Así que esta semana falté, le dije a mi mamá y me mandó a volar, me aburría mucho estar en casa, extrañaba a Joseph, extrañaba estar con él, pero no podía estar con él debido lo de mi brazo. "−¿Y si te pasa algo más grave? Mejor quédate en casa." Joseph parecía tan preocupado cuando sucedió todo eso, ahora sabía que él era la única persona que le preocupaba, que le importaba y eso me hacía feliz.
Como no tenía nada que hacer me ponía a estudiar, algunas veces estaba con el teléfono, o escuchando música.
Eran las 4 de la tarde cuando sentí que el sueño me estaba ganando, hice a un lado mis libretas y libros y me recosté en la cama y cerré los ojos con lentitud.[•••]
−¿Cuanto tiempo?
−No mucho, pero es pronto.
−No puedo dejarla sola.
−Lo lamento.
−¿Que le diré? No me dejará ir.
−No le diga la verdad señor, pero pronto se tiene que despedir de ella. Usted sabe que no está bien...
−No quiero hacerlo... pero tengo que hacerlo...
Me levanté asustada, mi respiración estaba algo acelerada, me percaté que el sol se había metido y que ya era de noche, me encaminé hacia el baño y me remoje la cara con agua. Me quedé unos segundos pensando sobre el sueño que tuve. Miré la hora y eran 8:23 de la noche, mi mamá no llegaba, lo cual se me había hecho raro, recogí las libretas y los libros y los acomodé en la mochila, bajé a la cocina a comer un plato de cereal de Zucaritas.
¿Pero que rayos con ese sueño? ¿Significaba algo? ¿Tenía que ver algo con Joseph?
No quise darle demasiada importancia, así que me olvide del asunto. Eran las 10 de la noche cuando escuché la puerta de la casa abrirse, me levanté de la cama y bajé a la sala.
−¿Que haces despierta tan tarde?− preguntó.
−Es que no llegabas, y estaba preocupada.
−Tenía muchos pacientes por atender.
−¿Te preparo algo?− pregunté.
−No hija, ya duérmete, me voy a dar una ducha y también ya me voy a dormir.
−Está bien mamá, buenas noches.
Sin respuesta alguna subí a las escaleras. Y me dormí.
[•••]
Me moría de ganas de volver a ver a Joseph, ¡una semana sin el fue muy aburrido! En la mañana que vino por mí lo abracé como si dependiera de ello, le conté como estuve la semana sin estar con él. Solo faltaban 10 minutos para que dieran la 1:00 de la tarde para salir de la escuela, mi brazo ya se había recuperado, así que no tuve dificultades para escribir. Pero lo que si era muy preocupante eran ellas, Daniella, Abigail y Julia, me miraban con sus ojos llenos de odio, como si trataban de decirme "Me las pagarás." Pero no debía tener miedo, así que... no le tomé importancia. El timbre sonó, me sentía algo nerviosa de verlo, agarré la mochila y como un rayo salí del salón, llegué a la salida y me encaminé hacia el parque donde esperaría a Joseph, así que me senté en el columpio. Una voz familiar llamó mi atención.
−¡Hola, _____!
−Hola... Lisbeth.
−¿Como estás? ¿Por que no me has hablado?
−No he tenido tiempo, lo siento.
Se acercó a mi y comenzó a estudiar mi rostro.
−Oye... has cambiado.
−¿En que?− frunci el ceño.
−No sé... en todo.− me respondió.
−Me alegra saberlo.
Se sentó en otro columpio y comenzamos a columpiar.
−_____ ¿quieres ir a mi casa?
Volteé a ver a mi alrededor, quería saber si Joseph había llegado. Y si, la camioneta estaba parada en frente del parque.
−Quisiera, pero estoy esperando a alguien.− dije con cierta timidez.
−Oh, alguien aquí ya tiene novio.− me dio unos cuantos codazos suaves en mi brazo.
Reí nerviosamente.
−No, no es mi novio, es alguien que viene por mí y me lleva a casa.
−Entonces, ¿quien es?− esta vez Lisbeth tomó la conversación más seria.
−Un amigo.
−Presentamelo.− me miró a los ojos.
−Es muy... tímido, ya en otra ocasión será.− me levanté.
−Me avisas. ¿es guapo?− me preguntó con interés.
−Pues... sí.− aunque sabia que no veía el rostro de Joseph sentía que era guapo, era como si fuera Michael.
−Ya me tengo que ir.− se despidió de mi y se alejó de mi.
Esperando no ver algún rastro de ella corrí hacía la camioneta y la puerta se abrió donde Joseph se bajó, dejé caer la mochila y lo abracé.
−¡Te extrañé!− dije mientras me alejaba de sus brazos.
−Yo también te extrañé.− me frotó la cabeza de forma juguetona y yo reí. Nos subimos a la camioneta y nos fuimos rumbo al desván.
−¿Quien era esa chica con la que hablabas?−preguntó.
−Lisbeth, era... mi mejor amiga de la primaria. De hecho ella fue quien me criticó de Michael, fue ese día cuando me encontraste llorando en el desván.
−Oh, no me digas.- se sorprendió.
−¿Y sabes que pienso?
−¿Qué?
−Pienso que gracias a eso te encontré, encontré a la persona más amable y humilde del mundo, te has convertido en mi mejor amigo y le doy gracias a Dios.
−Oh... _____, no se que decir...− su tono de voz sonó muy tierno.
-Y te agradezco a tí, por estar conmigo en todo lo pasa, por darme consejos, por ayudarme en cada momento, en serio Joseph... eres... perfecto.
−¿...Perfecto?− al parecer se había sorprendido.
−Sí, tú y Michael son perfectos.
−____...− esta vez su respuesta quedó inconclusa.
−No digas nada.− me acerqué a él y lo abracé. −Sabes que te quiero mucho, ¿verdad?− de nuevo frotó mi cabeza con su guante de cuero. −Lo sé, yo también te quiero mucho, _____.− al decir esas palabras de él sentí un dolorcito en el estómago.
−Me haces sentir cosquillas cuando me dices que me quieres mucho.
−¿Cosquillas? ¿En dónde?− se quedó con asombro.
−En el estómago...
−_____... creo... que tienes dolor en el estómago.− se alejó de mis brazos.
−¿Tú crees?− me sentí como una niña pequeña y a la vez algo ridícula.
−Sí, espero... que te mejores.
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Cinco Horas En El Paraíso #MoonwalKingAwards2017 (Michael Jackson Y Tú)
Fanfiction"-No quería lastimarlos... pero habia tanta injusticia, tanta maldad... a veces olvidaban que yo era un humano... por eso lo hice... y te pido perdón por hacerte sufrir..." •Novela escrita por mi misma. •Prohibido copiar.