Protect me.

Capítulo 16.

— ¿Descargarte de qué? —al segundo de haberlo dicho me arrepentí.

—Cosas que por ahora no puedes saber pero que en algún momento te enterarás.

¿Qué quería decir con esto? ¿Estaba yo relacionado con sus problemas?

El recreo terminó y me levanté para ir a la siguiente clase. Al parecer Zayn no iría. Por un momento se me pasó por la cabeza quedarme con él pero no, no quería hacerle creer que algo en el me atraía.

Teníamos laboratorio en esta hora, por suerte esta clase no se me hacía para nada difícil, es más, me encantaba. En esta clase coincidía con Madie quien me había dicho que tenía una clara sospecha de lo que haríamos hoy. Supuestamente el trabajo de hoy consistía en hacer un test para saber nuestro grupo sanguíneo.

Y ahí se encontraba mi problema; la sangre. No la mía por supuesto, pero sí la de otros. Nada me retorcía más el estómago que ver sangre. No sé de donde agarré esa manía, mi mamá dice que de mis libros de Crepúsculo pero yo ya la tenía de pequeño. Sabía que me descompensaría en el medio de la clase y me tendrían que llevar a la enfermería, pero no quería faltar, ya tenía una advertencia y lo último que quiero es otra.

Entré al salón de laboratorio y la profesora me señaló el puesto en el cual debía sentarme, junto a Liam quien se sentaba en el fondo.

— ¿Ya dijo que haremos hoy? —lo miré esperanzado. Tal vez Madie se había equivocado.

—Sí—afirmó Liam con una sonrisa—. Tendremos que averiguar nuestro grupo sanguíneo.

—Oh dios—tiré mi cabeza hacia atrás. Esto no podía estar pasando.

La profesora se paró frente a la clase con una caja negra llena de cosas. Nos repartió un cartoncito con cuatro puntas redondas y una cruz en el centro.

—Bien ahora que todos tienen el material... —hizo una pausa y saco una pequeña aguja de la caja— Con mucho cuidado pasaré mesa por mesa para pincharles el dedo y así puedan poner una gota de sangre en el objeto que les di.

Este era mi fin. No me preocupaba el hecho de desmayarme porque sabía que luego volvería a la normalidad. La vergüenza era mi problema. La profesora se paró a un extremo del salón, frente a la primera mesa y le pidió al chico su mano. Pincho con cuidado su dedo y lo presionó para que la sangre cayera sobre una de las puntas del cartón.

No podía ver esto, mi estómago ya comenzaba a darme vueltas. En cualquier momento me desmayaría. Ya había pasado por esto unas cuantas veces. Lo único que escuchaba eran quejas y pequeños gritos de dolor.

—Bien Payne, su turno—al parecer la profesora no se percató de que estaba allí. Liam gimió de dolor haciendo que me ponga aún más pálido de lo que estaba—. De acuerdo, ahora presiona y trata de que caiga en una de las esquinas del cartón.

—Tu turno Horan—sentí su mirada en mi nuca—, ¿Te sientes bien?

—No—dije luchando contra mis ganas de vomitar.

— ¿Necesitas ir a la enfermería? —estaba tranquila, al parecer esto pasaba seguido. Asentí. No debí haber hecho eso el dolor de cabeza aumento aún más— Louis, ¿Puedes acompañarlo?

—Claro—Louis estaba sentado delante de nosotros, a él todavía no le habían hecho nada—. ¿Vamos Niall?

Me levanté y coloqué mi brazo alrededor de su cuello y el me sostuvo por la cintura. Cerré los ojos, no quería que pasara nada de lo que luego me avergonzaría toda mi vida. La enfermería quedaba casi en la entrada del colegio y nosotros nos encontrábamos en la otra punta. Comenzamos a caminar por el pasillo, hasta que sentí que no podía más. El dolor de cabeza que tenía era terrible, necesitaba sentarme ya sea donde sea.