Protect me.

Capítulo 26.

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Zayn condujo hasta el restaurante donde las chicas me iban a estar esperando. Al parecer ya se había hecho bastante tarde, cuando llegamos Ava y Madie ya estaban saliendo. Bajé rápidamente del auto para pararlas.

— ¡Chicas! —grité mientras las alcanzaba—, me he retrasado.

— ¿Qué ha pasado? Estábamos por ir a buscarte—inquirió Madie con preocupación. No le diría lo que me había pasado, las preocuparía.

—Me había perdido—traté de excusarme. Madie miró por detrás de mi hombro y luego me sonrió.

—Ya veo con quien te has perdido—me guiño un ojo—, ¿Es que acaso no seguiste mis indicaciones?

—Sí pero al parecer doble en la esquina equivocada.

—Hola chicas—dijo Zayn—, ¿Cómo están? —el rostro de Madie se alumbró, al parecer le encantaba verme con Zayn.

—Genial—contestó—, ¿Podrías decirme que fue lo que le pasó a Niall? Creo que está evitando un montón de detalles.

Zayn me miró, seguramente quería entender que detalles no había contado.

—Lo encontré caminando hacia el otro lado del pueblo—respondió—, estaba perdido. ¿Ya han cenado?

—Lo siento pero como vimos que tardabas... Madie y yo estábamos muriendo de hambre—se disculpó Ava. Sonreí para que no se sienta culpable.

—No importa, comeré en casa chicas. Adiós Zayn y gracias... bueno ya sabes porque.

—Espera—dijo él—, ¿No les molestaría si invito a Ni a cenar? —miró directamente a Madison.

—Oh, no. Claro que no, no hay problema—se apresuró a contestar—. Ava y yo tenemos que irnos, se nos está haciendo más tarde. Nos vemos mañana ¿Si? —asentí y las despedí.

Ambas caminaron hacia el auto dirigiendo miradas rápidas por arriba del hombro, Zayn no paraba de reír. No podía creer que sacará su lado encantador para convencer a mis amigas. Él siempre es tan frío, cuando le conviene cambia sus actitudes.

— ¿Con que me invitarás a cenar? —pregunté levantando una ceja—, pensé que estabas enojado.

—Lo estoy—afirmó mientras sostenía la puerta del restaurante para que pueda pasar—, todavía no entiendo que hacías caminando por ese callejón solo.

—Ya te dije—me quejé—, te dije que sentí que me estaban siguiendo. No quería volver por el mismo lugar y quise dar la vuelta pero me puse tan nervioso que me perdí. Yo solo quiero saber qué hacías tú en ese momento y con un auto que no es tuyo.

—Ya te dije que en algún momento te lo diré. Supongo que no debe faltar mucho para eso—hizo una pausa—. ¿Te asustaste?

— ¿Eres estúpido? Claro que lo hice, jamás en mi vida corrí de esa manera para escapar de alguien. Por poco sentí que me agarraba, pero luego llegaste tú y cuando miré hacia atrás tampoco había nadie.

— ¿Qué quieres comer? —preguntó leyendo la carta. Se la quité de la mano y empecé a ver el menú.

—Una hamburguesa con queso—contesté. Me miro sorprendido— ¿Qué? ¿Te parece raro?

—No para nada—repuso con una risa—, viniendo de tu parte ya nada me resulta raro.

—Creo que eso lo tendría que decir yo.