseñado.- esta asiente leve, a su lado aparecen algunas prendas, las toma y me las lanza ágilmente.

-La guerra ya está por comenzar, ________...- me pongo de pie y empiezo a vestirme mientras ella continúa.- la sangre de muchos va a correr... Tu destino se está cumpliendo..- una vez termino, me observo, es ropa común, un Jean al cuerpo, para mayor flexibilidad, unas botas negras de cuero encima del Jean, me quedan bajo la rodilla, se parecen a las de Maggie. Una camisa gris de manga larga y una chaqueta de cuero negra, con un par de alas en la espalda, bordadas en oro y plata.- No es la clásica vestimenta de un ángel.- habla de nuevo.- pero esta, tampoco es una típica batalla..- me acerco a ella y observo como saca una espada de su túnica. No una como la de Michonne, no. Esta es.. Como la de los griegos.. Yo la he visto antes.. Esa es..- Te la manda Gabriel.- Dios.. Es la espada de Gabriel. Es la espada que más almas de demonios a tomado. Él la ha usado en batallas desde el día en el que el mal pisó la tierra. Marie extiende su mano y pasa el filo por esta. La sangre que brota la deja caer desde el mango hasta la punta, mientras reza en latín combinado con otras lenguas muertas que el hombre nunca conoció, lenguas sagradas.. Una vez la plata ha absorbido la sangre, la extiende hacia mí.- Tómala..- obedezco, la sostengo con las dos manos, y esta se divide, hasta formar dos grandes cuchillos, los cuales, pongo uno a cada lado de mi cinturón. Mi mirada viaja hasta la ventana, el sol aún no ha salido, pero no está muy oscuro.- Ya sabes que hacer, ________... Vete.. Y mata a esos bastardos.