Protect me.

Capítulo 32.

Caminé lo más rápido posible hasta el pasillo en donde se encontraba la oficina del director, girándome cada tanto para comprobar que nadie me estuviera siguiendo. Podía sentir la adrenalina correr por mis venas, sabía que esto no era la gran cosa comparado con otros retos pero el miedo me hacía sentir esto bastante peligroso.

—Madie, estoy aquí—susurré a sus espaldas, ella se giró rápidamente— ¿Tienes todo listo?

—Todo listo—confirmó—. Abriré la puerta y correré a tapar el visor de la cámara. Me quedaré allí mientras tú revisas el archivo de Zayn ¿Si? —asentí en forma de acuerdo.

—Bien, dame la llave—le pedí—, abriré yo así hacemos más rápido.

Madie me entregó la llave, ambos estábamos nerviosos. Dimos una última ojeada al pasillo; no había nadie. Si todo salía bien tal vez podría descubrir algo más sobre Zayn.

Le hice una señal a mi compañera, tenía que estar atenta a lo que haría. Abrí la puerta, el corazón me empezó a latir a mil por hora. Madie corrió a tapar el visor de la cámara mientras que yo cerraba la puerta y me echaba a los cajones del escritorio en busca del archivo de Zayn.

Cuarto año, tercero, segundo... ¡Aleluya, primero! Comencé a buscar en el último tramo de carpetas, entre ellas se tenía que encontrar la de Zayn. Busqué y busqué hasta que la encontré.

—Apúrate, los chicos comenzarán a sospechar—me apuró.

Las manos me temblaban. ¿Tenía que abrir el archivo? ¿Qué pasaba si me llevaba una gran desilusión? En realidad, si la vida pasada de Zayn era tan mala o rara como yo creía no lo hubieran dejado entrar a la escuela. Decidido abrí la carpeta. Había cinco hojas de tamaño grande. Quité la primera.

Zayn Jaawad Malik. 12 de enero... esos datos no me interesaban, bajé la mirada para leer los párrafos siguientes.

Trasladado a fines del año pasado desde el colegio Northwood University, Irlanda... salté al siguiente párrafo, esto me daría bastante que pensar.

Hijo de padres adoptivos, Jack Joseph Flin y Elizabeth Chloe Martin. Permaneció en un orfanato hasta la edad de 16 años. Curso la escuela en ese mismo lugar hasta que lo trasladaron con su familia adoptiva. No hay detalles sobre su vida y actitudes en ese lugar.

Escuché pasos en el pasillo y me apresuré a guardar todo en su lugar. Madie me miró asustada. ¿Dónde debíamos meternos? Por suerte nos quedamos quietos sin hacer ningún ruido raro hasta que todo se calmó.

—Yo abriré la puerta ¿Si? —susurré—, salgo yo y luego te vienes corriendo—ella asintió.

Puse mi oreja en la puerta comprobando que el pasillo se encuentre vacío. Al parecer era así como estaba. Giré de la perilla y salí, a los pocos segundos Madie se encontraba a mi lado. Cerramos la puerta y salimos corriendo. Teníamos que ir a cambiar el juego de llaves que estaba en el cuarto de limpieza y poner el original antes de que el director quisiera entrar a su oficina.

—¿Has encontrado algo importante?

—Sí. Ahora te lo diré pero primero necesitamos que todo se encuentre en orden.

Madie me dijo que sabía cómo entrar al cuarto de limpieza sin tener la llave. Yo me quedaría vigilando que nadie se acerqué ya que ese pasillo era más concurrido que el otro. Tendría que distraer a quien se esté acercando.

—¿Listo? —pregunté al ver que se acercaba a mi.

—Sí, todo ha salido bien—dijo orgullosa—, hemos hecho un buen trabajo.