"22 intentos y siempre fuiste Tú" LiamPayne

Capítulo 33: "22 Intentos"

Me maldecía una y otra vez, mil y un insultos pasaban por mi mente que iban directamente hacia mí. No estaba pensando, eso estaba claro, ¿besarla al sentirme celoso de su abrazo con “Niall” y Harry? Genial, esto se me estaba saliendo de las manos, y demasiado. Me remojo los labios al recordar la escena de hace unos minutos atrás, sus labios se estaban convirtiendo en una pequeña y peligrosa adicción, al igual que su perfume impregnarse en mis fosas nasales. Sin concentrarme por donde iba, siento chocar con una persona, que al sentir mis manos en su cintura para que no se caiga suelta un grito ahogado, lleno de temor y de sorpresa. Noto como sus ojos se abren como el tamaño de un plato, tratando de separarse de mí bruscamente. Al lograr su objetivo, camina por mi lado, ignorándome por completo. Suelto un suspiro frustrado y sigo con mi camino hacia el casino.

—¿En dónde has estado? —pregunta Louis cuando tomo el asiento en frente de el.- ¿Has visto a _____? No volvió de su casillero, así que mande a Zayn a por ella…—frunzo el ceño. ¿Acaso no podría haber esperado por mí? —.
—Genial…—hablo en susurro—.

Desesperado y disimuladamente miro a mi alrededor, ¿cuánto tiempo podría durar Zayn en buscarla y traerla aquí? Bien, conociéndolo a la perfección sabía que algo haría, no sabía si era para algún tipo de beneficio para mí o para él, pues sabía que aún le atraía ______. De un momento a otro, escucho sus risas entrar a pesar de que nuestra mesa estuviera a una distancia de la puerta principal. Me hago como si no los hubiera escuchado y trato de prestar atención a la conversación de los chicos.

—¡_____!—grita Louis, atrayendo ciertas miradas asustadizas—. ¿En donde has estado? —pregunta con un tono de superioridad, como si fuera su padre—.
—Eh…—carraspea levemente, haciéndonos notar el proceso de su sonrojar. Se sienta tímida y mira fijamente un punto muerto en la mesa—. Fui por los libros y al baño…
—¿Te sonrojas por solo ir al baño? 

No responde. Muerde su labio inferior nerviosamente, mientras juega con sus dedos, entrelazándolos. Sonrío de costado, algo que Eleanor nota y suelta una leve risa. Louis, creyendo que se rio por su pregunta, toma un aire de orgullo y la besa sin compasión; si tan solo fuéramos ______ y yo…—me río solo, dejando a mis amigos realmente confundidos, mi comportamiento de esta mañana no es algo común a los otros días. 

(…)

—¡Ve! —me dice por quinta vez, Louis, quien me empujaba hacia la dirección de Rita—. No seas gallina y ve
—Pero Louis…
—¡Ahora!

Suelto un bufido y sujeto con fuerzas la guitarra en mis manos. Trago saliva y camino lentamente hacia ella, antes de que se valla, la tomo del brazo suavemente, sin asustarla o algo por el estilo. 

—Mira, Payne, si vienes a…
—Espera, Rita, solo déjame… 

Inhalo profundamente y empiezo a tocar las notas memorizadas de la canción “Let me love you, de Mario” sabía perfectamente como ella amaba esa canción, bueno, no lo sabía hasta que Louis me lo contó. 

“Baby I just don’t get it
Do you enjoy being hurt?
I know you smell the perfume, the make up on his shirt 
You don’t believe in his story’s, you know that they are lies
Bad as you are, stick around, and I just don’t know why…”

“If I was your man, baby you…
Never worry about, what I do…
I be coming home, back to you, every night doing you right…”

A pesar de que los estudiantes se habían ido hace unos minutos, mágicamente habían aparecido a nuestro alrededor, disfrutando de mi voz y la buena música que hacía sonar. Rita no se mostraba encantada o al menos feliz de haberle cantado esta canción, simplemente me miraba fijamente o a veces desviaba su mirada hacia mi guitarra. Al terminar el estribillo, repito las palabras de toda esta semana: “Rita Ora, ¿querrías ser mi novia?” Ella me mira por unos segundos, que parecían haberse hecho más largos que de costumbre, suelta un suspiro, acomodando su mochila en su hombro izquierdo. 

—Si, Liam, quiero ser tu novia.

No entendía, no sabía perfectamente por que no estaba abrazándola con fuerzas o besándola como hace tiempo quería, simplemente le di una sonrisa y me acerqué a darle un pequeño, pero distante abrazo. Mi corazón se detiene cuando veo a _____ en el medio de la multitud, con el ceño fruncido y sus manos hechas como unos puños. La pierdo de vista cuando la veo salir del instituto, tal vez con el humor por el infierno. No sabía si ponerme feliz por esto, o sentirme idiota por haber dejado a, posiblemente, a una mujer muchísimo mejor que Rita.