Capítulo 22: "Regalo"

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Había pasado una semana más o menos, durante ciertos días ignoraba a Liam hablando con los chicos o pasando el tiempo con Zayn, otros, simplemente hablábamos de cualquier cosa que no sea Rita. No importaba cuanto deseaba no saber de ellos, Louis siempre llegaba a mi lado y me contaba todo de lo que se había enterado por los pasillos del lugar. “Rita está pensando en darle una oportunidad” “Liam no se rinde” “Rita le sonrió” “Liam le regalo un anillo de compromiso” Liam esto, y más Rita aquello, era realmente fastidioso. 

—¿Qué harás hoy, ____?—me pregunta Zayn al salir de la universidad. Era viernes y por lo que eh escuchado, Harry hará una gran fiesta en su casa—.
—No lo sé, supongo que me quedaré en cama, viendo películas románticas toda la noche, ¿y tú?—se encoje de hombros divertido—.
—¿Quieres compañía? Puedo ver películas románticas contigo—me río con fuerzas. Él frunce su ceño, y aparenta estar enojado—. No sé de qué te ríes.
—Zayn, hasta mi mamá sabe que odias las películas de ese tipo—suspira, y yo sonrío victoriosa—. Entonces, ¿Qué harás tú?
—Supongo que pasar el tiempo contigo
—¿No irás a la fiesta de Harry? —raramente durante esta semana, ambos han establecido varias conversaciones, sin terminar en peleas—.
—No lo sé, no quiero ir si tú no vas…—lo miro enternecida y él se sonroja—.
—Dime, ¿quieres ir? —llegamos a casa, y lo dejo pasar. Saludamos a mi madre quien está en la cocina y subimos directo a mi habitación—. 
—Te seré sincero, sí—carcajeo y me tiro a mi cómoda cama—.
—Entonces ve, no te impediré pasar una noche de fiesta a lo loco—me encojo de hombros y él se acuesta de mi lado—.

Abre su boca para contestar, pero la puerta de mi pieza había sido abierta bruscamente. Ambos miramos hacia aquella dirección, notando que Liam estaba rojo de furia, tal vez, con lágrimas secas en sus mejillas. ¿Rita?

—Eh… Liam, ¿pasó algo? —idiota, es obvio que había pasado algo—.
—Zayn, déjanos a solas—él se levanta sin más que decir, el pelinegro también lo conocía a la perfección, cuando estaba así es porque nadie ni nada podría mejorar su humor en simples segundos—. 
—Dime, ¿qué paso ahora? —me siento con las piernas cruzadas y él se tira con fuerzas a mi lado—.
—Rita, ¡eso pasa! ¡Todo es una mierda! —antes de responder, él interrumpe—. ¡veinte veces me ha rechazado! ¡veinte! —revoleo los ojos, creía que era algo muchísimo más importante que ella—.
—Louis dijo que se los veía muy felices durante estos días.
—¿Cómo sabe él si está con Eleanor todo el día? Además, tú estás con Zayn, así que menos podrás saber—se cruza de brazos y me río de lo tierno que se veía enojado y tal vez, celoso—.

Una hora después, eran las tres de la tarde. Zayn, Liam y yo hablábamos animadamente. El castaño pudo tranquilizarse por un largo tiempo, por lo que decidimos pasar el tiempo juntos, a pesar de que ambos chicos se llevaban de mal en peor, trataron de ser amigos, o al menos hasta que se vayan de mi casa.

Zayn decidió ir a la fiesta junto a los chicos, mientras yo seguía prefiriendo quedarme en casa, era obvio que nadie podría convencerme para ir, a menos que…

—Debo irme, mamá debe estar preocupada, los veo luego—besa mi mejilla y le da una mini sonrisa a Liam—. 
—Y…—dice él—.
—¿Qué piensas hacer ahora? —pregunto levantándome de la cama—.
—Exactamente, no lo sé.
—Entonces levanta tu trasero de mi cama y vamos a caminar—se ríe y caminamos hacia abajo—.

Antes de salir, mi madre avisa que ira a la casa de Karen, raramente han estado muchísimos días juntas y estoy dudando que solo se junten a “tomar el té”.
Tomo la mano de Liam y salgo corriendo como hacíamos de pequeños, no importaba a qué lugar nos dirigíamos, siempre acabábamos muertos de la risa. 

Miraba de vez en cuando a Liam, su sonrisa no era sincera y eso me irritaba y apenaba a la vez, no dejaría que por Rita esté así todo el día. 

—Iremos a la fiesta de Harry—digo, rompiendo el silencio—.
—¿Qué? —frunce su ceño—. 
—No aguantaré que sonrías falsamente junto a mí, iremos a divertirnos esta noche y no aceptaré de respuesta un no. —el chico de la heladería nos da el pedido y le entrego el dinero. Le entrego al castaño su crema americana con dulce de leche y seguimos caminando sin rumbo fijo—.

El siguiente camino fue silencioso, nunca había experimentado un silencio tan largo, y menos con él. Creía que estaba debatiendo dentro de su mente por sus expresiones que hacía mientras comía el helado, pero luego mi suposición se esfumo, él solo podía pensar en Rita. 

—_____...

Volteé mi cabeza, para después sentir sus labios apegarse a los míos, no había durado minutos, pero fueron los mejores segundos de toda, toda mi vida.

—¿Qué…?
—Digamos que es… un regalo—se encoje de hombros y sigue caminando, dejándome atrás de él. ¿Regalo? —.

"22 intentos y siempre fuiste Tú" LiamPayneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora