Capítulo 34 |Final II|

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En Nueva York me sentía demasiado sola. Añoraba a Sophia correteando a mi lado o a Álvaro sentado a mi lado acariciándome. Añoraba mi vida, básicamente. Una vida que me fue arrebatada sin darme oportunidad siquiera a vivirla al cien por ciento. Me separaron de mi hija y mi prometido, el amor de mi vida porque le pertenece a otra. Otra que ni siquiera le quiere.

Mi nueva vida se basaba en ir del trabajo a casa y de casa al trabajo. La multinacional para la que trabajaba no estaba del todo mal. El dueño se llamaba Derek, Derek Edison. Era un hombre de unos 60 años que me encantaba. Era muy simpático y comprensivo. Incluso, había ido a su casa un par de veces porque él sabía que estaba sola. Su mujer, Katherine, era también una mujer encantadora. Por lo visto, nunca llegaron a tener hijos pese a que tenían muchas ganas.

El quinto viernes después de irme a vivir allí, decidí salir de fiesta para beber y olvidar un poco. Maldito sea ese día. Ojalá jamás hubiera pensado ir.

Ya llevaba algunas copas encima cuando se me acercó un chico. Al principio no le presté atención porque no me apetecía tirarme a ninguno (sentiría que engañaba a Álvaro) pero después de verle me sentí tan atraída a él. Era idéntico a Álvaro. Me invitó a varias copas más y después, me dijo que si quería podía ir con él a su casa. Accedí sin pensármelo dos veces.

Entramos a su coche y nada más arrancar, alguien de atrás me tapó la boca y me pinchó una jeringuilla en el cuello.

― Nos vemos cuando despiertes en tu nueva vida.― eso fue lo último que me dijo aquel chico antes de quedarme inconsciente.

Narrador omnisciente

Elena empezó a abrir los ojos encontrándose en la camilla de un hospital. Miró a sus lados y no vio a nadie. ¿Dónde estaba? ¿Qué le había pasado? Y lo más importante... ¿Quién era ella?

― ¿Hola...?― preguntó ella incorporándose.― ¿Hay alguien...?

Se abrió la puerta y entró un hombre de unos 60 años con cara de preocupación. Al verla, sonrió aliviado y le dio un beso en la cabeza.

― Me tenías muy preocupado...

― Perdone, ¿nos conocemos?― ella le miró confusa.― Lo siento, es que no logro recordar nada, ni siquiera mi propio nombre...

― Debe ser que aún estás aturdida, llevas una semana en coma.― ella asintió y se llevó una mano a la cabeza.― ¿En serio no recuerdas nada?

― Nada de nada...― se le cayeron un par de lágrimas.― Dios, ¿pero usted quién es?

― Yo soy Derek Edison, tu padre..― le acarició el pelo a Elena.― ¿Y de tu nombre te acuerdas?― ella negó.― Eres Kayla, Kayla Edison.

Entró corriendo una mujer un poco más joven que Derek y abrazó a la chica. La llenó a besos y le acarició el pelo.

― Cariño, déjala respirar, no se acuerda de nada. Ni de mi, ni de ti, ni siquiera de su nombre.― la mujer la miró con preocupación.

―Mi niña, ¿no sabes quién soy?― ella negó.― Soy Katherine, tu madre. Oh, cielo... Sabía que no debías salir sin nosotros...

Ella les miraba sin saber qué decir. Eran sus padres, pero, unos completos desconocidos. Entró un médico y tras hacerle varias pruebas, no hizo más que confirmarle lo que ya sabía, amnesia y por lo que se veía, permanente.

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Hemos llegado al final *aplauso masivo* Para leer la segunda temporada, id a mi perfil y agregad la segunda temporada y así cuando la suba, os saltará la notificación y no os lo perderéis.

Probablemente mañana suba el primer capítulo de la segunda temporada así que allí os espero...

Besiiis

Pillowtalk |Álvaro Gango|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora