Narra ____:
La noche se hace presente. Ambos estamos abrazados en el sofá de la sala de estar, viendo una película que en realidad ninguno de los dos prestaba atención. No sería conveniente decir que él estaba engañando a su novia conmigo, él se veía tan feliz, más de lo que pude haberlo visto alguna vez en la vida.
—Pediré pizza. —Liam besa mi mejilla antes de levantarse e ir por el teléfono—.
Suelto un suspiro y me decido por apagar la televisión. Carla no se encontraba en casa, como de costumbre. Ahora se había juntado de nuevo con la mamá de Liam y dudaba que regresara temprano.
—Eh pedido de muzzarela, tu favorito. —sonríe de oreja a oreja, volviendo a mi lado. Su brazo pasa alrededor de mis hombros y me mira fijamente—. ¿Sucede algo? —su ceño se frunce, a la vez que su sonrisa se va desapareciendo.
—¿Qué está sucediendo con nosotros, Liam? —miro a un punto muerto en el suelo, mientras juego con los nudillos de mis manos—.
—¿A qué te refieres? —doy otro suspiro, retirando su brazo.
—Me refiero a que tú tienes novia, y esto no es la manera de ser mejores amigos como se debe. —se ríe nervioso. Niega con la cabeza y se levanta del sofá, enojado—. No deberías de estar enojado. Tú mismo sabes lo que sientes por Rita, debes hacerte cargo de ella y no jugar con sus sentimientos… si es que tiene. —susurro lo último—.
—¡______ tú me…
El timbre suena, interrumpiendo sus palabras. No me interesa lo que sigue, de seguro sería algo que me rompería el alma, como siempre. Escucho la pequeña conversación de ambos chicos y después la puerta cerrarse. Liam se dirige a la cocina. Mágicamente el hambre había desaparecido. El castaño trae un plato con las rebanadas de la pizza, junto a dos vasos llenos de agua.
—No tengo hambre.
Se sienta a mi lado, bufando con frustración. Golpea sorpresivamente con furor la almohada que esta en su lado desocupado. Me sobresalto un poco, pero actúo como si nada hubiera pasado.
—Me crees un estúpido, ¿verdad? —niego con la cabeza, aún mirando al punto muerto del suelo. Su dedo índice en mi mentón me obliga a mirarlo a los ojos—. Te amo, ______, y mucho.
No me sorprende que me lo diga. Con anterioridad me lo decía por costumbre después de hacerle favores. Tomaba con negatividad a todo lo que provenía de él, no sabía que me estaba pasando. Hormonas… si, son ellas. Lo único que puedo hacer es sonreír leve y volver a mirar al suelo, pidiendo a gritos que él se fuera y me dejara sola, solo por hoy.
—______, ¿me odias?
¿Cómo podría odiar a la persona que me enamoró desde hace muchísimo? Claro que no podría, no cuando tenía el nombre de “Liam Payne” puesto. Vuelvo a negar con la cabeza, segura de mis respuestas.
—No me ignores, te lo pido por favor.
Muerdo mi labio inferior e inhalo y exhalo profundo. Lo miro con dulzura, para después abrazarlo con todas las fuerzas que poseía. Liam no tarda en reaccionar, pues sus brazos me rodean por la cintura, apegándome más a su cuerpo, apenas podía respirar con normalidad. Recibo un beso mojado en mi cuello, erizando mi piel por completo. Mi mente lo piensa dos veces, así que me separo de él con lentitud. Le beso su mejilla y prendo la televisión para sacar la tensión que sentía. Bob esponja pasaba a estas horas de la noche. Al menos podría olvidarme de todo esto por unos minutos. Tomo entre mis manos un pedazo de pizza, notando a Liam sentarse a unos pocos centímetros lejos de mí. No me arrepiento de haberle puesto los puntos. Rita. Él la tiene a Rita.
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"22 intentos y siempre fuiste Tú" LiamPayne
Fiksi PenggemarLa mayoría de las personas se rinden al primer intento. Otros, se rinden al segundo. Liam James Payne es la excepción. Con tan solo diecinueve años se había enamorado de verdad, según él. Aquella chica con curvas, de cabello dorado y ojos azules, ha...