"22 intentos y siempre fuiste Tú" LiamPayne

Capitulo 12: "Te necesito"

—¡____! ¡Ábreme la puerta!—seguí jugando con mi celular, mientras el castaño tocaba mas fuerte la puerta del conserje. Un lugar bastante asqueroso, pero fue el primer lugar que vi para esconderme—.

—¿Para que dejes que me violen?—río irónica—. No, gracias.

—¡____!—me regaña—. ¡Por dios! ¡Fue una completa equivocación! ¡Estaba enojado! —rodo los ojos—. Sabes que te quiero y que jamás dejaría que te hagan eso

—¿Por qué no vas con tu nueva amiga y vas por Rita? —cierro el celular y me levanto cuidadosamente—.

—Porque…—escucho su suspiro, al mismo tiempo que el timbre sonaba—. Te necesito...

Los pasos y murmuros de los estudiantes empezaron a sonar en los pasillos. Muerdo mi labio inferior y decido ignorar lo que Liam, posiblemente, no sabia que decía.

Cojo mi mochila del suelo y saco el seguro de la puerta, para luego salir. 

Mi cabeza aún no volteaba en respuesta a los gritos de él llamándome. Él hubiera jalado de mi brazo si no fuera por tantas personas a nuestro alrededor. 

Niall se hace presente en mi vista, y corro hacia él. 

Cierra la puerta de su casillero, y luego me lo abalanzo con un fuerte abrazo.

—¿___?—ríe—. ¿Cómo has estado? No te eh visto hace mucho—me separo, y verifico si Liam esta cerca—.

—Exagerado—lo golpeo levemente al confirmar que no lo estaba—. 

—Y bien, ¿qué clase tienes ahora? 

—Física, ¿tú?

—Matemáticas—forma un puchero con sus labios, enterneciéndome—. 

—¿Nos vemos en el receso? —asiente—. 

—Quiero contarte que me ah ido bien en la primera práctica de fútbol—sonrío abiertamente y lo vuelvo a abrazar—.

—Ese es mi chico irlandés—beso sonoramente su mejilla, logrando que se le escape una carcajada—. Luego te veo—le sonrío por última vez y corro hacia mi clase—.

.- 

La profesora vuelve a llamarme la atención y jura que si hay otra próxima me enviará a la dirección. Louis me mira divertido, mientras yo lo fulmino con la mirada. 

Liam vuelve a llamar mi nombre en un pequeño susurro y vuelvo a ignorarlo. 

—____, si los papeles siguen llegando a esta mesa, juro que voy y cambio de lugar con él—el culón frustrado, susurra—.

—Tranquilízate Louis, tú no eres el que tendrá un castigo si siguen llegando.

—¿Por qué no le hablaste en vez de esconderte en la habitación del conserje? 

—¿Bromeas? Dijo que no le importaría si me violasen. 

—Tal vez en esos momentos no sabía que decía ____. Estaba enojado, según él. Tú cuando estás enojada no sabes lo que dices tampoco—rodo los ojos. Odiaba cuando tenía razón—.

—¿De qué lado estás?

—De ninguno—se encoge de hombros y vuelve a prestar atención—. 

Un papel rosado llega nuevamente a la mesa, y lo abro frustrada. 

Trato de que la profesora no me vea, y la leo discretamente.

“¿Me perdonas? Eh estado mandándote cientos de papeles con diferentes mensajes en cada uno de ellos. Perdóname, ¡por favor!”

.-

—A ver ____—me dice el rubio tomando de su soda—.Viniste temprano por el mensaje de Zayn, luego lo buscaste, fuiste al gimnasio, estaba con Liam discutiendo, el pelinegro dijo que no se entrometa, tú aún no sabes de qué, Liam se enojó y dijo que no importaba si te violaban, te enojaste, y hasta entonces no quieres perdonarlo—resumió lo que había contado—.

—Algo así—lo miro avergonzada—.

—¿Por qué no lo perdonas? Sabes, concuerdo con Louis. Fue, y es, tu mejor amigo ____—suspiro—.

Miro a mi costado, y ahí estaba él. Hablando “animadamente” con sus amigos del equipo de basketball. 

¿Quién no perdonaría tal cosa a aquel chico? Tal vez yo, pero soy ___, una mujer débil a sus encantamientos masculinos.

—Liam—me acerco a él y siento las miradas de sus compañeros. ¿Acaso ellos también se llaman Liam? Idiotas—.

—¡___!—me sonríe y se levanta a abrazarme—. Lo siento, de verdad lo siento—susurra en mi oído y mi piel se estremece—.

—Es mejor hablar en otro lugar—se separa de mí y caminamos hacia el patio. Comúnmente, ninguno de los estudiantes había pisado este pasto, a menos de sus “necesidades” A veces pueden llegar a ser tan… pevertidos—.

—¿Me perdonas? Dime que si ____, ¿puedes? —sus ojos muestran arrepentimiento. Sus labios formaron un pequeño puchero y sus manos están juntas, como si estuviera por rezar—.

—Liam, me heriste—miro hacia arriba. El cielo no estaba cubierta por nubes. ¿No llovería? —.

—Y me arrepiento ____, enserio lo hago—me abraza y mi piel se vuelve a estremecer—.

—¿Por qué dijiste eso? 

—Estaba enojado, ya te lo dije

—¿Por qué? —me mira fijamente—.

—Lina no quiso ayudarme. Anoche me llamó—me río—. ¿Esa risa dice que me perdonas?

—¿Tal vez? —su sonrisa se expande y me alza entre sus brazos—. Pero me debes una grande

—Lo que quieras princesa—mis mejillas se sonrojan y muero mi labio inferior. Sabía que este momento no duraría, él volvería a pedirme a que lo ayude con Rita—.