Protect me.

Capítulo 14.

Después de una larga noche y el cansancio acumulado en la semana, por fin pude dormir. Estaba consciente de que ya era de mañana, pero no me importaba yo solo quería seguir durmiendo.

Era cerca del mediodía cuando me digné a levantarme, todavía en pijama, fui en busca de lo que sería mi desayuno y cuando termine subí a mi habitación a buscar mi teléfono, quería llamar a Madie. Se me había ocurrido una excelente idea que me tenía entusiasmado, ¡Una pijamada!

Supuse que a la una de la tarde estaría despierta, pero creo que me equivoque, llame una, dos, tres veces y no había respuesta alguna. No quería agobiarla con llamadas perdidas, por lo que me decidí a llamarla una última vez.

— ¡Madison, al fin contestas! —me senté en el sillón y acomodé mis pies arriba de la mesita. Mi mamá odiaba que haga eso pero ella no estaba.

—Me acabo de dar cuenta de que tenía tres llamadas perdidas tuyas—rió— ¿Qué pasa?

—Ayer por la noche se me ocurrió hacer una pijamada, ¿Qué dices? Tú, Ava y yo.

— ¡Estaría genial! Podría ser en mi casa, en mi habitación entraríamos sin problemas—dijo entusiasmada—. Tengo unas cuantas cosas que quiero contarles sobre ayer.

—Supongo que Jess también tendrá algo que contarnos—reí.

—Y tú no te me hagas el tonto—hizo una pausa y comenzó a reír—Vi cómo te ibas ayer, y Zayn te siguió— ¿No pensabas decirnos que te escapabas con él? —pregunto picara.

—Sobre eso... ¡Quédate con la duda! —exclamé riendo—. Es broma, les contaré esta noche.

— ¡Y más te vale que me cuentes todo, eh! —gritó desde el otro lado de la línea—. Zayn... eres el único chico al cual él se ha acercado.

—Madie cállate—reí nervioso—. Cambiando de tema, ¿A qué hora voy a tu casa?

—A las siete ¿Te parece?, Yo le aviso a Ava. Trae algunas películas, de terror si puedes. Conociéndote podría pensar que ya se te ocurrió ir a alquilar toda la saga de Crepúsculo—agregó.

—Bueno, parece que me conoces bien ¿No quieres que alquile esas? —pregunté.

—Ya las tengo en casa, tú alquila una de terror.

—Uhmm, okey—dije dudoso. No me gustaban para nada las películas de terror, es más, las odiaba.

—Entonces nos vemos a las siete. Adiós Ni, ¿Te puedo decir así?, no importa lo haré de todos modos—rió.

—No hay problema—reí también—. Adiós.

Bueno por lo menos ya tenía algo para poder pasar este domingo, lo sé es raro una pijamada un domingo y es aún más raro que a un chico le guste la idea, pero qué más da, es igual de divertido. Cuando mi madre volviera de hacer las compras iría a alquilar las películas. Para mi gusto las de terror no eran la mejor opción, no solo porque luego no podría dormir si no porque también a veces me aburren. ¿Acaso tenía algo contra los vampiros y hombres lobos? Sí lo sé, esta obsesión que tengo con Edward no me la saca nadie.

Cuando subí a mi habitación y me miré al espejo por poco no me caigo. Mi pelo estaba horrible, bueno era mi culpa ¿Quién fue el que se pasó toda la noche dando vueltas porque no podía dormir? Sí yo. Como mamá tardaba en llegar decidí darme una ducha. Para ese entonces ya se habían hecho las seis de la tarde. Las compras ya estaban hechas, mi mamá ya estaba en casa, la única que se había retrasado con los planes de ir a alquilar la película era yo, y ya no tenía ganas de salir. Ahora estaba cansado y lo único que quería hacer era acostarme y dormir.