Capítulo 24.

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Continuamos hablando de cosas sin sentido. Me preguntaba si alguna vez alguien había logrado estar con Zayn de esta manera, ¿Sería yo el único que logro lo que miles de chicas en el instituto deseaban? No debería importarme, yo estaba haciendo lo que a mí me hacía bien y al parecer eso significaba estar con él, obviamente estar en el sentido de ser amigos.

A eso de las siete me llevo a casa, sus padres ya se habían ido, no había autos estacionados en la calle. Me despedí como siempre y entré a casa. Mi madre se encontraba en el sillón cruzada de brazos. Estaba en problemas.

—No saludaste, me dijiste que volvías en dos horas y te fuiste cinco, no me pediste permiso para salir—enumero cada cosa que hice y se levantó del sillón—. ¿Alguna explicación?

—Creo que ya sabes la razón. ¿Cuántas veces te he dicho que ese hombre no me cae bien? ¿Cuántas? —repetí al ver que no me contestaba—. Puedes pedirme de todo, de todo menos ser amable con ese tipo.

—Es mi jefe—repuso.

—No me importa que sea tu jefe, eso no lo hace una persona más importante para mí. Sigue siendo la misma basura—contesté—, y no me importa cuántas razones para tratarlo bien me des, no cambiaré.

Mi madre asintió frustrada, cuando me ponía algo en la cabeza no me lo sacaba y era completamente insoportable. Ahora me cambiaría de tema, ya no había más que hablar sobre esto.

—Madie llamó—avisó con tranquilidad mientras se volvía a sentar—, le conté que estabas con Louis. ¿Quién es ese chico?

—Un amigo, simplemente tenía que devolverle su chaqueta.

— ¿Están en algo? ¿Se gustan? —preguntó—. Sabes que puedes contarme si quieres.

—No estamos en nada más que en una buena amistad y no, no me gusta—aclaré—, además teníamos que terminar un trabajo.

—La misma excusa que le dije a mi madre la primera vez que me encontré con tu padre—me echo en cara riendo. Suspiró angustiada al acordarse de eso—. Me gustaría conocerlo, algún día podrías traerlo a casa.

—No creo que sea posible, somos amigos nada más—repetí.

Antes de que pudiera seguir preguntándome sobre Louis subí a mi cuarto. Intenté abrir la puerta pero luego recordé que estaba cerrada. Busqué la llave en el bolsillo de mi pantalón y la abrí. El corazón se me aceleró al ver que mi armario se encontraba abierto por lo que yo recordaba lo había cerrado antes de salir.

Alguien había entrado.

Comencé a revisar mis cosas, pensando en qué pudo haber hecho la persona que entró, hasta que dirigí mi mirada hacia mi cama. Debajo de esta había un papel medianamente grande, me temblaban las manos. Sabía de qué se trataba pero no podía creer que alguien haya podido entrar a mi cuarto cuando la habitación estuvo cerrada con llave.

Estaba en mis sospechas, no pudo haber sido Jack. Él estaba en el pasillo cuando yo salí de mi habitación. El vio como cerré la puerta y como me quedaba con la llave, estuvo todo el tiempo con mi madre y su esposa almorzando. Mi madre hubiera sospechado. Suspiré, no quería abrir el papel pero tenía que hacerlo.

—Niall, ¿qué quieres cenar? —pregunto mi madre haciendo que me sobresalte. Arrugué el papel y lo guarde bajo la almohada—, ¿qué tienes ahí?

—Nada—hablé débilmente—. Solo... una hoja de mi diario.

—Ya veo... bien ¿quieres que pida una pizza? —asentí, quería que se fuera de aquí lo más rápido posible.

Protect me.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora