Capítulo 2.

405 40 32
                                    

El detestable sonido de mi alarma me despertó. Moría de hambre, ayer no había aceptado comer nada por el simple gusto de hacer molestar a mi madre pero ya no podía más, hoy desayunaría sí o sí. Me di una ducha rápida y me vestí con lo primero que encontré para luego ir hacia la cocina, la verdad no estaba para nada emocionado con la idea del nuevo instituto.

—Toma, te preparé el desayuno—tendió el plato frente a mí y colocó un vaso con leche en la mesada amablemente. —Hoy iré a la oficina del jefe de tu padre para arreglar los últimos asuntos sobre mi trabajo.

—Nunca me ha gustado ese tipo, es raro—opiné mientras mordía tranquilamente mi tostada.

—Niall, ya te he dicho más de una vez que él no tiene nada que ver con... bueno ya sabes con qué.

— ¿Cómo lo sabes? La policía nunca lo ha investigado, a mí me resulta raro que justo después de la muerte de papá él quiera contratarte a ti.

—Si la policía no lo investigó tendrá sus motivos, ese hombre no tiene nada que ver con el asunto de tu padre Niall, quédate tranquilo—asentí poco convencido porque sabía que no lo haría. No confiaba en ese hombre ni lo haría por nada en el mundo.

—Bueno me voy—me levanté y coloqué la mochila en mi hombro. —Se me hará tarde para mi primer día en el instituto—dije fingiendo estar emocionado, amaba el sarcasmo.

—Adiós y suerte—se despidió mi madre mientras recogía el plato.

No sabía exactamente donde quedaba el instituto, solo que tenía que ir veinte calles derecho y luego doblar a la izquierda. Menos mal que quedaba "cerca" de casa. Me parece que tendré que conseguir algún trabajo de medio tiempo para poder comprar un auto o una bicicleta no creo poder aguantar caminar esas calles todos los días hasta fin de año.

El colegio era enorme y muy lindo por fuera. Me demoré caminando por los jardines hasta que tocó el timbre de entrada. Por una lado una parte de mi quería salir corriendo y escaparme a otro lugar donde la palabra "socializar" no esté incluida y por otro, la idea de conocer gente nueva no parecía tan mala.

Espere a que el tumulto de gente que se encontraba abarrotada en la puerta se dispersara para luego poder pasar sin empujones ni pisoteadas. Tenía que dirigirme a la oficina del director para recoger la llave de mi casillero y el horario de clases.

—Pase—dijo una voz dentro de la sala. Abrí la puerta con un poco de vergüenza y entré. La oficina era bastante grande, el director estaba sentado detrás de un escritorio ordenando unos papeles. —Tú debes ser Niall, ¿Cierto?

—Si—contesté tímido. —Uhm, yo venía a buscar el horario de clases y el número de mi casillero.

—Oh, claro—el señor se levantó del escritorio y se dirigió a un estante. —Aquí tienes, que tengas un buen primer día.

—Gracias—contesté mientras me retiraba rápidamente del lugar, no quería llegar tarde.

Una vez afuera comencé a correr en busca de mi casilla. Tenía que guardar rápido las cosas y sacar el libro de Lengua, la primera clase del día en el "Salón 16".

Miré por el vidrio de la puerta, la clase ya había comenzado. No quería entrar, mis pies estaban clavados en el piso. Si me saltaba la primera clase tal vez no pasaría nada, creo. "No debes atrasarte más de lo que estas" decía la voz de mi madre en mi cabeza. Mire una vez más, baje la mirada, me arme de valor y entre al salón. El profesor dejo de escribir al notar que alguien había llegado tarde.

— ¿Y usted es...?—preguntó mientras se dirigía al escritorio para ver la lista de alumnos, antes de que pudiera decir mi nombre más fuerte corrí para ponerme al lado de él. — ¿Niall Horan?

Protect me.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora