Llego cabreada. Este lunes era un asco, igual que todos los días. Abro la puerta de mi casillero color azul, nada llamativo, dejando y recogiendo algunos anchos y pesados libros. La cierro poniendo mi contraseña, llevándome de sorpresa la cara de Liam Payne.
—¿Mal día?
—¿Tanto se nota?
—Solo cuando entraste. Tu cara te delata siempre — Sonreí irónica — ¿Encontraste a Rita? — Bufé pesadamente —
—Acabo de llegar, ¿lo notaste, cierto?
—Puedes encontrarla con la mirada
—¿Tú la has visto? — Negó con la cabeza —
Seguiría hablando, pero la campana a la que todos nombran “Hora de la muerte” había sonado. Le di unas leves palmadas en el hombro, y me fui directo al salón de matemáticas, en donde el profesor es bajo, con anteojos, barba y con la mala costumbre de bañarse un solo día de la semana.
Me acomodé en el asiento del último, y esperé a que el profesor “Patrick” llegara. Todos los lunes eran iguales. Los estudiantes descontrolados hasta que él llega, abrimos las ventanas por el hedor, y pretendemos tomar notas de lo que habla, cuando en realidad solo hacemos… nada.
—¿Aburrida? — Miré con sueño hacia la proveniente voz —
—Cansada — Se sentó a mi lado —
—¿Padres? — Asentí — Te entiendo.
—¿Tienes los mismos problemas? — Entrecerré los ojos —
—Bueno, es difícil cuando tus padres te crean una bazofia — Se encogió de hombros —
Dirigí mi vista hacia la puerta. Rodeé los ojos al verla tan… idiota como siempre.
—Ya vengo — Zayn me miró extrañado cuando me vio levantarme. Caminé sin idea de qué decirle, y me senté a su lado. Ella me miró sin ninguna expresión en el rostro. Simplemente me dejo sentar allí —
—Te diré algo Cooper — Tragué saliva — Si vienes por tu amigo Liam Payne, créeme que no conseguirás nada
—¿Quién dijo que era por él y no por mí? — Me miró seria y suspiré — Iré al grano. Liam me ha estado jodiendo para que tú salgas con él.
—¿Y qué me darías a cambio si acepto?
—Rita, no hay nada para dar a cambio. Liam es el tipo de chico que toda chica quiere. — Me miró con desconfianza — Solo ve a hablar con él después de clases, ¿te va? — Aún con su mirada de desconfianza, pensó unos segundos para después asentir —
Me levanté de aquel lugar, y volví al mío. Si no la aguantaba ni por cinco segundos, una hora me haría asesinarla.
Zayn me miró tratando de conseguir alguna explicación. Él sabía que ella nunca en la vida me agradado, pues una vez le había arrancado ciertas extensiones. Liam me dejó de hablar por una semana.
El profesor entró con su aspecto de siempre. Sudor en la frente y axilas. Anteojos por casi caerse, y su maleta casi abierta por todos sus papeles en aquella.
Dos estudiantes apuraron en abrir las persianas y ventanas. Yo reí al ver la cara de muerto que había puesto Zayn.
La clase empezó. Habitualmente Patrick nos pide perdón por el hedor, pero esta vez no lo hizo. Él se sentó y nos dictó páginas para realizarlas.
Saqué mi libro, y luego sentí la vibración de mi celular en mi bolsillo trasero.
“¿Le hablaste?” — Dios santo Payne, me estás matando.
“Después de clases te irá a hablar”
“¡Te amo! ¡Eres la mejor del mundo!” — Si tan solo sus palabras cobraran vida al otro sentido que quiero…
Tiré mi celular dentro de mi bolsa, y proseguí con la tarea. Matemáticas no era lo suficiente para bajar mi enojo y subir mi ánimo.
Traté de resolver las situaciones problemáticas de la señorita Ruperta que tenía un álbum de cincuenta figuritas pero no puedo. Mi cerebro está en las nubes.
Vi un papel en frente de mis ojos, notando como la mano de Zayn la dejaba.
“Si te ayuda de algo, mis te amo son mejores” — Lo mire viendo que tenía una sonrisa coqueta —
. . .
—¡____! — Giré mi vista al salir de clase. Liam corría hacia mí — Rita — Suspiró al verla detrás —
—Liam — Sonrió falsamente. Perra —
—Mejor los dejo a solas — A punto de irme, la mano de Rita se posó en mi brazo. —
—Son mejores amigos, ¿por qué guardarse secretos? — Me miró nerviosa. Sabía que no quería estar a solas con él —
—Porque luego me lo contará — Dije —
—Cállate — Me susurró él. Perfecto. Estaba cegado por amor — Eh… Rita — Ella lo miró como a mí. Sin expresión alguna — Quería preguntarte algo… — Carraspeó —
—Claro, dime — Me miró fulminante —
—Nos hemos conocido hace bastante, ¿te acuerdas? — Asintió — Y quería admitirte que me eh enamorado de ti — Cerré mis manos, formando puños llenos de ira y dolor — No soy bueno con estas cosas del amor y menos cuando estoy nervioso — Tragó saliva — ¿Quieres… ser mi novia? — Le sonrió como él solía hacerlo conmigo. Esto me dolía —
—¡Creí que me invitarías a salir! — Gritó —
—Lo estoy haciendo…
—¡____ no se refirió a esto cuando me dijo que querías salir conmigo!
—¡A esto me estaba refiriendo idiota! — Liam me miró como si fuera a matarme —
—¡Yo no quiero salir contigo! — Le dijo a él — Lo siento — Se tranquilizó — Pero debo decirte que no. — Me dio una última mirada y se fue, meneando su cadera exageradamente —
Vi como Liam cerraba sus manos como yo hice hace unos minutos. Su ceño estaba fruncido, y no miraba exactamente hacia un punto de la nada, sino, que me miraba a mí con enojo.
—¡Esto es tú culpa!
—¿Mi culpa? — Retuve mis ganas de gritar y golpearle la cara para que abra sus ojos de una buena vez —
—¡Si! ¡Debías haber sido más específica! ¡No sirves ____!
Ese último comentario fue como un golpe extremo en mi estómago. Era como si me hubiera enfermado y tuviera dolores en todo el cuerpo.
Lo miré con tristeza. Jamás creí que me diría eso, ni de pequeños me lo había dicho.
Él notó lo que había dicho, y se acercó a mí para abrazarme, pero antes de todo le había dado un golpe. Un maldito golpe en su estúpida y sensual mejilla. Reí irónica. ¿Quién diría que aquella castaña con sentimientos de piedra podría causar esto?
Volteé arrepentida, y me fui caminando, casi corriendo, aún más cabreada que la mañana.
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"22 intentos y siempre fuiste Tú" LiamPayne
FanficLa mayoría de las personas se rinden al primer intento. Otros, se rinden al segundo. Liam James Payne es la excepción. Con tan solo diecinueve años se había enamorado de verdad, según él. Aquella chica con curvas, de cabello dorado y ojos azules, ha...